Castroverde de Campos - Zamora

Menuda alegría se han debido llevar quienes en las últimas semanas hayan planificado su viaje a León a través de Google Maps. El famoso buscador, en su afán de actualización constante, invita ya a los conductores a circular por un tramo de la malograda A-60, la autovía que algún año, si la crisis y las administraciones implicadas no lo siguen retardando, llegará a unir la capital vallisoletana con León.

Pero lo cierto es que los 16 kilómetros entre Valladolid y Villanubla están todavía por terminar y sin fecha de inauguración prevista, y aunque las últimas informaciones apuntaban a 2012 la verdad es que, después de años de retrasos, vallisoletanos y leoneses han perdido ya sus esperanzas de ver concluida la autovía a corto y medio plazo.

Eso sin hablar del segundo de los tres tramos, el que une León con Santas Martas (cuenta con aproximadamente 27 kilómetros) y del que Zapatero anunció que estaría terminado antes de que concluyese este año, a pesar del problema que hay con los yacimientos de Lancia, un conjunto de restos arqueológicos afectados por el trazado y que se trata de salvaguardar a toda costa.

Y, a pesar de que España ya está de precampaña electoral, más incierto es aún el futuro del último tramo de la deseada A-60, el que tiene una longitud aproximada de 92 kilómetros entre las localidades de Villanubla (Valladolid) y Santas Martas (León) y que afecta a un total de 21 municipios de ambas provincias. Dicho recorrido contaba con un presupuesto previsto de 378 millones de euros, pero lo cierto es que los Presupuestos Generales del Estado destinaron en 2011 a tal fin 154.000 euros, por lo que parece que habrá que seguir esperando para ver la autovía en funcionamiento. De hecho, el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, ha comentado en varias ocasiones que la carretera «se encuentra paralizada por el recortazo del Gobierno» y que «no estará en servicio ni en 2015 ni en 2016». Pero bueno, ahora que la Navidad está más cerca no habrá que olvidarse de pedir a los Reyes Magos algo de presupuesto y muchas intenciones para que el sueño se convierta en realidad.