Foro- Ciudad.com

Muelas de los Caballeros - Zamora

Poblacion:
España > Zamora > Muelas de los Caballeros
05-11-05 14:37 #129752
Por:No Registrado
Se abre la veda: el Estatut de Catalunya
Mariano... Pero a estas alturas, ¿no se ha abierto en el foro un capítulo de inpresiones sobre el Estatut de Catalunya? Ahí van las mías sobre el debate en el Congreso. Abro la veda...

La defensa a untranza de los defensores (v.l.r.) del Estatut fue muy pobre a nivel de discurso. Carod -¿es de verdad filólogo en algo, como recuerdo haber escuchado o leído?) fue impenetrable y de sintaxis inconexa. Exagerado (si algo quita razón en un debate es la exageración), basado en que era absolutamente lógico –para él- lo que exigía, no ocultó amenazas guerro-civilescas si no prosperaba el asunto. De Madre se olvidó de la suya. Mas, más de lo mismo, como Carod. El del PNV estuvo brillante de palabras pero en las nubes, como volando a 10.000 metros. Los otros a su papel. El congresista-cantautor del CHA, estuvo bien al comentar “si hacía falta que ese Estatut fuera tan farragoso” (en román paladino: mal escrito). ZP nombró a España –eso que no sabe lo que es- 40 veces, y se llenó como siempre de sus palabras: consenso, diálogo, futuro, talante. Su discurso habría sido el mismo para cualquier otra ocasión: es permutable. El único hombre de estado entre los oradores, Rajoy, estuvo sereno, defendió con firmeza, riqueza de conceptos y sensatez lo que la mayor parte de los españoles y la mitad de los catalanes desea. Y para Alfonso Guerra fue un día aciago. Los nacionalistas estaban flotando, no se lo creían, la cosa había ido muchísimo mejor de lo jamás hubieran imaginado.

Yo, –catalán por si no lo sabéis-, estoy contra el Estatut, porque promueve una España dividida (ahora todas las comunidades querrán los mismos privilegios, con lo que estaremos igual, mal menor), y porque aboga por la libertad colectiva, de pueblo, étnica, en contra de la libertad individual que es el principio básico de una democracia. Intentan –los nacionalistas- perpetuarse en el poder, sin resquicio para la alternancia o la oposición, un PRI a la catalana. Si estás de acuerdo conmigo, vivirás bien. Si disientes, te haremos la vida poco menos que imposible. Además, el articulado del Estatut está mal escrito, con profusión de redundancias y desdoblamientos, con una prosa confusa, y farragosa como dice el señor del hatillo. Parece que hubieran ido añadiendo cosas a medida que negociaban o cuando se les ocurría una nueva y "brillante" idea. No han sido capaces de escribir un articulado mínimamente claro, seguramente intencionadamente. Cuando hacen falta 227 artículos para explicar algo que otras "constituciones" resuelven con muchísimo menos -y la Iglesia con sólo Diez Mandamientos-, es que simplemente, o no saben, o son unos mediocres juristas. Pobres catalanes si al final resultan gobernados por estos incompetentes…

Estoy a favor de esa plataforma cívica que propugnaban Albert Boadella, Arcadi Espada y Félix Azúa, entre otros intelectuales, donde denunciaban la presión y opresión nacionalista que hace irrespirable la atmósfera cotidiana en Cataluña. He estado viajando varios días por allí, y no lo dudéis, las radios (Catalunya Ràdio, Catalunya Cultura –radio también-, entre otras), son obsesivas, barriendo solo para casa. Sólo existe Cataluña. En aquélla última, había un programa –diario-, hecho desde Catalunya Nord (¡desde Perpiñán, Francia!) donde un insoportable cantautor galo cantaba en catalán macarrónico canciones que no podían interesar más que a los “de la seba” más acérrimos y aún tengo dudas. Una vergüenza, pero todo cabe. Radios oficiales, pagadas con el dinero de todos, con fines nacionalistas. Pero era una muestra de la universalidad de Cataluña, grande y libre. En contraste, a un policía galo que me paró en Montpellier, intenté hablarle en catalán, sin éxito. No lo hablaba ni lo entendía, pero los nacionalistas catalanes me desmentirán con toda seguridad.

Repito: pobres catalanes, si llegan a ser gobernados con este Estatut y por esos indeseables incompetentes...

Saludos,

Ramón Arcusa

Puntos:
05-11-05 17:11 #129807 -> 129752
Por:No Registrado
RE:Se abre la veda: el Estatut de Catalunya
Cuando viajan los congresistas al extranjero no saben en qué país se encuentran, todos los palacios don se celebran las altisonantes cumbres se parecen y los hoteles de ***** son iguales; por mucho que viajen no ven nada, no aprenden nada. Incluso, desconocen las necesidades y las ilusiones del propio pueblo al que representan.
Serían recomendables dos viajes a los constitucionalistas y estatutistas antes de sentarse a elucubrar el malabárico articulado de cualquier estatuto autonómico, el primero recorriendo los poblados del Nilo, 6.671 Km. y el segundo por los 2.500 Km. del superpoblado Ganges. Comiendo, bebiendo y durmiendo con el pueblo, o lo que es lo mismo: utilizando el monedero y los transportes públicos.
Saludos.
Puntos:
05-11-05 20:27 #129897 -> 129752
Por:Mariano Estrada

RE:Se abre la veda: el Estatut de Catalunya
Hola, Ramón:

Es cierto que el tema del Estatuto no había salido directamente a debate, posiblemente porque este Foro no es de preeminencia política, en el sentido de que ésta, como tal, no prevalece sobre los muchos asuntos que en él se exponen y se tratan, si bien es verdad que la política impregna el lenguaje y la vida, estando implícita en cada acto y en cada opinión. A nadie se le oculta que la política condiciona en gran medida las relaciones entre las personas, hasta el punto de que a menudo condiciona no sólo las de amistad, sino también las de familia.

