La Muela - Zaragoza

Publicado el diciembre 16, 2010 por José Luis Valero en heraldo digital
Todo lo que se está conociendo, y falta mucho por saber, de la actuación de la sociedad pública Savia y sus derivadas (unas participadas y otras solo de capital público), así como de sus gestiones, subvenciones y decisiones en relación con la empresa de avionetas CAG y luego Tecnam, el supuesto relevo del primer fiasco, supone con diferencia el asunto más grave de la actual legislatura.
Y si me apuran, desde hace una década, tras el caso de La Muela y justo antes que el barro de Asael. El cuarto lugar está muy disputado, pero por no por falta de candidatos. De hecho, la Fiscalía del Tribunal de Cuenta ha visto “posibles infracciones penales” en 26 contratos de la DGA en los ejercicios de 2004 y 2005.
Esto implica que la gestión del Gobierno PSOE-PAR presenta a estas alturas unas dudas más que razonables y que se afectan a los dos socios de la coalición, ya sea de forma directa o indirecta, por acción u omisión. Por eso es imprescindible dar explicaciones, aclarar todas las incógnitas, dar la cara y ser transparente con la documentación y la información, tanto hacia todos los grupos parlamentarios como ante la opinión pública.
Pero la estrategia que siguen los dos partidos coaligados es la de cerrarse en banda, negar la mayor y contar historias sin principio ni final. Insisto en que estamos ante un asunto de extrema gravedad, que tarde o temprano será apreciado en toda su intensidad por el conjunto de los ciudadanos. Por mucho que hoy en las Cortes, el consejero de Economía, Alberto Larraz, quiera difuminar la realidad y las responsabilidades políticas e institucionales. Sin olvidar a los que han dirigido Savia y han condicionado las decisiones sobre sus actuaciones. Esto se arregla con decisión y firmeza, no con excusas que siembre más dudas.
Casinos de papel y cartón piedraPublicado el noviembre 24, 2010 por José Luis Valero
Los temores sobre que lo de Gran Scala es una pura quimera se confirman. Afortunadamente no ha pasado el listón a estafa y pufo y a los aragoneses nos ha quebrado la ilusión, pero no la banca. Bueno, tampoco es que tengamos dinero como para atraer a grandes especialistas en este tipo de quehaceres, y mira que tenemos colgando barros en bastantes lugares, desde los molinos de La Muela hasta las cuentas siempre sin aclarar de Asael, por citar algunos ejemplos y sin entrar a mayores para que nadie se estire de los pelos.
De todas formas aquí hay gato encerrado, porque de otra manera no se entiende bien eso de que aparezcan en Aragón unos tipos dedicados a la promoción y captación de inversores para montar una complejo tipo Las Vegas, acompañado de una especie de Eurodisney, en Los Monegros. Por cierto, no olvidemos que hubo peleas entre varias autonomías por agasajar a estos personajes, que hace tres años se presentaron por todo lo alto en la Sala de la Corona del Pignatelli.
Todo se está diluyendo como un azucarillo en un café con leche. Seguro que ahora saldrán el montón de listos que hay en esta comunidad para aseverar eso de que “ya lo decía yo”. Al menos, la mayoría de los propietarios de las tierras de Ontiñena se han llevado una pasta, que no les hace ricos pero les ha venido bien y no han perdido sus campos.
También es verdad que nadie en su sano juicio hubiera mantenido una apuesta jugosa, sean en la ruleta o en el ‘blackjack’, si me apuran en una tragaperras de serie, cuando los supuestos expertos internacionales con experiencia en Orlando, según su puesta en escena, se descolgaron con Ontiñena en lugar de por una zona con más opciones de infraestructuras y comunicaciones. Pero muchos, optamos por el beneficio de la duda.
Pasado el tiempo, todo se aclara. Y el silencio, las medias verdades y la ausencia total de seriedad son una contundente declaración de que ha saltado la banca y que lo de Gran Scala ni en maqueta.