La Muela - Zaragoza

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La Fiscalía pide seis años de cárcel para un exsocio de un gimnasio

El exconcejal de Deportes de La Muela David Laviña compareció ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza como testigo en el juicio a Francisco Javier H. R., para quien la Fiscalía solicita seis años de prisión por falsedad documental y estafa y para el que el BBVA reclama dos años de cárcel y que le indemnice con 20.854 euros por los fondos que, según su tesis, le entregó al presentar este cheques manipulados del gimnasio del centro de la capital aragonesa en el que trabajaba y del que era socio.

Laviña debía aclarar si el precio de unas máquinas del gimnasio cuya venta a la Sociedad Municipal Cultural y Deportiva (SMCD) de La Muela había negociado el acusado en marzo del 2008 fue de 11.382 euros --dinero que fue traspasado a una cuenta de este-- o si, por el contrario, en la operación se había utilizado una factura de 6.844 que incluía artículos a coste cero.

El exedil negó cualquier irregularidad y aseguró que el precio era el primero, que así figuraba en el presupuesto y que la factura por esa cuantía se la entregó el acusado. La SMCD la ingresó en la cuenta que les había indicado Francisco Javier H. R., de la que resultó ser titular.



PRECIO Y FACTURAS Laviña admitió que "me suena" haber visto una factura de 6.844, aunque aseguró que no se la mostró el acusado sino uno de los socios de este en el gimnasio.

El exconcejal había eludido comparecer el día del juicio --el pasado 26 de marzo--, lo que obligó a suspenderlo al ser considerado fundamental su testimonio. La Sección Primera de la Audiencia le impuso una multa de 300 euros y le hizo saber que si no comparecía ayer, sería conducido por la fuerza pública.

Tras su declaración, las acusaciones elevaron a definitivas sus conclusiones provisionales.

La representante de la Fiscalía sostuvo que el ingreso de los 11.382 euros en su cuenta constituye un delito de estafa, como también lo sería el uso de 16 cheques del gimnasio presuntamente sustraídos de la caja fuerte del local y con los que obtuvo 20.854 euros. El letrado del BBVA mantuvo que "los cumplimentó" el acusado, mientras que el ministerio público indicó que "no ha quedado determinado" quién los firmó.

La defensa pidió la absolución alegando que "no queda probada la estafa ni la falsedad" y que su cliente "tenía capacidad de disposición" sin ser administrador".