San Esteban del Molar - Zamora

MUNDO RURAL CRISTIANO

El Norte de Castilla
Alicia Pérez

Un grupo encabezado por cuatro sacerdotes de la provincia de Zamora reivindica un mundo rural más justo, vivo y como alternativa de vida también en invierno. Son cuatro sacerdotes, tres religiosas y cuatro personas laicas que forman, desde hace tres años, el equipo de Pastoral Rural Misionera de la Diócesis de Zamora liderado por Teófilo Nieto, sacerdote de 15 pueblos de la comarca de Aliste.

El objetivo para ellos es la defensa del medio rural y la lucha contra la despoblación, principal problema que han arrojado los resultados de sus encuestas pero que sin embargo consideran que no es irreversible y que hay motivos para la esperanza.

Señalan la necesidad de buenas comunicaciones y carreteras, servicio de Internet y acceso a la salud digna para que los vecinos de los pueblos tengan esperanza.

Apuestan por la creación de cooperativas y por la revitalización del debilitado tejido asociativo.

Queremos que la gente de los pueblos sepa que estamos preocupados por ellos y que estamos con y entre ellos.

Teófilo Nieto reside en San Juan del Rebollar,Licenciado en Teología y Psicología.

(Agradezco a Tomás Palacios poder conocer la Pastoral Rural de Zamora)

Pastoral Rural Misionera de la Diócesis de Zamora
www.zamora24horas.com

Teófilo Nieto es el párroco de San Juan del Rebollar y también se encarga de otras catorce parroquias, de manera que es buen conocedor de la comarca de Aliste y de las inquietudes de sus gentes.

Comunicado

“Mundo Rural, a ti te lo decimos: ¡Levántate!”

“Últimamente estamos acostumbrados a escuchar en las noticias cómo muchas personas están saliendo a la calle, preocupadas o indignadas, para defender sus puestos de trabajo o la calidad de los servicios públicos. Estas noticias nos producen, como grupo cristiano que quiere compartir las “alegrías y las esperanzas de nuestro mundo” (GS 1), una gran satisfacción. Sin embargo, hay silencios informativos que nos preocupan puesto que entendemos que hay noticias a las que no se le está dando el espacio que merecen… Como siempre los más pobres carecen de voz. En este caso nos gustaría hacer pública, como personas de Iglesia, nuestra indignación ante una nueva ley recientemente publicada: “La ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local” (Ley 27/2013, la conocida como “Ley Montoro”). Una vez más, ante esta ley, descubrimos que al poder no le interesa la persona sino la economía, no le interesa el bienestar sino la ganancia y no sólo es por lo que la ley en sí dice (que, como es costumbre en la legislación, parece estar redactada para no ser entendida) sino especialmente por las puertas que abre al expolio del Mundo Rural. Por eso donde la ley habla de “racionalización” nosotros, desde los pueblos, descubrimos imposición y donde dice “sostenibilidad” nosotros percibimos perdida de capacidad decisoria, alejamiento de la administración de la vida de las personas y, por tanto, pérdida de democracia.

Sin embargo no sólo queremos manifestar nuestro malestar ante esta ley, también queremos ser una palabra de la Iglesia en medio de esta situación. Por eso nos gustaría aportar luz desde nuestras convicciones y para ello ofrecemos ese pasaje del evangelio en el que, mientras a Jesús le están pidiendo la curación de una niña se acercan a decirle: “Tu hija ha muerto. No molestes al maestro”. Sin embargo Jesús, que nunca se rinde, les dice que no “está muerta, sino dormida” y, a pesar de que se “reían de él… agarrando a la niña de la mano le dice: chiquilla, te lo digo a ti, levántate”… Y concluye este pasaje pidiéndole a los que allí estaban que le “dieran de comer” (cfr. Mc 5, 35-43).

Desde este texto, como Equipo de Pastoral Rural Misionera de la diócesis de Zamora, les decimos a todos los que creen que el Mundo Rural está muerto y no merece la pena molestarse por él: “No está muerto, está dormido, pero necesita que le den de comer porque si no, morirá de inanición”. Y a ese Mundo Rural, en muchas ocasiones adormecido, lo queremos agarrar de la mano para, a pesar de que se puedan reír de nosotros, decirle: “levántate, no permitas que te den por muerto, no dejes que te manipulen”.

(Equipo de Pastoral Rural Misionera. Diócesis de Zamora.)