Muelas de los Caballeros - Zamora

¡Ei, chicos, el tema más duro de roer del foro está algo abandonado desde hace doce horas! Aquí envío una carta al director que saca hoy ABC,a propósito de la educación, la falta de autoridad de los profesores y, sobre todo, los "policias estudiantiles" que vigiliarán las aulas para que sólo se hable catalán. Espero que no os parezca algo normal, porque entonces me voy a preocupar mucho.

Abrazos,

La educación en las aulas

Uno de los problemas que tiene la educación en España es el de la falta de autoridad de los profesores. Lo que, además de originar que seamos el colectivo profesional con mayor porcentaje de bajas por depresión y similares problemas psicológicos, repercute también en el fracaso escolar que padecemos y en la creciente ola de violencia juvenil en los colegios.

Es un problema que se arrastra con la Logse, que limitaba mucho la posibilidad de aplicar correctivos, y sin que en la LOE tenga nada previsto para potenciarlos. Todo lo contrario, puesto que incluso fomenta los novillos colectivos al legalizar la posibilidad de huelga de los alumnos.

Sólo faltaba ahora, en Cataluña, que nos impongan unos comisarios lingüísticos; alumnos que podrán denunciarnos o informar negativamente de nosotros si no damos las clases en catalán. Independientemente de que no me parece la mejor forma de fomentar el uso de esta lengua, ¿ha pensado el tripartito cómo repercutirá esta medida en la ya disminuida autoridad de los profesores? Y que conste que siempre doy mis clases en catalán.

Federico Gómez Pardo, profesor de Secundaria (Gerona).

Hola, Agustín:

Habrá profesores en Cataluña (los serviles) que estén realmente encantados con esta escandalosa represión, puesto que son de la cuerda de los que la conciben. Habrá otros (honestos, como el de la carta) que, siendo razonables, sentirán una preocupación añadida a su ya larga lista de frustraciones. Y habrá unos terceros (los perseguidos), que se sentirán verdaderamente angustiados, ya que, por propia voluntad, darían las clases en castellano, pero su autoridad quedará vigilada y sometida a la de determinados estudiantes que, quién iba a decirlo, estarán encantados de asumir el ignominioso papel de acusicas.

Éstos llevarán en sus ojos el estigma de los delatores y, aunque nadie los repudie, ellos se sentirán repudiados.

Mal modo de defender un idioma. Muchos daños para una triste medida.

Un abrazo