León y Castilla... mejor También en esta tierra andamos metidos en Reformas de Estatutos. Más callados, más modestos... Pero igual de sabrosos, y polémicos. Yo os voy a contar (voy a hacer que os cuenten) algo de hoy, sosegado, moderado, pero importante... Al menos para "nos"... "Por historia «la Comunidad debería denominarse de León y Castilla» ENTREVISTA / MARGARITA TORRES / Experta en Historia Medieval La Crónica de León, 11.04.2006 (ANA ROSALINA LOPEZ) LEON.— La historiadora leonesa ha sido designada por el PSOE de las Cortes de Castilla y León, con el apoyo del PP, para participar en la redacción del preámbulo en la reforma del Estatuto autonómico con el fin de aportar el punto de vista de la Historia en la configuración de la Comunidad. PREGUNTA.— ¿Cuál es el objetivo de su participación en la redacción de la reforma del Estatuto? RESPUESTA.— Primero, respetar la Historia, que es a lo que me dedico, para que la Historia real esté viva. Segundo, que los ciudadanos se sientan orgullosos, los leoneses de ser leoneses, los castellanos de ser castellanos y todos reconozcamos los lazos que nos unen, pero León es León y Castilla es Castilla y después hay una Autonomía que es la de Castilla y León. Y, como tercer objetivo, que se puedan solucionar muchos problemas mal resueltos que se vienen arrastrando en cuanto a desigualdades. Creo que cuando los argumentos son racionales, se pueden escuchar. El debate siempre es bueno y es enriquecedor. No me gustan los fascismos ideológicos y creo que puede ser una magnífica ocasión para solucionar muchas cuestiones y para empezar a mirar hacia delante con un poquito de esperanza. Si se nos da la oportunidad a los historiadores y expertos en Derecho para que nuestros planteamientos sean oídos por los políticos, ese debate político, ideológico, jurídico e histórico puede ser muy enriquecedor. Pero sobre todo por otra razón, porque nosotros representamos la voz de los ciudadanos, que son los que hacen la Historia. P.— ¿Cuál es, en su opinión, la mejor definición del concepto autonómico de Castilla y León? R.— Nuestra Comunidad está muy claro que surge de una democracia, que está compuesta por dos territorios claramente diferenciados, el territorio castellano y el leonés, y que surge de la unión moderna de lo que son los reinos primigenios y fundadores de las coronas de León y de Castilla. Es importante tener claro que del Reino de León nació el Reino de Castilla, el Reino de Galicia y el Reino de Portugal. Estamos hablando de que cuando, en 1230 se produce la unión histórica de León y Castilla, en ese momento León, es, además de Zamora y Salamanca, Extremadura, Asturias y Galicia. Y Castilla es Cantabria, gran parte del País Vasco, Rioja, la Castilla histórica y Castilla la Nueva. Por lo tanto, no se puede decir que seamos la histórica Castilla y el histórico León. Somos dos territorios primigenios distintos. Entonces, ahora somos una Comunidad Autónoma formada por dos territorios históricos o regiones históricas que ahora convergen en una realidad que se llama Comunidad Autónoma de Castilla y León. Por ejemplo, cuando hablamos de la histórica Corona de Aragón, hoy en día está dividida en las comunidades autónomas de Cataluña, Valencia, Aragón y Mallorca. Por tanto, de una Corona histórica nacieron cuatro comunidades, un caso muy paralelo al de Castilla y León. P.— ¿Qué prefiere, Castilla y León o León y Castilla? R.— Si vamos a quién es quién, está claro que Castilla nace de León como reino en el siglo XI a partir de un Condado del Reino de León. Por lo tanto, por respeto a 'papá', a los padres, debería ser León y Castilla. Ahora, es bien cierto que a partir del siglo XIII, aunque son dos coronas del mismo nivel, no tienen ninguna supeditación, porque siguen manteniendo muchas instituciones propias, pero se conocen como coronas de Castilla y León. Por lo tanto, tan correcta es una forma como otra, pero como leonesa, León y Castilla me parece mejor. P.— ¿Algunas de las fórmulas del Estatuto de Cataluña se podrían extrapolar para su aplicación al de Castilla y León? R.