EL CONVENTO, EL OBISPO Y LA MADRE SUPERIORA. Hola Camarada: Esta historia explicada en poesía y que os voy a contar, fue un hecho real, ocurrido en la ciudad de Huesca a finales de 1975, yo estaba trabajando en este convento de clausura, y vi con mis propios ojos lo que os cuento: Tenia que venir el Sr. Obispo a confesar a todas las monjitas que estaban en el convento, lo hacia cada 15 días. Siempre el Sr. Obispo se quedaba a comer y después dormir la siesta en el convento, y todo empezó después de la comida: DIJO EL SR. OBISPO: Os doy por Dios a vosotras hermanas, estos sacrificios. Decid las oraciones, y cumplir los oficios. Sobretodo las nuevas novicias, dar voces de sordo,hermanas. Herederas novicias, para que Dios os otorgue realizar otros servicios. Metanse en vuestras celdas, y alabar vuestro cuerpo. Este cuerpo es de Dios, él os lo ha dado, para que sintáis el amor divinizado. Usted Madre Superiora, acompañeme al oratorio. A rezar nuestras plegarias, y aborrecer al Demonio. Obispo y Superiora ambos se miraron, creyeron conocerse. Y haberse enamorado, con un amor cálido y apasionado. Su mano entre su pecho, sus ojos en su boca se clavaron. Con sus miradas se decían, tomame con amor apasionado. La luz era muy fuerte,por eso la apagaron, y en una modesta cama se acostaron. Para esperar sus miradas diciendose, tomame que estoy muy enamorado. La Madre Superiora decía: tú eres como las olas, como la Mar cuando empuja. Que provocas ese vaivén acompasado, y cálido como una estufa. El Obispo decía: tú eres como un volcán, rugiendo y embravecido. Que nadie puede apagar, pero me gusta tu calor y quemar tu cuerpo junto con el mio. Lo hicieron como salvajes, pero gozando con ganas. La Superiora de amor ardía El Obispo le correspondía con armonía, pasión y muchas ganas. Así empezó ese amor falso, engañoso como a veces el destino. Por basar ese cariño, en el sexo loco y embravecido. Por eso no duro nada, por eso duro tan poco. No existían sentimientos verdaderos, solo amor con sexo y loco. Querida Madre Superiora, he gozado como un loco, Sr. Obispo me alegra que así sea, la próxima, trio con novicia.con Asunción y devoción. ENTONCES EL OBISPO SE PUSO A CANTAR: Ave María, Gracia Plena. Dominus tecum,Bendita tú. In mulieribus, E Benedictus Fructus, Ventris tui. QUE LA PAZ ESTE CON VOSOTRAS HERMANAs. Salí de allí como una caldera de caliente.Un saludo.REUM.Altorio.Altori |