CALOR Caminaba bajo el intenso calor de un sol que anunciaba la proximidad de un nuevo verano, pasé de largo y de manera inconsciente volví trás mis pasos, allí estaba la acogedora puerta entreabierta mostrando su interior envuelto en agradable penumbra, entré como se entra en lugar ajeno, con respetuoso silencio caminé hasta sentir la necesidad de tomar asiento, más por observar que por cansancio. Suaves voces entonaban melodias que apenas alcanzaba a comprender, inundaban de paz el interior del recinto, imágenes de mi infancia fluyeron en mi mente, tan lejanas, tan olvidadas, tan absurdamente olvidadas hasta doler su recuerdo. Volví, siempre que podia volvia, era el reencuentro conmigo mismo, el ayer y el hoy, el conocer y sentir mi propio yo, mis verdades gritadas en mi interior, sin falsos pudores. Remanso de paz, mi iglesia, mi parroquia, tan cercana y tan olvidada. |