— Nosotros tenemos una ventaja notable. En el caso de León hemos parido varias naciones. De nosotros se independizó como reino Portugal en el siglo XII, en Astorga en 1143, y está claro que eso es una nación ahora mismo. Por lo tanto, el Reino de León ha sido padre de naciones peninsulares. Eso es una relevancia histórica lo suficientemente significativa para rescatarla. Además, en 1188 en León hemos sido el germen de la democracia occidental, con las Cortes de León, las primeras de la historia de Europa en las que se permite que entre a opinar y decidir el estamento ciudadano y eso también es muy importante. Es triste que, por ejemplo, en Estados Unidos, cuando se reunieron los padres de la Constitución americana, uno de los textos que se consultó fue el de las Cortes de León de 1188 y estamos hablando de la primera democracia del mundo. Y es que muchas veces nos dan más argumentos los de fuera que nosotros mismos. También la Corona de Castilla y de León es la que financia la conquista de América y eso es otro argumento a favor nuestro. No nos van a faltar razones. Podemos llegar, por ejemplo, al siglo XIX, cuando el Reino de León sigue teniendo un Adelantamiento, es decir, el territorio por el que jurídicamente se regía la actual Asturias, Galicia y León, que incluía entonces Zamora y Salamanca. Eso también ocurre en Castilla. Cuando se hacen las reformas provinciales de Javier de Burgos, un ministro de la década de los años 30 del siglo XIX, delimita los territorios históricos como León con León, Zamora, Salamanca, Palencia y Valladolid, lo siento por ellos, pero es así. En ese entonces, el territorio histórico de Castilla la Vieja es el actual Santander, parte del País Vasco y Rioja. Podemos ir, incluso hasta el siglo XX, porque en la época de Franco se decía claramente que la región o el territorio leonés era León, Zamora, Salamanca, Palencia y Valladolid, mientras que la región castellana era Santander, Burgos,... Así que estamos hablando de dos realidades que se pueden seguir muy bien desde la Edad Media hasta el siglo XX. También a nuestro favor tenemos el hecho de que de lo que hoy en día es la región leonesa y castellana surgen cuatro lenguas romances, el gallego, el portugués, el romance leonés y el romance castellano. Somos también origen de lenguas y en el caso de otras regiones, como Cataluña, tienen sólo el catalán o en Valencia el valenciano, mientras que nosotros hemos parido cuatro lenguas. En cuestión antropológica, también tenemos el concejo, una institución de hombres libres que todavía en León sigue funcionando. P.— ¿Dónde deberían estar ubicadas las Cortes? R.— Como leonesa, me gustaría que estuvieran en León. Como historiadora del mundo medieval, me gustaría que estuvieran en León. Desgraciadamente yo no estaba en política ni elegí un lugar central en la década de los 80. Veinte años después de situar unas Cortes en un territorio más o menos central de una Comunidad es muy complicado separarlas de allí, además es una decisión política que no compete al historiador. Ojalá que hubieran estado en León, hubiera sido el lugar lógico por la Historia. Está claro que esa ubicación ha determinado el desarrollo de las provincias. En los lugares donde existe una capital hay más desarrollo, como ocurre con Madrid o Barcelona. En el caso de Madrid, es centro geográfico, pero Barcelona no está físicamente en el centro de Cataluña y, sin embargo, es su capital. A mí no me vale el argumento geográfico, porque no siempre se cumple, como en el caso catalán. Me gustan más modelos como el canario, con dos sedes, me parece más equilibrado para el desarrollo territorial. Me hubiera gustado más que aquí hubiéramos tenido dos capitales alternas, Burgos y León, por ejemplo, cada dos años. Pero también reconozco que económicamente es un coste muy elevado. P.— ¿Existe actualmente una identidad única en la Comunidad de Castilla y León? R.— Los castellanos son castellanos y los leoneses son leoneses y hay que partir de ese hecho. Yo nunca llamaré a un señor de Burgos leonés aunque en el siglo X y XI podía llamárselo, porque lo era, y entiendo que un señor de Zamora o de León no se sienta tampoco castellano. Respetar que somos castellanos unos y leoneses otros no significa nada más que ser honesto con la historia. Ahora, crear una identidad que sea el castellano-leonés es un error filológico, porque no existe tal concepto, es intentar unificar lo que no se puede unificar y es partir de una falta de respeto, porque no se puede imponer lo que no existe. Es como llamar aragonés a un catalán. Hay que partir de la convivencia de dos identidades que pueden convivir muy bien, pero respetando cada una, no imponiendo. .... Aquí termina la entrevista. Y sigo yo: Margarita Torres, es leonesa, historiadora, culta, literata, joven, pero "sobrádamente preparada".. Y moderada. Es,-al menos a mi me lo recuerda-, como Don Enrique Tierno Galván. A él le encargaron también la redacciión del Preámbulo de nuestra Constitución. Margarita, no desmerece. Seguro que sabrá. Un saludo, Alfredo
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