Aclarado esto, digo:

Tu opinión es clara, valiente y honesta, máxime siendo catalán y estando más expuesto que otros a las iras nacionalistas, en estos momentos desatadas y ciertamente recias. Sabemos que actualmente todas las instituciones de Cataluña están impregnadas del nacionalismo imperante, que es avasallador, agresivo, excluyente, sordo y ciego.

En cuanto a las interpretaciones que haces del Debate, yo estoy de acuerdo con algunas, pero no con otras. Por ejemplo: yo vi a un Carod-Rovira muy suave, es decir muy Pérez, como lavado con perlán. A Manuela de Madre, confundiendo la velocidad con el tocino. A Mas, un tanto gallito, tal vez un punto matón. A Zapatero, exactamente metido en sus zapatos, que son menos el camino de España, de cuyo nombre se enamoró de repente, que el de los ponentes de la Reforma, entre los que parecía uno más. Y Rajoy, efectivamente, defendió en solitario la idea de una España unida y de la vigente Constitución, la cual ofreció reformar en un acuerdo pactado para solucionar los problemas suscitados por el nacionalismo insistente. No estoy de acuerdo en que el tono fuera tranquilo, sino que yo percibí en él un tono chillón, incluso innecesariamente exaltado. Y lo dice alguien que en las discusiones verbales se calienta bastante, tanto como después lo deplora.

En fin, creo que los ponentes catalanes se propusieron pasar por el Congreso sin excesivos alborotos para no causar alarma en la población y rebajar en lo posible el malestar que en días anteriores se masticaba en la calle. Y creo que en parte lo consiguieron. En cuanto a Zapatero, con su tono sosegado y su voz aterciopelada (ésa que gusta tanto a las mujeres), consiguió holgadamente sus premeditados propósitos, que consistían en pasar el camello por el ojo de la aguja, además de golpear en la boca a uno de los máximos oponentes dentro de su propio partido: Alfonso Guerra, a quien citó para recordarle que él también decía en otro tiempo que España era una nación de naciones. Así que, en la práctica, Rajoy estuvo más brillante, en efecto, pero fue Zapatero quien consiguió llevarse el gato al agua, ese gato parlamentario del que Felipe González había dicho que no importaba el color, sino los ratones que cazara. Por cierto, Felipe González también ha salido perdedor indirecto, al menos por ahora.

Otro que pierde es José Bono, por ir picoteando en todas las flores, como mariposa volandera, para acabar aceptando su condición, que es de personaje relumbrón de muy segunda fila.

Yo creo que, al margen del término nación, del que luego hablaré y del que los expertos del Psoe dicen que es de un orden “teorético” para no borrar de un plumazo el escenario, la organización territorial de España podía ser perfectamente federal, siempre que el Estado garantizara la cohesión y la solidaridad interterritorial, cosa que se consigue mediante la recaudación de una parte de los impuestos y la distribución pertinente de los mismos. En fin, lo que se entiende por un Estado centrípeto. Por supuesto, la soberanía no puede ser compartida, puesto que entonces estaríamos hablando de un Estado Confederal o un Estado versión Ibarretxe, que es el de Libre Asociación. Los vascos siempre dando la nota. Y ahora , además, se sienten despechados, tal vez con razón.

Y volviendo al termino nación, yo creo honestamente que, desde el punto de vista cultural y, sobre todo, lingüístico, Cataluña es una nación. Otra cosa es lo que pueda decirse desde un punto de vista jurídico o político, por los que probablemente no pueda admitirse ese término.

Por último, estoy de acuerdo en que el Estatuto es farragoso, que intenta abarcar lo inabarcable, meter las narices en todo, incluso donde no debe, y controlar hasta la náusea las actividades de los ciudadanos. Es decir, promueve una libertad colectiva y cercena la libertad individual. Intenta incluso introducir determinados blindajes frente a los que, de conseguirlo, España (o el Estado Español) tendría las manos atadas.

Resumiendo: mucho pedrusco por pulir, mucha tela para cortar, mucho bacalao de la bahía para poner en la balanza de las negociaciones. Y al final, si se llega a un acuerdo, no dejará de ser un parche adosado a la Constitución y, por lo tanto, susceptible de despegarse en cualquier otro momento para reavivar el desasosiego, la desconfianza y las heridas. Mal comienzo es ése para poner a andar un Estatuto bajo el que puedan organizarse los catalanes y convivir armoniosamente con el resto de los españoles, tal como a uno le gustaría.

No sé si he logrado explicarme
Un abrazo
Puntos:
05-11-05 21:51 #129943 -> 129897
Por:No Registrado
RE:RE:Se abre la veda: el Estatut de Catalunya
Sí, Mariano, de acuerdo en tus comentarios. Resulta que el discurso de Rajoy no pude escucharlo, estaba de viaje y no podía ver TVE-2, pero leído -que es como lo juzgué-, parecía de lo más sensato, duro (con las cosas de comer no se juega), pero el mejor de todos de largo como hombre de estado. Te invito a que lo leas, aunque quizá sea muy diferente, y la imagen que ha quedado es la de TV. Quizá se pasó en el tono; en lo poco que escuché por la radio, desde luego, no.

