Muelas de los Caballeros - Zamora

Querido Agustín:

Sé que las celebraciones no son santo de tu devoción. Permíteme, sin embargo, que haga caso omiso de tus deseos para felicitarte con lo mejor de los míos.

Que una lluvia fina de felicidades caiga sobre ti y riegue largamente tus días.

Un abrazo
Mariano Estrada

AGUSTÍN

Gentilicio derivado de Augustus, uno de los nombres de mayor prestigio en la Roma imperial. Significa "respetable", "venerable por su majestad y excelencia". Se aplicaba en principio a las divinidades, a sus templos y a sus pontífices, y de ahí pasó a ser utilizado por los emperadores. Octavio César fue el primero que lo utilizó como sobrenombre imperial, y a partir de él siguieron utilizándolo todos los emperadores. En tiempos del emperador Marco Aurelio empezó a extenderse este título a otras dignidades. De ahí se convirtió en nombre propio. El prestigio de san Agustín de Hipona fue tal, que el derivado Agustín llegó a difundirse más que el primitivo y nobilísimo Augusto.

San Agustín ocupa un lugar muy destacado en la historia de la Iglesia, en la historia de la filosofía y en la galería de los grandes hombres, distinguidos por su aportación a la mejora de la humanidad. Si su biografía externa es atormentada, mucho más lo es su biografía interna. Sostuvo duras luchas en su espíritu, que acrisolaron su inteligencia, su fe y su rectitud de conducta. Nació en Tagaste, en el norte de África, el año 354, de padres cristianos. Su madre, santa Mónica, pasó por él muchos desvelos, porque le veía muy descarriado. Hasta los 17 años fue bastante travieso y poco aficionado al estudio. Su padre decidió mandarlo a estudiar a Cartago. Al poco tiempo, murió; así que tuvo que cuidar de él un pariente. Llevó una vida muy disipada. A los 19 años tuvo un hijo con la mujer con la que vivía (estaba muy mal visto entonces). A su madre le causaba gran preocupación. Tenía grandes inquietudes intelectuales, por lo que entraba de lleno en los problemas filosóficos y religiosos que afectaban su vida. Por esa causa estuvo nueve años con la secta de los maniqueos y se dedicó a la astrología, a la magia, a la filosofía. Pero estas actividades no le saciaban, por lo que se trasladó a Roma, donde ejerció de profesor de retórica. Era tal la multitud y variedad de doctrinas que circulaban en Roma, que optó por el escepticismo. De ahí pasó a Milán a ejercer de profesor de elocuencia. Allí, gracias a los sermones de san Ambrosio, se convirtió y se hizo bautizar. Por fin dejó la vida desarreglada que llevaba. Murió su hijo y dejó que su amiga se volviese a su tierra, al norte de África. Su conversión empezó cuando un día, estando en el jardín, oyó una voz que le decía y le repetía:"Tolle et lege", toma y lee, y vio en el suelo un libro abierto. Lo tomó y leyó y se convirtió. Murió en su diócesis de Hipona el 28 de agosto del año 430.

Nos ha dejado san Agustín una obra ingente. Sus obras completas ocupan muchos volúmenes. Las más editadas son sus Confesiones, de una extraordinaria calidad literaria, además de su valor filosófico y moral, y La Ciudad de Dios, una obra en que diseña la ciudad cristiana ideal. Tanto sus obras como su vida han llenado muchos siglos de cristianismo y de humanismo. Fue asiduamente leído por los grandes autores del Renacimiento. Su prestigio tanto religioso como humano no ha conocido ningún momento de decadencia. Es reconfortante tener un modelo y un santo patrón de tan alta calidad espiritual y humana. ¡Felicidades!

Mariano Arnal Copyrigth EL ALMANAQUE todos los derechos reservados

Mariano: gracias por la felicitación. A nadie le amarga un dulce, dice el refrán, y aunque no lo celebre, no podría enfadarme porque la gente me felicite. Gracias, pues, y sobre todo, por la información. Como soy filósofo, algunas de las cosas que transcribes ya las conozco, pero me alegra que ilustres a los amigos. No todos deben saber quién es Agustín de Hipona, San Agustín.

Una coincidencia que te gustará. ¿Sabes de qué pueblo es patrón San Agustín? De Linares, el de Raphael. De hecho, él suele ir tal día como hoy a su pueblecito andaluz. Para que veas las causalidades...

Abrazos

Agustín,

¡Mecachis! Unos minutos más y se me pasa felicitarte, pero menos mal que Mariano está en todo, me ha dado por entrar por aquí para ver si había algo nuevo que no fuera de ese José Miguel, que algo pelma sí que es, y me he encontrado con el pastel, el que nos debes, claro, pero que no veremos.

Yo no voy a hacer una disertación como te ha hecho Mariano sobre tu santo, que más que una felicitación parece una tesis doctoral sobre San Agustín, aunque cierto es que igual que siempre nos ha ilustrado.

Como mucho, y tal vez me equivoque de santo, te diré casi todo lo que sé de San Agustín. Recuerdo que estudié o me contaron que iba una vez por la orilla del mar pensando sobre el misterio de la Santisima Trinidad, y vio a un niño que no cesaba de ir con una pala a coger agua del mar y echarla en un cubo, San Agustín le preguntó ¿qué pretendes,niño? Poner toda el agua del mar en el cubo, le respondió. Y San Agustín exclamó: ¡Eso es imposible! Más imposible es descifrar lo que tú vas pensando, le dijo el niño.

Fíjate que cuando Mariano ha nombrado a San Agustín Hipona, con mis prisas, he entendido que te llamaba hipócrita, y me he dicho: ¡no puedeser!, voy a volverlo a leerlo.

Y además de patrón de Linares, también es el patrón de Villahermosa (C. Real) que le viene de paso, y si no, en Mojácar (Almería) que es un pueblo muy bonito y también celebran estos días las fiestas de su patrón.

Bueno Agustín,¡FELICIDADES!,no te digo que pases un buen día porque se ha acabado, pero sé feliz toda la vida, que es lo más importante y no fácil de encontrarlo, la cultura y el dinero se pueden tener si se pretende, el amor y la felicidad es mucho más dificil.

Un abrazo.

Un abrazo.

Gracias también José Miguel por la felicitación. Recuérdame que te invite a un agua natural -o tal vez con gas, si no es muy cara- en cuanto te vea. Si me pillas estirao, pediremos un plato de cacahuetes como aperitivo. Abrazos

Agustín