La Vilueña - Zaragoza

Jueves Lardero o El día del Tallo, que de las dos formas lo llamábamos. Para mí una tarde muy especial que permanece en mi recuerdo de por vida. Estoy hablando de cuando yo tenía 9 años allá por 1965. La historia se repetía año tras año. Por la tarde no se iba a la escuela y nustra madre nos preparaba un taleguillo con un bocadillo que llevaba un tallo de longaniza dentro, de una medida aproximada del palmo del niño. Constituiría un gran escándalo para las madres de ahora que, además del bocadillo, se nos permitiera llevar vino. Y por si este vicio consentido fuera poco, por nuestra cuenta y juntándonos 3 ó 4 nos comprábamos un paquete de tabaco marca Celtas que por entonces se vendía en la casa de La Amparo. Elegíamos entre todos el lugar del campo donde dar cuenta a esa merienda especial y que solía ser La Torrecilla. Lugar estratégico desde el que podíamos ver la llegada que nunca faltaba de los de Munébrega que venían envalentonados tanto por superarnos en número como por el vinillo que ellos también habían ingerido. Lo normal es que no faltaran insultos como zarandilleros o mostilleros; así que a veces había más que palabras. Suerte que contábamos con la ventaja de encontrarnos en nuestro propio pueblo y la mayor de las veces contábamos también con la ayuda de adultos que nos echaban una manita para hacer correr a los zarandilleros.

En fin, que podría seguir hablando con nostalgia de aquellos tiempos lejanos pero quiero dejar pie a que alguien nos hable de sus vivencias de ese día especial o bien del día de La Culeca, que venía a ser una tarde similar en cuanto a su celebración.

Un saludo especial en este día.