Que los nacionalistas catalanes -y ZP- vinieron disfrazados de corderitos, está claro, pero uno recuerda cosas dichas antes, y la amenaza final de Carod, y no nos engañan como a Caperucita. No me gustan, lo siento. Me dan repelús.

Y además... Durán y Lleida arremete –por su posición crítica respecto al Estatut de Catalunya-, contra la COPE, nada menos que en el Parlamento… Sin comentarios.

Y fuera del Parlamento, Montilla hace visos de querer cerrarla porque tampoco le gustan las críticas. Los de ERC lo mismo… Hasta a El Periódico le molesta, y pone a parir a la COPE por expresar sus opiniones. ¿Libertad de expresión…? No quieren que exista cuando es crítica con ellos… Qué poca memoria tienen. Deben ser tics estalinistas (lo de querer callar bocas no afines). La Generalitat subvenciona a todos los periódicos de Catalunya –que loan al nacionalismo-, y éstos le devuelven el favor. Hasta La Vanguardia que parecía un muro de contención, está cada día más vendida (¿o comprada?) al/por el nacionalismo. Triste España. Siempre lo mismo, con unos o con otros.

Un abrazo,

Ramón Arcusa
Puntos:
06-11-05 11:37 #130072 -> 129943
Por:No Registrado
RE:RE:RE:Se abre la veda: el Estatut de Catalunya
Apasionante debate, queridos amigos: casi más atractivo que el del Parlamento.

En mi opinión, el debate más lúcido fue el de Ortega y Gasset, que destrozó con creces los argumentos de Azaña. Claro está que me refiero al debate que hubo -sobre el mismo tema- hace cincuenta años. Os recomiendo encarecidamente que lo leáis, y si alguien no lo encuentra, yo le ofrezco el texto de ambos discursos.

Echo en falta que hoy los debates no sean tan ricos en belleza como antaño. Pero, como buen guerrero, debo tomar posición; aquí todos os habéis mojado, y no seré yo el esquirol. No al Estatut, no a la tiranía de la minoría, no a los mandamientos de un grepúsculo de mandamases que no representan al pueblo.

El texto del Estatut es extenso y confuso porque interesa que así sea y, además, muestra que nadie tiene las ideas tan clara como parece. A mí me produce tristeza, muchísima, que muchos diputados del PSOE teman confesar su opinión, y los confesados contra el Estatut, no sean consecuentes con sus ideas en el Parlamento. Éste es un hecho que me produce indignación: el Estatut podría acabar en aguas de borrajas, pero para ello debería haber libertad individual dentro del PSOE. No la hay. ¡Claro que pretenden destruir la libertad individual en pro de la colectiva! Es eso lo que les interesa a los políticos nacionalistas, clase dominante y destructra de voluntades y discrepancias.

Estamos ante un momento de crisis. Y, por eso, los medios de comunicación catalanes, en su mayoría, aplauden el Estatut: nos jugamos la cabeza y el cazo, señores. La libertad tiene un precio. Parece que, por desgracia, los medios de comunicación pretenden conservar su puesto antes de que los echen a la calle. En una entrevista a Sánchez Dragó, y que pronto podréis leer, éste confiesa -y yo lo certifico- que los socialistas (nacionalistas, en general) disfrutan cerrando puertas, mermando libertades. Al amigo lo echaron de Negro sobre blanco un mes después de ganar el PSOE las elecciones. Curioso, ¿no?.

Y respecto a lo que comenta Ramón sobre el colectivo cultural antinacionalista (Arcadi, Boadella, de Azúa...), es triste que no reciban el apoyo de los medios, o si lo reciben, sólo sea para que escriban un artículo pero como si la cosa no fuera con ellos (me refiero al diario El País, sobre todo). ¿Qué nombre deberíamos darle a una actitud así? ¿A una actitud que rompe el pensamiento crítico, diferente y distinto? ¿Censura? Así es. Y, tal censura, por cierto, viene de la mano de los defensores de la democracia y la libertad de opinión. Palabros, sólo palabros, que pocos llevan a la práctica.

Malos tiempos para el pueblo catalán. Sobre todo, para éstos. En definitiva, ellos son los que recibirán el Estatut en sus cabezas. Los otros españoles también, desde luego, pero de distinta manera. Sospecho, como asegura Ramón, que si esto va adelante, entonces aparecerán otros "estatutazos" y los problemas aflorarán incesantemente. La solución es difícil. Si, al menos, el PSOE permitiera la discrepancia de sus diputados, entonces todo acabaría en nada, en un intento de sabotaje. Pero me temo que, por desgracia, una vez más, se vota en bloque.

Saludos.

Agustín






Puntos:
06-11-05 12:00 #130089 -> 129752
Por:José Palop

RE:Se abre la veda: el Estatut de Catalunya
Ayer me fue imposible contestar por mis múltiples compromisos, -de lo que seguro estoy que dentro de un rato me tachará Agustín-, pero no quiero dejar de dar mi opinión a este punto.

En primer lugar no estoy de acuerdo en algunas cosas de las que dice Mariano, pienso que política, - si no estoy equivocado- viene de la palabra griega “polis”, que traducido, significa “ciudad”, de ahí, ciudadanos, y en su amplio sentido la actuación que todos hacemos en el teatro de la vida como participantes que somos, es decir, que cualquier gesto u opinión , estamos haciendo política. Por lo tanto, el foro es político, hasta cuando Agustín y yo nos ponemos a decir tonterías. Además, aquí, la mayoría nos hemos decantado como no nacionalistas, aunque también es cierto que siempre hemos dicho que somos tolerantes y comprensivos, y a los que los son, los respetamos.

