Castroverde de Campos - Zamora

El silencio de los corderos

12.06.2013

CECILIO LERA

Al pan, pan, y al vino, vino. Siempre se ha dicho que en nuestra tierra somos gente de palabras claras, que no nos gusta hablar por hablar, que cantamos las cuarenta al que se ponga por delante, que «como te digo lo uno, te digo lo otro», que la verdad siempre, aunque duela, y así. Que somos gente sin pelos en la lengua, vamos. ¿Castellanos de una pieza? Pues, no. Aquí hay mucho «zorreras», gente que va «por derecho», sí, cuando se trata de darle a los otros, pero, se calla como «un », cuando se trata de los suyos. Aunque te dicen que ellos van «con la verdad por delante», se trata de una verdad comprada en el supermercado. Que dicen la verdad que conviene.

Estoy hablando de gente del PP que le da caña, venga a cuento o no, al PSOE, pero, para decirlo de una vez, de Bárcenas nunca han oído hablar. Los lectores de La Opinión-El Correo de Zamora me conocen, saben que, a la hora de decir lo que hay, no me caso ni con unos ni con otros, que si tengo que criticar a los de mi partido, los del PSOE, no me corto ni un pelo, lo que me da derecho, creo, a hacer lo mismo con los del PP. Pero, se habrán dado cuenta que, al menos en Zamora, a los del PP les pasa lo que a Ana Mato, que no ven el jaguar ni aunque se lo pongas encima. Pues, así no, amigos, así no se arregla esto, si no se le cantan a todos, a los tuyos y a los míos, las verdades del barquero. Porque, cuando se trata de la gente que está en paro, esos son los nuestros, ni tuyos ni míos, los de todos, cuando se trata de la gente a los que les han robado en las cajas con las preferentes, lo mismo, les importa el dinero que les birlaron, no el color político del burlanga que les atracó. ¿O no?

Va siendo hora de que se sepa que hay mucha gente de los que simpatizan con el PP que usan dos lenguas, una muy afilada para darle al PSOE, da lo mismo que se trate de Zapatero o de Felipe González, y otra blandita para no ver las barrabasadas si se trata del PP, igual da si se trata de Rajoy o de Aznar. Así que para ellos las diputaciones y las autonomías son un despilfarro, sí, pero si son de Andalucía; las que gobierna el PP, como la de Zamora, por ejemplo, de las parafernalias, de los derroches, «no sé, no me digas, no lo sigo». Hay que ver cómo te cuentan lo del cheque-bebé de Zapatero, pero, del de Maíllo «no saben, no contestan», eso solo era «limosna pal culto». Qué vergüenza de Consejos Consultivos para jubilaciones doradas, gabinetes del presidente de la Diputación, gabinetes del delegado de la Junta, gabinetes de la delegada del Gobierno, coches sueldos, fiestecitas. Despilfarro, sí, te dirán, de los socialistas, ¿y de los tuyos? «Me voy, que tengo prisa». Ya te entiendo, colega.

A mí me parece inaceptable que Felipe González cobre un pastón por formar parte del Consejo de Administración de Repsol, y todo por haber sido presidente del Gobierno. Cuando lo supe, no me gustó y lo dije, y todo el coro del PP me dio la razón, me aplaudieron hasta con las orejas. Llevo tiempo esperando que alguno de esos indignados del PP diga algo de lo que cobra en el Consejo de Endesa y en la tira de ellos, porque este no se conforma con uno solo, cobra por unos cuantos, que ya se sabe que sale muy caro casar a los hijos en El Escorial. Nada, de lo de Aznar por estos pagos, a los del PP, no se les oye, de hecho no han oído nada de «gúrteles», «correas», yerno Agag, sobresueldos, pagos del alquiler de la casa, fundaciones, de nada, de nada, no han oído «ni mu». Como mucho, alguno ha llegado a decir que es que Aznar está muy preparado; ya lo creo, un artista de las finanzas por lo que vamos conociendo, y si no que le pregunten a Bárcenas, su contable de cabecera. En esto también, para los forofos de PP, «el silencio de los corderos».

Y es que a ese Bárcenas, ese tipo con pinta de Curro Jiménez, ese que se está riendo de 47 millones de españoles, que tacita a tacita ha ido reuniendo millones de euros colocados por medio mundo, el que recaudaba en el despacho al lado de Aznar, primero, de Rajoy, después, el que pagaba los sobresueldos y las verbenas, de ese nadie sabe nada entre los amigos del PP. ¿Cómo dices que se llama? Sí, hombre, al que la Cospedal le hizo un contrato «en diferido, pero, simulado», o al revés, «simulado, pero, en diferido». Nada que no le conocen. De Pepiño Blanco te cuentan hasta los metros que tiene la terraza del apartamento de las Rías Bajas, pero de Bárcenas, del Correa, del «Bigotes», de esos no oyeron, oiga.

De las preferentes, el mayor atraco que se haya dado en nuestra tierra, solo te dirán que han oído que es de la época de Zapatero. ¿Cómo? No saben quiénes estaban en los consejos de administración que las aprobaron, de eso no han oído nada.

A estos, a los que se les llena la boca con la palabra patria, me dan ganas de darles una sola lección de patriotismo: ser patriota consiste en denunciar a quienes se comen la patria bocado a bocado, sean de los tuyos o de los míos; ser patriota es poner el interés de los españoles por delante del partido. Lo que no le hace ningún bien a España es «el silencio de los corderos».

Se ve antes la paja en el ojo de la izquierda que la viga en el ojo del PP. A veces no se quiere ver ni con las iluminaciones que paga Correa, como en la boda de la otra.




Y LA FUENTE ES

https://ww.laopiniondezamora.es/opinion/2013/06/12/silencio-corderos/685269.html