Da que pensar VOLUNTARIOS 19 Marzo 13 Psicografías Santiago Gil Todos podemos ser el otro en cualquier momento.Nunca mires a tu alrededor por encima del hombro a ningún hombre ni con pose altanera.Agradece tu suerte si eres afortunado y confía en tu destino si la vida te acaba de arrebatar algún sueño.Nadie es completamente féliz ni completamente triste.Tampoco triunfamos o fracasamos.Nos enseñaron a movernos en un maniqueismo que no tiene sentido.Vistos desde lejos,todos formamos parte de un minúsculo punto de luz en medio del universo.Gana quien asume su existencia con naturalidad y sin estar pendiente todo el rato de lo que hacen los demás.Pierde quien cree que triunfa y ,sin embargo,solo vive temeroso de que no le quiten lo que tiene o de mantener un escalofón que,más tarde o más temprano,le hará subir o bajar como bajan y suben las mareas varias veces cada día.No hay orilla que permnezca siempre igual.Tampoco nosotros,que somos una orilla en la que acontecen casualidades diarias,podemos pretender que la arena que traza nuestros contornos no cambie como cambian las siluetas de las playas cada día. Todos hemos visto caer a poderosos prepotentes que se creían por encima del bien y del mal. Lo lamentable es que todavía haya algunos que no se den cuenta de su vulnerabilidad y de lo patético que resulta ir por la vida como si fueran eternos o estuvieran a salvo de cualquier enfermedad o de cualquier desgracia. Vivir es un verbo que solo se puede conjugar en tiempo presente. Ese drogadicto o ese mendigo podías haber sido tú si el destino te hubiera golpeado con saña o si no hubieras tenido los apoyos necesarios en un momento crucial de tu existencia. Si has tenido suerte y la vida te ha regalado afectos, un buen trabajo o una salud de hierro no dejes de compartir esa fortuna con quienes no tienen nada. Quien no comparte acaba perdiéndolo todo. En este momento, los que no tienen nada requieren la ayuda de los que disponen de algo. No hablo solo de donaciones materiales que sirvan para lavar conciencias. Urge que seamos voluntarios allí donde podamos echar una mano. Hay muchos viejos que están solos y que agradecerían enormemente una conversación semanal de alguien que se acercara a visitarlos, muchos niños que necesitan una familia que les acoja, comedores sociales que precisan ayuda para preparar los desayunos o los almuerzos, inmigrantes que buscan aprender nuestro idioma o gestionar trámites burocráticos y asociaciones de enfermos que demandan voluntarios para poder desarrollar todos sus programas de integración. La crisis que vivimos deja más desasistidos a los que siempre han estado al borde del abismo. No se lo digas a nadie. Busca un lugar cercano en el que poder ayudar y siente cómo la vida te recompensa cuando eres capaz de conseguir que alguien te sonría agradecido por lo que haces sin esperar nada a cambio |