Segundo, Carod Rovira no es moderado ni durmiendo, este hombre, de raíces aragonesas, hijo de guardia civil, que seguro estoy que nacería en Catalunya de casualidad, porque a los guardias los marean más que a un pato en el agua, llevándolos de aquí pa allá, y encima, se declara hombre de izquierdas, a mi , por lo menos, me caería la cara de vergüenza con la postura que toma, porque el Estatut, de solidario y socialista, nada. Este es un hombre de los que muchas veces hemos hablado en el foro, con afán de poder y protagonismo, y sólo lo mueve el egoísmo. ¡Cómo sólo me respaldan unos pocos votantes, pero da la casualidad que para gobernar Catalunya hace falta mi voto, y a la vez, los de Catalunya para gobernar España, me aprovecho!

Y todo lo expuesto en el punto anterior, viene bien para definir al Sr. Zapatero, porque creo que él piensa, si no me uno a los votos de Catalunya, no puedo ser presidente durante cuatro años y quedar en la foto para la posteridad, ya que a las próximas, después del “merde” que estoy dejando, seguro que no sigo ni de “coña”. Porque yo, sigo creyendo, que la mayoría, son los que no hacen el juego a cuatro políticos que se preocupan de vanidades y no de cosas serias.

Y finalmente diré algo sobre el Estatut, a grandes rasgos, - y también si no estoy equivocado-, lo que pretenden es que España sea una nación de naciones, en donde yo, acataré las reglas que me interesen, porque si no me gustan, las pasaré por el Parlamento de mi nación, y no las acataré. Me interesa, -como Comunidad más rica y generadora de mayor riqueza-, aportar menos de lo que aporto. El ejército no me interesa, ese que lo tenga España y así lo pagamos todos. Representación en Nigeria tampoco, yo quiero en Bruselas, Londres y Roma, que son más ricas y bonitas. En definitiva, pienso que siempre piden estas cosas los que más tienen, y lo entendía algo, cuando era Jordi Pujol el que lo solicitaba, pero el Sr. Rovira, un hombre de izquierdas, no.

Y otra cosa, que sigan comprando el resto de ciudadanos de España, todo lo que fabrico yo, porque si no, bajará nuestra economía. En definitiva, si digo la verdad, haciendo un esfuezo lo entiendo casi todo, porque ya hemos dicho muchas veces en este foro que, los humanos, somos depredadores, egoístas y otras cosas,pero eso no quita para pensar que es un Estatud pensado bajo el "Ego", todo lo bueno para mí, los pobres ¡Ya se apañarán!

Y termino diciendo lo que ya he dicho muchas veces, soy de los que me gusta que se conserven las raíces, las costumbres, en una palabra, la idiosincrasia de una zona , me gusta tener amigos en Catalunya, en Madrid, en Cáceres y en Andalucía, y vivo las costumbres, y sobre todo, la música, cuando voy a alguna de ellas , respeto y me encanta oír hablar en otros idiomas,y pensad, que el que sabe dos, mejor para él, pero a estas alturas de la vida , no dividamos, al contrario, sumemos, que eso nostraerá menos gastos y seremos más sociables y humanos, que esto son cuatro días.


Un abrazo a todos.
Puntos:
07-11-05 08:38 #130449 -> 130089
Por:No Registrado
Boadella (especial Ramón)
Hoy aparece una entrevista en La Razón a Albert Boadella que no tiene desperdicio. Además, comenta algunos puntos tal cual los señaló Ramón. Me parece una entrevista lúcida.

Albert Boadella, director de Els Joglars: «La mayoría de la gente que votó a Maragall está contra el Estatut»

El «juglar» catalán, que estrena «En un lugar de Manhattan», cree que «el Estatut es un bodrio, hay que suspenderlo hasta en gramática»

