Épila - Zaragoza

Borrado por su Autor.

Acumulamos tanta decepción y frustracion, que no se lo tenemos que decir a nadie, sino aplicárnoslo a nosotros mismos. No le tomes en cuenta las salidas de tono a Lisbet, se desahoga así, su vida esta en un momento muy duro, y tu le hablas de París, pasar el día en pijama en casa. Pues se quema y saca el veneno. Cada uno cuenta la feria como le ha ido en ella. Sí pudiera ducharme, afeitarme, ir a comprar, cocinaré un arroz negro, todo ello sin ver las estrellas, me conformaría. Pero aunque tenga que arrastrarme, pues me conformo también. Ni he sufrido un terremoto, ni se me ha hundido la casa, ni estoy en paro, de momento. Así que pongámonos la mascara de Feliciano y cumplamos nuestras obligaciones esbozando la mejor sonrisa. En peores trincheras he pasado guerras pasadas, que me dejaron la sabiduría del fracaso, porque venimos a fracasar, sino en una cosa en otra, pero al final, efímera que es la vida, nacemos para morir y solo importa el intermedio. Good Morning, Èpila de mis amores.

Voy llevar la baja a la empresa, al super, y me revienta el radiador, a la hacer puñetas el perolo, y van doce más uno. Ahora me tocará, cuando me cure, otro remonte como el del 2006, sin coche sin money, a trabajar en bici o andando y ahorrar para comprar otra chatarra para el invierno. Pero no van a poder conmigo, ya soy muy listo, me se equivocar, y ahora la vida me esta dando una de cal viva. Si quiere joderme la vida llega demasiado tarde, me la he jodido yo solito, y se hacer la maleta para poder volar. Que le den al coche, a la ciatica y al mismísimo zaputero. Me voy a poner a ver Los hombres que miraban a las cabras, y después Crazy Heart, las dos de mi actor favorito Jeff Brighet, el Nota. Todo ello empastillado, como si fueran palomitas de maíz.