San Mateo de Gállego - Zaragoza

Diario Público 06/03/2010:

Los escándalos sexuales salpican hasta al hermano del Papa

Cuatro educadores del coro de la catedral de Ratisbona habrían abusado de niños durante el mandato de Georg Ratzinger.

La Iglesia católica sigue destapando día tras día nuevos episodios de abusos sexuales cometidos por sus miembros a niños. El último de ellos ha llegado a salpicar al mismísimo hermano biológico de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, en la época en la que dirigía el coro de la catedral de Ratisbona.
El encargado de informar sobre estos nuevos escándalos en el seno de la Iglesia alemana ha sido el obispo de Ratisbona, Ludwig Müller, a través de una carta dirigida a los fieles en la que admite la existencia de algunos casos, los cuales se remontan a algunas décadas atrás, y asegura que la diócesis llevará a cabo una investigación para esclarecer los hechos.
Los abusos en el coro de Ratisbona, un conjunto de fama mundial, tuvieron lugar durante 15 años, desde 1958 hasta 1973, según fuentes eclesiásticas. Georg Ratzinger fue director del coro entre 1964 y 1993. Según monseñor Müller, cuatro educadores estarían involucrados por ahora.
Entre ellos, el entonces director del internado que alojaba a los jóvenes coristas, que confesó los hechos y fue condenado a prisión en 1971. Murió en 1984. Otro de los abusadores era un profesor de religión que fue relevado de sus funciones en 1958.
El propio George Ratzinger, de 86 años, aseguró en declaraciones a la radio bávara 'Bayerischen Rundfunk' que desconoce la existencia de "ningún caso de abusos sexuales".
Tibia reacción de la jerarquía:
La diócesis de Ratisbona encargará una investigación sobre el caso y ha aclarado que al Obispado no le consta que actualmente ocurren hechos similares pero tampoco descartó que sigan en activo personas responsables de los abusos.

Tepec, aunque te lo hayan borrado, mi contestación e tu escrito era la siguiente:

La gran mentira que nos cuentan hace cientos de años, y de la que viven opíparamente incluso a la sombra de dictadores genocidas y asesinos es ahora otro tema, y con desenmascararles de una vez por todas y devolver sus bienes al pueblo sería sufriente.

Pero los que abusan de los niños deberían de pudrirse en la cárcel, y deberían de dejar de contar con el apoyo soterrado de la jerarquía eclesiástica (parece con ello que estén todos en el ajo), y con el apoyo social de tantos y tantos meapilas, cómplices necesarios (la famosa hipocresía religiosa) de los que sus hijos, sobrinos y nietos deberían andarse con mucho ojo también.

No hemos hablado aún del fundador de los Legionarios de Cristo, el cura pederasta Marcial Maciel, a quien el propio Juan Pablo II encubrió, que abusó sexualmente de muchos niños, incluidos sus propios hijos y éstos mismos lo han reconocido. Se sospecha fundadamente (ellos nunca lo han negado) que de ésta subsecta de la secta madre forman parte personas de tan "intachable reputación" como Ana Botella, y los exministros de Aznar José María Michavila y Ángel Acebes, a los que todavía no se les ha oído decir ni una sola palabra en contra de éste prohombre tan amante de la infancia, y que parece que a la mínima ocasión ponía en práctica aquello tan manido que dice: Dejad que los niños se acerquen a mí,… y a mi entrepierna.