Miguel Ayanz

Madrid- «¡Boadella!», le grita/saluda un tipo en mitad de la acera con los pulgares en alto, como si le dijera: «Tú si que eres grande». No es el único, otro repite su nombre más tarde desde el otro lado de la calle. Está claro que Albert Boadella es popular. Querido, me atrevería a decir. Y estamos en Alcalá de Henares, no en Barcelona. Aquí, en el Teatro Salón Cervantes, estrena Els Joglars este fin de semana «En un lugar de Manhattan», la revisión que la incisiva compañía catalana ha acometido del clásico cervantino a instancias de la Comunidad de Madrid. Pedimos un café en el ambigú del teatro. Él lo toma solo. Ataco de frente: «Voy a preguntarle por el Estatut y muchas otras cosas». Boadella sonríe y pone en funcionamiento esa máquina de hacer «amigos» que tiene bajo la nariz. Y eso sin preguntarle nada. Pero es un tema que le preocupa. No en vano, fue uno de los intelectuales catalanes firmantes de un «manifest» que criticaba la reforma del Estatut y denunciaba los intereses del nacionalismo.
-Desde el año 80, no se ha hecho otra cosa que el ridículo. Es un asunto que no fue tomado en serio por el resto del España. De Pujol se decía que era un gran estadista, tanto la derecha como la izquierda. Yo me ponía histérico. Creó un caldo de cultivo para lo que ocurre ahora. Estos son los hijos naturales de Pujol. Maleducados como lo era él. Y no es cuestión de izquierda o derecha. Felipe González no permitió ciertas cosas tampoco.
-No parece gustarle la reforma del Estatut.
-Soy pesimista. No se puede discutir un asunto territorial de esta envergadura y que el PP, un partido de diez millones de votantes, esté fuera de juego. Me parecería muy grave que salga el estatuto sin el acuerdo del PP. En la Transición, los catalanes tuvimos una oportunidad para acabar con el falso problema catalán, ése del que Ortega y Gasset decía que no tenía solución.
Me van a perdonar que haga un inciso en las palabras de Boadella, pero el camarero le suelta un «benvingut, Albert» y charlan en catalán unos segundos. Lo gracioso -lo digo por todos aquellos que le han llamado «anticatalanista», «traidor» y otras lindezas- es que cada vez que coge el móvil es para hablar en catalán. Juguetea con el sobre vacío del azúcar y sigue con su visión del «status quo».
-No podemos volver atrás otra vez, al año 1714, a pensar en Felipe V. A eso se le llama paranoia. Ciertos sectores catalanes, del mundo de la cultura y la política, han tenido un gran interés en no eliminar este problema, sino en aumentarlo a medida que pasaba el tiempo. En vez de extinguir el fuego, se lo ha ido avivando. Los gobiernos de Pujol ya se encargaron de las escuelas, de la enseñanza. Daba la sensación de que todo lo que venía del resto de España era nocivo. Siempre se hablaba de Castilla, de los castellanos, con cierto retintín. Eso va haciendo su efecto en la ciudadanía. Y además descubrieron que es de una enorme rentabilidad política. Pujol gobernó así 23 años. Hacer política de los sentimientos es muy fácil. Y cuando ha llegado el momento, cuando los políticos catalanes han descubierto que Madrid, me refiero al Gobierno central, podía jugar su parte en el juego, no veas tú: entonces ya somos Nación, Imperio o lo que convenga.
-Pero, ¿qué opina de la reforma del Estaut?
-Lo primero, habría que darle un suspenso en gramática. Rajoy hubiera tenido que decir: «Presénteme usted un texto que se entienda». Hay partes que son una tontería, como cuando dice que todo catalán tiene derecho a disfrutar del paisaje. Se meten hasta en lo que nos tiene que gustar, como si fuera un manual de urbanidad. Es un auténtico bodrio. Y un problema, porque ya no hay marcha atrás. ¿Qué hacer ahora? Si se corta, entonces volvemos al victimismo. Si se acepta, a esperar al siguiente paso, porque el nacionalismo está instalado en la reivindicación permanente.
-No sé si siguió la sesión del Congreso. A mí me pareció que nadie utilizó este argumento: ¿cuál será el siguiente paso y cuándo?
-Las reivindicaciones no se acaban, porque entonces todos esos políticos se irían al paro. Seguí más o menos el debate, sí. Y creo que en España también tenemos el problema en la derecha. Tiene que tener otro ánimo. Esto es un hecho que contamina a la propia izquierda. En el caso del Estatuto, me parece que habría que utilizar una «artillería» más ingeniosa. Hay que posicionarse, aunque te pueden llamar, con mucha facilidad, anticatalán. ¡Si me lo llaman a mí! ¡Y traidor! Imagínate a alguien que no haya nacido allí. Es difícil. No olvidemos que la derecha, en Cataluña, secundó a Pujol totalmente. Y cuando hubo un señor inteligente, un magnífico político como era Vidal-Quadras, fue defenestrado por orden de Pujol, por aquel acuerdo que tenía con Aznar.
-Usted mismo, y otras voces, han dicho que el problema es anterior: la reforma del Estatuto nunca tendría que haber llegado al Congreso.
-Era muy difícil, porque en el momento en que en Cataluña el Partido Socialista tomó la decisión, ya era irreversible. Si el PSE hubiera ganado las elecciones en Cataluña en los años 80 y 90, seguramente no hubiera tenido que jugar la carta nacionalista para ganar y la contaminación nacionalista hubiera sido mucho menor. Pero ahora el Partido Socialista tiene que demostrar que es más catalán que Esquerra Republicana. Y tiene que defender una posición dudosamente solidaria, endogámica. Esto es la contradicción total con un planteamiento de izquierdas.
-Es curioso: en el debate del congreso «solidaridad» fue una de las palabras más escuchadas por la parte del Tripartito. A mí me parece que nada tiene de solidaria esta reforma.
-Ellos saben perfectamente lo que están haciendo: en el fondo quieren una posición de privilegio. Quieren hacer lo que les dé la gana, sin ningún control. Pero sin tener que mantener un ejército, que eso desprestigia mucho. Eso que lo hagan los «malos», los españoles.
-Acláreme una cosa: el 90 por ciento del Parlamento Catalán votó a favor de la reforma. Sin embargo hay encuestas que dicen que este porcentaje no coincide con el de los ciudadnos que apoyan la reforma del Estatut.
