Donadillo - Zamora

PUEBLO 18 EL VILLAR
Comarca La Carballeda Distancia a 80 km de Zamora
Los más ancianos cuentan la leyenda de que el pueblo de El Villar pudo desaparecer por un gran diluvio, en el que solo hubo dos supervivientes, uno de ellos sería acogido en Donadillo y el otro en Otero de Centenos. Después, el pueblo, o lo que quedó de él, pasó a pertenecer a ambas localidades creándose una mancomunidad.
Esto no es algo nuevo, ya vimos como ocurrió en otros pueblos desaparecidos. Pero retrocedamos al origen de su desaparición. Si el pueblo desapareció debido a una inundación, es cosa difícil de averiguar después de tanto tiempo transcurrido, ya que, como ya hemos visto en otras ocasiones, cuando un pueblo quedaba deshabitado o con el estigma de maldito, era desmontado piedra a piedra para construir nuevas viviendas, restaurar las viejas o incluso agrandar las casas del pueblo, o pueblos, a los que pasaba a pertenecer.
El pueblo se nombra en libros del Monasterio de San Martín de Castañeda y se dice que sobre el siglo XVIII la aldea perteneció, al igual que los pueblos de Donadillo y Dornillas, al conde de Benavente. Pero se sabe que El Villar fue muy anterior a estos, ya que si la casa más antigua de Otero de Centenos está fechada en el año 1703 y no hubo ninguna casa anterior a esa época, se supone que el pueblo tuvo que desaparecer con posterioridad a ese año, ya que la última vecina de El Villar fue acogida en Otero de Centenos, aunque no se sabe el año con certeza. Así mismo, hay papeles y documentos que nombran y hablan del pueblo de El Villar, en posesión del cura de Palacios, pero que no ha podido facilitarme.
Cuando me acerqué a inspeccionar in situ el terreno donde supuestamente estaba ubicado el pueblo, no pude hallar rastro alguno de paredes, o incluso alguna teja o losa de los tejados, que se suelen encontrar normalmente en los lugares donde estaban emplazados los pueblos desaparecidos. Sin embargo, me sorprendió comprobar que el terreno estaba muy húmedo, incluso en pleno verano, de hecho por el lugar bajan varios arroyos de agua y hay capas freáticas en el subsuelo que crean una especie de “ollas” y aglomeración de turba que convierten el lugar en un sitio pantanoso y peligroso. Cuando les dije que iba a visitar el lugar, los vecinos del pueblo de Otero de Centenos se alarmaron y me contaron que tuviera cuidado ya que no era la primera vez que desaparecía alguien en una de las “ollas”, como llaman a los agujeros en el barro.
Con este panorama, no es tan difícil de creer la historia en la que cuentan que el pueblo desapareció por un diluvio, o por hundimiento… Parece que se han encontrado algunos restos de casas en el lugar, ya que una señora de Otero de Centenos me dijo que cuando su marido estuvo plantando pinos cerca de El Villar, encontró trozos de teja y losas. Pero no es la única persona que las ha visto. Varios vecinos de Donadillo también han visto trozos de tejas por el lugar.
Los vecinos de Otero de Centeno me contaron una historia de un hecho acaecido sobre el año 1940. Doña Francisca, una vecina del pueblo, había llevado el ganado a pastar al pinar, y al pasar por el lugar vio algo deslumbrar en el suelo y, al agacharse para cogerlo, vio una olla llena con monedas de oro. Al enterarse un avispado vecino, llamado Andrés, le dijo a Francisca que lo que había encontrado no eran más que botones de cobre, y le dio cinco duros por ellos. Poco después el hombre se hizo dos casas en el pueblo y desapareció. ¿Eran las monedas y la olla de alguno de los habitantes de El Villar?… Quién sabe. No se sabe si realmente el pueblo fue anegado por algún tipo de inundación, pero el lugar se encuentra muy cerca del río Negro y el terreno es tan húmedo, que salvo algún arbusto o matorral, no crece ningún otro tipo de vegetación. A mí esto me recordó un poco el viaje que hice al nuevo mundo, y visité la ciudad de México, que se encuentra emplazada sobre una antigua laguna, lo que hace que cada año que pasa los edificios se hunden unos centímetros. En conclusión, otro pueblo desaparecido en extrañas circunstancias, a manera de la apocalipsis de los atlantes, pero a la sanabresa. Un pueblo recordado por personas que desde siempre oyeron hablar de él a familiares impidiendo así caer sumido en el olvido.
cómo llegar
El Villar se encuentra por la carretera que va de Mombuey a Muelas de los Caballeros, entre Donadillo y Otero de Centenos. Hay un merendero llamado precisamente “El Villar”, y un extenso pinar llamado “El Orcedio”, lugar en el que se encontraba El Villar.
Qué ver
El Jardín botánico de Muelas de los Caballeros: Aquí, gracias a un microclima especial, pueden verse plantas y árboles endémicos del continente americano y tres enormes secuoyas de más de 30 m de altura.
Castro los Corralones: entre Espadañedo y Muelas de los Caballeros hay una mina de oro prerromana con dos impresionantes fosos de 20 metros de anchura por 15 metros de profundidad, espectacular.
Petroglifos: En un lugar conocido como la Riguera, afirman que sobre una roca se reconoce una pisada del caballo de Santiago y la marca de la rodilla, pues se le dobló la pata con un traspié.

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