Cimballa - Zaragoza

En la margen izda del río hay una pequeña chopera, aquí los chopos han ido creciendo libres, sin orden. Cada uno marca su territorio por medio de pequeñas ramitas que han ido brotando en la parte baja de sus troncos. Nadie los cuida pero no importa, a estas alturas estimo que deben de saber cuidarse solos. Dejan que en alguna ocasión algún hongo les haga compañía. Ciertos árboles, los que están más próximos al río, han sido talados hace tiempo, afortunadamente les han dejado elevarse majestuosos cual si fueran brazos a dos o tres grandes troncos por cada uno, con lo cual se yerguen satisfechos de la fecundidad de sus resultados. Muy cerca hay un chopo, larguirucho que se inclina hacia el río, como si pretendiera cruzarlo curioso por inspeccionar la otra orilla.
En esta época del año lucen sus mejores galas, se han puesto sus trajes de colores, balancean cadenciosamente sus ramas y se dejan acariciar por el sol, les agrada sobremanera cuando las aves se acurrucan entre sus hojas para suavizar la tarde con sus trinos y dejar que despacito les vaya poniendo oscuridad y silencio a sus siluetas altivas. Mas al centro, como haciéndose hueco pugnando por atraer el foco de atención hacia ellos, se distinguen majestuosos cuatro de ellos, luchan cada cual jugando a llegar más alto, que sus ramas se enreden en los otros y acaso se confundan sus hojas de mil tonalidades. El aire impregnado absorbe los sentidos, emana que la tierra exude ese aroma especial que difunden las hojas en su proceso de simbiosis con el suelo y el resto de la vegetación. Dicen que debajo de ese mantillo, habitan espíritus de bosque, criaturas mágicas que provocan añoranzas a aquellos que pasean por aquí. Si estos chopos han tenido la certeza de crecer aquí, si han decidido que esta tierra es la que les atrae, me reservo el derecho de aceptar su cortesía como una invitación para alcanzar con ellos el oráculo, para fundirme entre el espíritu que habita en este rincón, fusionarme entre estas esencias y liberar la calidez que me embelesa cada vez que vengo a refugiarme entre sus ramas.

Maravilloso, sinceramente maravilloso.

Ostis...",en qué gran pedestal le colocaría....

Poético si, que en este noviembre que acaba de entrar suena bucólico y sugerente, pero no pequemos de exceso por favor, no exageremos nuestras alabanzas no vaya a ser que se embriague en demasía y muera de felicidad suprema extasiado ante tanta admiración (los pedestales nunca han sido adecuados para las personas que pretender vivir con sencillez).

Palitroque se ha tornado chopo. Chopo al que acuden a acurrucarse las pajarillas, si duda atraidas por la forma de expresarse tan poética.
Por mi parte, reconocer que también me ha encandilado, si bien, y sin que deba interpretarse como crítica(además, ¿a quién le importa si es así?. A palitroque, seguro que no), he de decir que me quedo con la primera parte, la que comprende hasta el punto y aparte. Lo que sigue, desde mi punto de vista, está muy bien en ciertas partes, pero peca de cursilería en otras.
Ojala no tarde tanto con el siguiente relato.

ten cuidado no cojas frío en la riñonada, es fatal.

va a ser que sí, que debajo de las hojarascas de la chopera hay ciertos duendes y que salen alertados por algún que otro silbidillo al atardecer.

Hola elim. No creo que tú seas de las que cierran los ojos, como mucho, los entornas

Estás en los cierto nico, a mí lo que me va es trasnochar, subirme a una rama un poco alta (por alcanzar lo que normalmente no llego) y desde allí escuchar con atención los trinos que resuenan en la noche.

alguien me ha dicho que me confundes con otro

desde que uso lentes ya veo las cosas mas claras

ja ja, ¡qué suerte la tuya! yo cada vez las veo más confusas

a quien te has echado de ayudante nicolai?

¿qué me quieres preguntar?

....perdonarme, pero os llevais un lío de cuestiones enredosas que....vaya, vaya

Quisiera preguntarte de qué color es el viento, cuándo pasarán las grullas por cierta chopera, cuál de ellas te informa tan bien, porqué los estorninos ya no se escuchan por esta orilla, cuál es el motivo de tu confusión... tengo tantas preguntas sin respuesta que no sé quién me las podría resolver. Tal vez vaya a esa cafetería, como era La Republicana, a ver si por allí me quieren ayudar a hacer luz.
Bah, Marlene, no te mosquees, estamos filosóficos estos días, personalmente creo que me afecta el cambio de hora, mi reloj interior no lo suele aceptar bien y paso sueño y me provoca cierta desazón el resto del día, pero nada que no pueda resolverse con una taza de café o un paseo otoñal.

yo lo que te quiero preguntar es por qué me llamas nicozmalo, o algo así...

fue una sola vez y hace siglos no?
Además si no recuerdo mal era porque me despistabas con tus pistas.

no, el otro día lo volviste a hacer, pero borraste tu mensaje

el ´machote´ me abofeteó. Es eso un machote??? Me gustaría oir su opinión sr. palitroque.
Disfruté mucho su último relato y ansio disfrutar de ese rincón. Si supiese hallarle.

cuidado lilite, eso no lo digas ni en broma, no están los tiempos como para frivolizar sobre ese tema, al menos a mí no me agrada en absoluto.

Nicolai, ya veo que estás al quite, tienes razón, lo hice y pensé que no había dado tiempo a leerlo, no me gustó y por eso lo borré enseguida, no era lo que quería escribir.

con abofetear me referí a que me insultó. Yo nunca quise machotes que sean pegosos

bah, elim, no pasa nada. Es que me inquieta un poco que me identifiques con otra persona (es algo irracional, ya lo sé).
Dulces sueños