-La gente que votó ERC sabía perfectamente lo que votaba y está de acuerdo con esto. La gente que votó Convergencia, yo diría que no todos, pero bueno, quizá una mayoría. Los que votaron al Partido Socialista, me atrevería a decir que más de la mitad, están en desacuerdo con la reforma del Estatut. Hay un cierto secuestro del voto. Pero, si a través de la fantasía política se les dice que con el Estatut tendrán cien hospitales más, que las escuelas serán de diez alumnos por clase, la gente tampoco es masoquista. Si hiciéramos una profunda encuesta neutral, nos daríamos cuenta de que hay cientos de miles de ciudadanos en Cataluña que no apoyan esto. Cuando estos usurpadores hablan de Cataluña, a mí me parece una actitud de secuestro de la voluntad popular. Es evidente que un Parlamento, en una democracia, representa a sus votantes. Pero hay ciertas cosas que un Parlamento tiene que decidir de forma distinta. En una cuestión tan delicada como es una nueva relación territorial con el conjunto de España, habría que decidirla por referéndum.
-Hace unos meses, firmó junto a un grupo de intelectuales catalanes no nacionalistas un manifiesto que les ha valido numerosas críticas. Allí decían que el nacionalismo se preocupa únicamente por el Estatut, que política de verdad, la sanidad, la educación, poca.
-Es difícil hacer una política de la razón, que es la auténtica. El Gobierno catalán ha empleado la mayor parte de su tiempo en esta cuestión. Es algo que se hace por la pura supervivencia de este Gobierno.
-Aquel manifiesto le ha costado amenazas de muerte.
-Bueno, hay algún sector talibán que cree que todo el que no piensa según la estricta ortodoxia del catalanismo es un traidor.
-¿Para cuando ese partido político que había anunciado en el Manifiesto?
-Ahora vamos por las localidades, de momento en ciudades importantes, creando adhesiones. Para dentro de unos meses veremos qué «quorum» tenemos y quién toma las riendas de este partido. Creemos que Cataluña necesita un partido auténticamente no nacionalista.
-¿Entrará usted a fondo en la vida política?
-No. Haré lo que he hecho hasta ahora, pero nunca dentro de una administración.
-Pues no estaría mal verle de President. Y que luego alguien hiciera teatro sobre usted.
-Lo que he hecho hasta ahora ha sido únicamente por un deber cívico, nunca por una vocación especial. Y sería una lástima. Creo que hago mucho mejor teatro que política. En las circunstancias actuales, es más digno el trabajo en el teatro que en el «teatro político».
-¿Para cuando una obra sobre el Estatut?
-Eso nunca. Ni pensarlo. Estoy cansado de trabajar directamente sobre estas cuestiones, me han saturado. Estoy un poco asqueado. No hay que olvidar que yo fui uno de ellos. En 1975, a la muerte de Franco, pensaba que Cataluña necesitaba una reivindicación cultural, cierto respeto por su etnia, ese tipo de cosas. Cuando he visto en lo que se ha convertido, he pensado que me equivoqué al pensar que nosotros éramos los únicos de España que tuviéramos eso que llaman hechos diferenciales. Como si Murcia, La Rioja, Almería, no tuvieran sus peculiaridades. Nosotros también las tenemos. Tenemos nuestra lengua materna, que yo hablo habitualmente con mis hijos, con mi mujer. Pero tampoco es un hecho tan importante. Todo el mundo tiene sus rasgos diferenciales. Si bien fuimos víctimas de Franco en el aspecto más cultural, en otros territorios, el problema era comer: Andalucía, Extremadura... Eso sí que eran víctimas. Luego estaba el otro engaño: que nosotros no habíamos sido una región franquista: totalmente falso. El señor Cambó era pagano de la Guerra Civil. Como el señor Mateo, de Peralada. Cataluña, en el año 75, a través del catolicismo «monserratil», ya había fabricado toda una trama de tergiversación histórica. Y yo pertenecí a eso. Cuando vi de qué iba el asunto empecé a desconfiar. Ahora, si tuviera que volver a empezar, no lo haría igual.
-¡Qué pena, no habríamos tenido maravillas como el «Ubú President»! Esperemos que no lo deje. ¿No le inspiran, teatralmente, Maragall o Carod-Rovira?
-A Maragall ya lo puse en el último «Ubú».
-Pero tenía un papelito menor.
-Hombre, era muy importante, se subía más alto que Pujol, y decía peores locuras. Fue premonitorio, porque todavía no era presidente de la Generalitat. Ya se llevó lo suyo. Además, me inspira poco: para hacer una obra sobre alguien, lo primero tiene que ser un personaje.
-Parece desencantado, en general, por todo lo que me cuenta.
-No, tengo muchas ganas de hacer buen teatro. No me quedan tantos años de energía, de libido intelectual, y los tengo que aprovechar.
-¿Qué opina del teatro que se hace actualemente en los escenarios españoles?
-Veo de todo. España tiene un problema de rigor profesional. El arte es un trabajo minucioso, de mucha entrega, horas y concentración. Y todos quieren un éxito fácil. Además, las administraciones no han sido positivas en este sentido. No porque se invierta dinero, que está bien. Pero se ha hecho bajo control, y el mundo del teatro se siente ahora como un un funcionariado. Pero hay muy poco compromiso, muy poca transgresión. La gente tiene miedo de herir a alguien. Las cosas a veces tienen que molestar, tener una cierta violencia.
-Crearse enemigos, vamos...
-Sí, fomentar enemigos. Ése es uno de los mandamientos de Els Joglars.
-Hace unos meses un libro recogía el decálogo de la compañía. ¿Cuáles son sus otros mandamientos?
-Somos antidogmáticos. Somos agropecuarios. Despreciamos la fantasía: la realidad es lo más importante. Vamos siempre contra la moda si es posible. Creemos que el único creador es Dios: los demás somos constructores. Ahora a cualquier mindundis que hace una tortilla de color violeta lo llaman creador...
-Ahora estrenan una versión propia de «Don Quijote», titulada «En un lugar de Manhattan». ¿Respetará ese decálogo?
-Está dentro del decálogo. Trata de enfrentar esos dos mundos: el de la frivolidad posmoderna, la huida hacia delante a costa de Cervantes, del «Quijote», de Shakespeare o de quien sea, frente a un mundo arcaico como el de la moral quijotesca, desgraciadamente ya en recesión, por no decir desaparecido. Ya no quedan Quijotes.

