Muelas de los Caballeros - Zamora

A mi también me ha gustado mucho la segunda estrofa. Y al igual que Mariano, me sorprende que Natalia en un pueblo de Canarias, Mariano en otro de Zamora y yo en uno de Valencia, hayamos tenido las mismas vivencias,-máxime cuando las comunicaciones eran lentas y pocas-, para ir de mi pueblo a Valencia, -tan sólo a 60 Kms-, además de estrenar traje, debías estar muy enfermo para que te llevaran al médico. Las gentes, en verano, dialogaban con el vecino en la puerta de la calle, y a la vez,tomaban el fresco. Cuántas veces entrabas en una casa y pasabas media hora en la entrada de la casa gritando: ¡No hay nadie!, ¡No hay nadie!, te daba repelús marcharte y que la señora de la casa saliera en ese momento, ¡Podría pensar que me llevo algo!, y , entonces, ni pa lante ni pa atrás,que yo soy honrao. Los mismos juegos,las mismas costumbres y hasta sin tele, la misma moda, pantalones bombachos y falda larga hasta los tobillos. Y por desgracia,!seguro!, que como en mi pueblo, de un bando o de otro, en Pascuas de "La Pepe" o del "Jazz",aunque eso era para bailar. Peor era pertenecer a la calle Santisimo o a la calle San Juan, era un síntoma de afiliación para el enfrentamiento. ¡Eso si que era penoso, viviendo en sitios tan hermosos!.