Muelas de los Caballeros - Zamora

¡Es curioso!, nunca llegué a pensar, que, a través de un Foro, llegaran a mi tantos recuerdos de mi infancia, y que un pueblo ,-Muelas de los Caballeros- que ni siquiera conozco, haya calado tan dentro de mi, hasta tal punto, que lo considero como si fuera el mio propio. Conozco, por foto, la casa de la familia Estrada, que por cierto, ¡Preciosa casa!.Las demás, las del pueblo, con fachadas de granito, tejados de pizarra y vigas de roble, ¡vamos! como si las estuviera viendo. El río, cristalino y limpio. Y el paraje de Velilla, precioso. Y cuando llega el Otoño,esos colores amarillos, ocres y rojos que se forman por todos los alrededores son dignos de ver. ¡Vamos! que ser de Muelas, aun siendo un pueblo pequeño, es algo muy grande. Al leer la última entrada de Mariano, me ha recordado mi infancia con lo de las abejas, en el mío también se decía lo mismo, que las picaduras curaban el reúma. Me gustaría conocer Muelas, pero aunque no sea así, con lo bien que lo describe todo la familia Estrada, me doy por satisfecho y ya es como si hubiera estado.Y si bonito es todo lo descrito causa de la Naturaleza,más bonito es que un humano, ame y quiera tanto a su pueblo y a su tierra.

Amigo José Miguel: casi hay que ser de Muelas para saber tantas cosas de Muelas. Y encima las has dicho muy bien, y aunque conmigo te has pasado en elogios, me siento halagado y te quedo agradecido.
Con respeto a la picaduras de abeja, no es que se diga en tu pueblo o en el mío, José Miguel, es que ya hace mucho tiempo se sabe que algunos de los componentes del veneno de abeja, fundamentalmente el llamado melitina, tiene propiedades curativas. Y no sólo es el reuma lo que cura, sino también el lumbago, la ciática, la psoriasis y la hipertensión arterial. Lo curioso es que cuando la ciencia descubrió estas propiedades de la picadura de abeja, hacía muchos años que los colmeneros se curaban con ella.
En Muelas hay una miel de rechupete, porque es de flor de brezo. Y el brezo cubre muchos montes del término: todos aquellos que no están ocupados por el pino o el roble. Y además hay agua abundante, la del río Fontirín, que es el otro elemento indispensable para la subsistencia de las abejas.
Un abrazo. Mariano

Ves como no me paso en halagos contigo ni un ápice , si casi soy de Muelas es gracias a ti. Respecto a las abejas, tal vez, me expresé mal, sí sabía que no era cosa de tu pueblo y el mío ¡Pero como ahora la juventud, creo, ya no lo menciona! me trajo gratos recuerdos. Eso sí, sabía que tenía propiedades curativas, concretamente el reúma, pero el lumbago, la ciática, psoriasis y hasta la hipertensión arterial, la verdad, lo desconocía. ¡Pero mucho cuidado!, que nadie meta la mano alegremente en un enjambre que también puede ser mortal. Recuerdo que de niño haciamos las mayores atrocidades, seguro que por la ignorancia, a mi me gustaban mucho los higos chumbos, y tal vez, para querer dar una alegría a mi madre y que no los comprara, me dije: Hoy voy a cogerlos de la chumbera y se los llevo yo, ¡Qué alegría cuando vea que su hijo ya sabe hacer cosas!, la alegría fue grande, tuvo que estar dos días, con un trapo empapado del buen aceite de oliva de mi pueblo, quitándome lo pinchos de los higos que llevaba en todo mi cuerpo.¡Cómo no teníamos play-station!

Las abejas forman parte de la naturaleza, querido Mariano, y también de mis recuerdos. Mi familia tenía una casa en el campo, cerca de Tarragona. En una ocasión, una noche, un enjambre de abejas intentó instalar su colmena en una ventana, entre los postigos de madera y el vidrio. Nos dimos cuenta, era sorprendente la cantidad de abejas que había, y rociamos la ventana repetidamente con insecticida. Conseguimos evitarlo, pero lo hicieron en la casa de los vecinos, justo enfrente, donde no había nadie en aquel momento. Al día siguiente, cuando llegaron, tuvieron que llamar a unos apicultores para sacarlo. Qué cosas..