En primera persona

Palabras cruzadas En 1977 cató la cárcel por atreverse a llevar la historia de un anarquista a la escena. «La Torna» se convirtió en un clásico. Casi 30 años después, sigue cabreando a tirios y troyanos. «La Torna de la Torna», a mediados de este año, le valió un conflicto con los ex Joglars que le reclamaban su co-autoría. En 2004, se negó a aceptar la Gran Cruz de San Jordi de la Generalitat y pidió, indignado, que el Ayuntamiento de Calafell le mantuviera el título de «persona non grata», que pensaba retirarle. Contestario, provocador, lúcido como pocos, Albert Boadella (Barcelona, 1943) fundó en 1962 Els Joglars. Tiene alma de juglar y de bufón y una máxima: «Que no pase un día sin hacer un nuevo enemigo». Se ha reído de la Iglesia («Teledeum», 1983) y del nacionalismo («Operación Ubú», 1981, y «Ubú President», 1995). Entre otros éxitos, se recuerda la trilogía dedicada a Dalí, Plá y el «Ubú» Pujol. Acaba de estrenar en el Teatro Cervantes de Alcalá de Henares «En un lugar de Manhattan» (allí puede verse hoy y mañana). El día 17 llega al Teatro Albéniz, donde estará hasta enero.

Puntos:
07-11-05 10:06 #130480 -> 130449
Por:No Registrado
RE:Boadella (especial Ramón)
Gracias Agustín por la entrevista. Me gusta Boadella -desde siempre- y su entrevista no tiene desperdicio, como dices. Hay que desnmascarar a esos secuestradores nacionalistas.

Abrazos,

Ramón
Puntos:
07-11-05 11:23 #130521 -> 130480
Por:No Registrado
RE:RE:Boadella (especial Ramón)
El tema de Boadella -y la Plataforma Cívica Ciudadana- levanta ampollas. Es una de las discusiones más acaloradas de la actualidad. Ya sabes, Ramón, que ahora consideran a Boadella, Arcadi, Félix de Azúa, etc., unos renegados, unos miserables, unos estúpidos. Y me indigna, porque nunca lo han sido ni lo serán. La propia izquierda que siempre los aplaudió los está sometiendo a una caza de brujas. Es terrible lo que está ocurriendo con el panorama cultural español, y en concreto, el catalán. ¿Cómo acabará todo esto? No lo sé, pero cada día aprecio más crispación, injusticias y censuras. La entrevista es una gozada, lúcida, brillante, de esas que colgaré en mi casa para recordar que todavía queda gente valiente, sincera y crítica.

Saludos.

Agustín
Puntos:
07-11-05 11:57 #130533 -> 130521
Por:No Registrado
ciutadans de Catalunya
En la siguiente web podéis enteraros de primera mano sobre lo que acontece con la Plataforma Ciutadans de Catalunya. La web está en castellano/catalán, así es que podéis leerla sin problemas. Allí os empaparéis de lo que ocurre con la situación de la cultura catalana, y cómo se está amenazando (incluso de muerte) a gente tan lúcida como Boadella, Féliz de Azúa, Arcadi, etc. Merece la pena leer un poquito de la web. Saludos.

www.ciutadansdecatalunya.com
Puntos:
07-11-05 12:14 #130539 -> 130533
Por:No Registrado
integración, cultura, nacionalismo
Interesante artículo, colgado en la web que cité, y de Félix de Azúa. Parece que en el artículo encontramos muchos elementos discutidos en estos últimos días. Merece la pena leerlo. Saludos.

Ambigua cultura
FÉLIX DE AZÚA

Durante las fiestas de la apacible población catalana de Berga se produjo, a finales de mayo, un asesinato. Cierto grupo de muchachos conocidos como “los Catoños” se liaron a golpes con otro grupo del que no conocemos las señas. Acertó a pasar por allí una inspectora de policía y gracias a ella sabemos que “un chico de aspecto suramericano, que portaba en su mano izquierda una navaja”, asestó un golpe mortal a otro joven cuya vida será ya eternamente incompleta. Ese mismo día en una radio catalana oí decir a un emocionado vecino de Berga que los agresores eran españoles “porque la navaja no forma parte de la cultura catalana”.

La semana anterior se había producido otro asesinato en L'Hospitalet, tras un enfrentamiento entre bandas del Instituto Margarida Xirgu. El director del centro, un hombre joven a quien luego pude ver por televisión y me pareció tan responsable como concernido, lo explicaba así: “Les han buscado las cosquillas y ellos han reaccionado, creemos, de la única manera que en su cultura saben reaccionar, que es, si la pelea va a más, sacar las navajas” (La Vanguardia, 2 de junio).
La palabra “cultura” se está empleando mucho últimamente en Cataluña. Los políticos nacionalistas (Convergencia y Esquerra) decidieron que a la Feria de Frankfurt sólo irían los catalanes que escriben en catalán. Los socialistas arguyeron que los que escriben en castellano también tenían derecho a ir porque “forman parte de la cultura catalana”. Ya se ve que esto de la cultura vale tanto para un roto como para un descosido.

