San Esteban del Molar - Zamora

Me parece un abuso que la iglesia como institución(el cura) muestre tan claramente sus ideales tendenciosamente,todos lo sabemos porque siempre lo han hecho,pero podría ser un poco prudente y pensar que hay católicos de izquierdas y que nos merecemos un respeto.
Me parece que usted confunde la cigüeña con la gaviota.
Dicho sea con el máximo respeto.Yo no quiero dejar de ir a misa.

Eso te pasa por ir a lugares peligrosos
¿Qué te esperas? .La iglesia como institución siempre ha estado del lado de los poderosos.SOLUCIÓN:
No vayas a misa -Así no escucharás proclamas retrógrados.
No escuches la COPE (es nociva para la salud mental)
P.D
El reverendo recomienda escuchar la COPE

LOS CURAS QUE TUVE DE PEQUEÑO
Primero fue Don Primitivo,hombre temeroso de Dios y de doctrina muy rigurosa.No puedo acusarle de nada porque si tuviera algo en su contra ya lo habría perdonado.Sencillamente reconozco que a Don Primitivo le habían metido el miedo en el cuerpo-ay,que sociedad la de aquellos tiempos-y vivir con tanto temor si a nosotros no nos beneficiaba para él tenía que ser muy fastidioso.
Se fue don Primitivo y vino Don Juán Manuel,se produjo un cambio de carisma,se pasó de lo severo y solemne a lo apacible y cotidiano.Incluso las hermanas de los curas eran muy diferentes:una muy vinculada a la litúrgia-se decía que tenía votos-y la otra de menos ceremonias que además supo seducir a Ángel García.
Cuando llegó Don Juán Manuel las cosas fueron diferentes:la doctrina se hizo más suave sin tantas advertencias a la condena eterna;jugaba con nosotros a la pelota en el trinquete y siempre tenía una sonrisa para cada uno; a mi me cambió la vida,con este hombre tenía menos miedo al infierno y pensaba que Don Juán Manuel no iba a bajar al infierno para poner candela al fuego que me tenía que quemar.
Hace pocos años estaba en Zamora en un restaurante,tenía la mesa llena de periódicos y de pronto oí una voz que me resultaba conocida,levanté la cabeza y reconocí a Don Juán Manuel que estaba en una mesa con otro señor cura muy mayor a quien trataba de usted.Me dieron ganas de saludarle,darle un abrazo y agradecerle aquellos años que pasó en compañía nuestra,pero no me atreví.Me causó una honda emoción oir la voz de Don Juán Manuel hablando con el otro señor.
Salud,un abrazo,Marcelo