Castroverde de Campos - Zamora

Pagué la última ronda de unas cervezas que me habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, me lo había pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia , de todo lo que nos pedía el anticlericalismo que nos unía como la amistad que nos profesabamos y que nos servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.

Me fuí a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino me encontré con un olor que me llevó directamente hasta el paraíso efímero de mi infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que recibía cuando llegaba a mi casa después del colegio, con mi madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.

Entré en un local que me pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído, pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que me habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.


De pronto abrí los ojos y me quedé pasmado al comprobar que, quien me servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y me vi rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

Quise retirarme; pero la monja no me dejó. me sonrió y me dijo que no me preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarme de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no me perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Me vi sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y me contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. «Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale…». No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie me había pedido nada por darme de comer, ni me habían preguntado por mis creencias. Se limitaban a dar de comer al hambriento, sin adjetivos.

Al salir, no le di las gracias a la monja que me había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella me contestó con una sonrisa leve. «Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía.<< Me llamo Esperanza>>
Pregunta:
¿Hay algún comedor social regido por ateos o por los sindicatos?

Hay alguna asociación atea que tenga las ayuidas y/o los beneficios fiscales que tienen las asociacioens cristianas?

Con respecto a la última pregunta planteada:

la mayoría de comedore sociales se financian con fondos públicos, es decir, con dinero de todos los ciudadanos: creyentes y no creyentes. En muchos casos estos comedores son sostenidos con fondos públicos (y repito: con dinero de personas de cualquier creencia o sin ellas) aunque a veces los regenten religiosos, y muchas veces esos religiosos con simplemente voluntarios que colaboran con ese comedor de carácter público.

También hay algunos comedores de organizaciones de carácter religioso, como Cáritas, entidad que recibe gran parte de su financiación a través de los impuestos de los ciudadanos: tanto de los que ponen su X en la casilla de la Iglesia Católica (ya que Cáritas pertenece a esa organización religiosa) como de los que la ponen en la casilla de fines sociales (puesto que el dinero destinado a fines sociales se reparte entre todas las organizaciones de ese tipo, ya sean religiosas o no)

es decir, que se acomo fuere, esos comedores reciben dinero de todos, independientemente de sus creencias.

PD. Cuando las demás organizaciones tengan los beneficios que tiene la Iglesia podremos hablar... porque no conozco ninguna otra que esté exenta de pagar el IBI se sus inmuebles y además de tenerlos en propiedad no tenga que correr con los gastos de mantenimientos porque los paga el Estado a través de patrimonio y otras vías similares...

No entiendo el interés que teneis algunos en quitarle mérito a organizaciones humanitarias por el mero hecho de estar organizadas bajo la influencia de la Iglesia Católica.
Estas organizaciones como por ejemplo Cáritas, no se financian principalmente con aportaciones del Estado. Están creadas para financiarse en base a las aportaciones privadas y al generoso voluntariado. Si consiguen algo del Estado lo aprovechan y lo dedican a los fines asistenciales para los que fueron creadas. En cierto modo están sustituyendo el Estado donde el estado no llega, y lo hacen con más eficiencia que él.
Podéis criticarlas siempre que su funcionamiento no fuera el correcto. No conozco a ningún sindicato español que con la crisis y paro que hay, de las subvenciones que reciben tanto por vía directa como por vía cursos de formación dediquen ulgo a la solidaridad con los desempleados,creando algún comedor social o asistencia a parados.
Tampoco veo vuestras críticas a la cantidad de dinero que el Estado dedica a organizaciones "pseudoculturales" que lo único que atienden es el "bienestar" de cuatro amiguetes.
Entiendo que algunos critiquéis a estas organizaciones por el hecho de estar vinculadas a la Iglesia católica, desde el estado de frustación interior que os crea el comprobar que algo en lo que no creeis funciona correctamente, pero creo debéis hacer algun tipo de reflexión.
Saludos
P.D.
"La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio". Marco Tulio Cicerón

Creo que el que equivoca el planetamiento eres tú.

Yo, como aludida, no pretendo quitar ningún mérito a asociaciones que velen por el bienestar social, sean cuales sean sus vinculaciones ideológicas. Me importa muy poco si están bajo el manto de la Iglesia Católica o de cualquier otra organización mientras estén haciendo un bien social y Cáritas me parece un ejemplo a seguir, con una labor digna de admiración. Lo que sí conviene dejar claro es que no son las únicas que hacen esa labor, porque la mayoría de comedores sociales (que era el tema inicial) se sostienen con forndos públicos y conviene recordar también que esas asociaciones reciben gran parte de financiación pública (absolutamiente cierto y corroborable), es decir, dinero que procede de personas de todas las creencias.

Por lo tanto, no he pretendido en ningún momento quitar mérito a ese tipo de organizaciones humanitarias con vinculaciones religiosas, al contrario, admiro su trabajo, pero no son las únicas que lo hacen ni su funcionamiento se dinancia sólo con dinero de creyentes.

(Por cierto ¿conoces el caso del comedor social de Valladolid? El antiguo comedor, frente al Teatro Calderón, se situaba en un local cuya propietaria legó a unas religiosas tras su muerte y éstas, al terminar el periodo de acuerdo con el Ayuntamiento -ya que el local era privado pero la gestioón del comedor era municipal- inmediatamente dieron el acuerdo por finalizado porque consideraron que era más oportuno sacar un bebeficio económico mayor a esa propiedad que seguir prestándolo para fines sociales como el comedor Por eso desde hace unos poco años el comedor social se sitúa en otro lugar...)

Por otro lado dices "No conozco a ningún sindicato español que con la crisis y paro que hay, de las subvenciones que reciben tanto por vía directa como por vía cursos de formación dediquen ulgo a la solidaridad con los desempleados,creando algún comedor social o asistencia a parados", pero es que ni tú ni nadie conoce ningún sindicato que reciba la cantidad de millones de dinero público que recibe la Iglesia Católica, a pesar de haber firmado en 1978 unos acuerdos con el Estado Español en los que se hablaba de carñacter provisional de esa financiación pública y la Iglesia se comprometía a iniciar un proceso de autofinanciación que aún ni ha comenzado ni hay asomo de ninguna intención de iniciarlo.

No quiero ni poner ni quitar mérito a nadie, simplemente quiero igualdad de trato para todos, al margen de sus creencias.

Para zagalazamorana: oye guapa, con mi dinero hago lo que me da la gana ,por no decir otra cosa, cuando yo pongo una x en la declaracion de renta,ese dinero es mio no del estado,asi que si se lo doy yo, o otras personas a la iglesia ese dinero le doy yo o quien sea pero no es de todos los ciudadanos.

No sé si no me has entendido o no me he expliaco... por supuesto que cada uno con su dinero hace lo que quiere y pone la X donde quiere, faltaría más... Lo que me refiero no es que pertenezca a todos los ciudadanos, sino que PROCEDE de todos los ciudadanos, de diferentes creencias e ideologías.

Ante todo te pido disculpas,por algunas de las expresiones hacia ti,quedamos zanjado esto por mi parte y que cada uno con su dinero ,haga lo que le de la gana.Un saludo cordial.Alberto.