Sin duda los asesinatos juveniles les deben de parecer cosa extraña a los nacionalistas, algo así como Puerto Urraco, o el Bronx, un asunto tan ajeno a la “cultura catalana” como escribir en castellano. Paradójicamente, el esfuerzo físico de los inmigrantes y extranjeros, su fuerza de trabajo y sus impuestos, eso sí que es “cultura catalana”, por no hablar de los beneficios que reportan a cientos de empresarios catalanes. Si estos extranjeros se marcharan a otro lugar, los empresarios catalanes se pelearían a navajazos por una subvención. Yo diría que para los nacionalistas es “cultura catalana” lo que beneficia a los poderosos, y es “extranjero” lo que les estropea la siesta, como las navajas o la lengua castellana.

Por eso los nacionalistas son esencialmente conservadores, porque se niegan a admitir que su cultura es la que hay, y no la que sueñan. Son conservadores porque no pueden aceptar que los navajazos de Berga y de L'Hospitalet son tan “cultura catalana” como la Virgen de Montserrat, las rumbas de Peret y las novelas de Eduardo Mendoza, por citar tan sólo productos de la gama alta.

Hay nacionalistas de dos tipos, ultraconservadores y conservadores, pero jamás se han visto nacionalistas socialistas. Mejor dicho, cuando se vieron, daban pánico. Un socialista reconoce que aquello que tiene lugar en su sociedad es propio de su sociedad y no el “fruto de la injerencia extranjera”, como decía Franco. En consecuencia, trata de ponerle remedio. En cambio, el nacionalista considera que esos problemas no son “suyos”, sino de “los otros”, y que bastaría con que los ecuatorianos, guineanos, murcianos, filipinos, magrebíes, andaluces y demás extraños rompieran a hablar en catalán para que de inmediato Cataluña fuera como Suiza o como Finlandia. A los inmigrantes no les integrará la explotación laboral y los bajos salarios, les integrará la lengua. Eso dicen creer los nacionalistas.

Esta vileza ideológica ha conducido a los socialistas catalanes a un callejón sin salida, y a los de Iniciativa (la Izquierda Unida de Cataluña, para entendernos), a convertirse en un patético partido testimonial. Y no va a ser fácil que enmienden. Los intereses económicos que manejan los políticos actuales son tan colosales que les ponen con toda naturalidad del lado de los poderosos. El nacionalismo es la coartada perfecta para ocultarlo todo. El pasado 2 de junio los parlamentarios catalanes han enterrado el desastre del barrio del Carmelo y los daños colaterales del 3%. Aquí no ha pasado nada, señores. Respiran aliviados los concesionarios, respiran las empresas subcontratadas, respiran los subvencionados y los sobornados, respiran los políticos. El resto, paga.

La realidad, no obstante, suele ser poco comprensiva con la ideología. “El Govern ve con inquietud el aumento de la violencia juvenil y la mala imagen de los Mossos”, titulaba el 1 de junio La Vanguardia. El presidente de Convergencia, el ufano Artur Mas, aseguraba que estamos asistiendo al nacimiento de la kale borroka catalana. Apresuradamente, el Primer Consejero, el independentista Josep Bargalló, lo desmentía con esta frase inolvidable: “No tiene ninguna base en la realidad, ya que la kale borroka ha sido un proceso de violencia social motivada por cuestiones de ideología política”, en tanto que los sucesos de Berga “son delincuencia estricta” (La Vanguardia, 1 de junio). ¡Qué sutil! La kale borroka vasca forma parte de la “cultura vasca”, los sucesos de Berga son “delincuencia”. La violencia nacionalista es “cultura”, la de la inmigración es crimen. Los nacionalistas no han leído a Brecht.

He aquí, una vez más, el profundo conservadurismo de los independentistas y su modo habitual de disimular los problemas. Un socialista no debería colaborar en este fraude. Lo lógico, lo natural, lo que Dios ha ordenado, es que los independentistas formen gobierno con Convergencia. Eso es lo justo y necesario. Los socialistas no deben sacrificar su conciencia sólo por un ansia estéril de poder. Eso no forma parte de la “cultura socialista”. Y les va a conducir al fracaso.

La magnánima comprensión que muestran los independentistas hacia “su” violencia hace imposible cualquier solución de la violencia “extranjera”. Que mantengan una larga y fructífera amistad con Otegi, que animen a sus juventudes a reventar actos universitarios, a apedrear a los Mossos, a manifestarse violentamente, que azucen el odio a los “españoles”, no son actitudes que permitan suponer que la violencia va a menguar en Cataluña. El odio a los españoles no es de especie distinta al odio al ecuatoriano, al nigeriano, al filipino o al judío. Se diría, más bien, que la “cultura de la violencia catalana” tiene un futuro prometedor.

Publicado en: El País, 10 de junio de 2005.
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
UN CIUDADANO CABREADO Por: José Miguel 08-08-06 23:35
José Miguel
0
DISCURSO DE RAJOY ESTATUTO ANDALUCIA Por: José Miguel 24-05-06 09:05
José Miguel
0
Presentación de Ciutadans de Catalunya Por: José Miguel 06-03-06 11:55
No Registrado
4
Reforma del Estatuto catalán Por: Mariano Estrada 26-12-05 18:32
Mariano Estrada
3
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:07/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com