Castroverde de Campos - Zamora

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Salva ¿cuando pasastes de camarada a compañero ?,lo que hay que ver.

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Siempre he pensado que la razón no es de derechas o de izquierdas, ni por una coma mas o menos, la razon tiene mucho que ver con el sentido comun.

Gracias Salva : Yo fui un obrero de una fabrica,¿estudios ? los mismos maestros al que fue tu padre, (con todos mis respetos ) me falta una coma , me sobra una S ,yo no me dedico a la enseñanza,demasiado que se donde estan las letras ,pero, no cambio de chaqueta,otros si.

Puede que tengas razón sobre lo que dices de la razón, valga la redundancia. Pero todo es muy subjetivo, y en esto del raciocinio, más aún, porque para que te den la razón creo que se deben dar tres circunstancias que señalo a continuación:

1º. Para que te den la razón, lo primero es tenerla.
2ª. Para que te den la razón, lo segundo es saber pedirla.
3º. Que te la den.

Muchas veces no te dan la razón porque la primera o segunda premisa, o las dos a la vez, no se cumplen, según el criterio del que te la tiene que dar. Y otras veces, cumpliéndose las dos primeras, no te la dan porque no le viene en gana al donante. Estas cosas van así.

Lo que no hay que tener es animadversión en los comentarios que se hacen, y argumentarlos con criterio y con respeto, aunque la mayoría son correctos. Pero hay algunas personas que prejuzgan y opinan con prisa, siendo ésta mala consejera.

Hay gente que tiende a suponer, presuponer o interpretar cuando lo que hay que hacer primero es mirar, examinar, observar, comparar, y después de esto, pensar, interpretar, explicar y opinar.

Un juicio demasiado rápido siempre se corresponde con un prejuicio.
Y el prejuicio está alimentado por la envidia, la sinrazón, la torpeza mental, la ignorancia, o simplemente por mala leche que algunos han mamado y eructan de tanto en tanto, opinando sobre las tendencias e ideología de otros sin saber de la misa la mitad.

En este foro lo normal es la cortesía y la educación. Espero que todo siga en la misma senda.

LUIS MIGUEL DE DIOS, escribe en la Opinión:
Es una de las mejores plumas de Zamora. Escribe muy bien y con mucho sentido común.

https://ww.laopiniondezamora.es/opinion/2013/04/14/carcel/672108.html

14.04.2013 | 01:40


¡Todos a la cárcel!
¡Todos a la cárcel!





LUIS MIGUEL DE DIOS Hace unos cuantos años, franquismo aún, el ayuntamiento de un pueblo cercano al mío compró cuatro novillos para las fiestas patronales. A la hora señalada, en vísperas y con la gente arracimada en la plaza, el camión del ganado no apareció. Mosqueo. Fueron pasando los minutos, incluso las horas, y el cabreo se enseñoreó del personal. Imprecaciones, voces al alcalde. La concentración se desplazó hasta la entrada de la localidad, como si aquello ayudara a acelerar la llegada de los toros. De pronto, ya de noche, cuando la bronca iba en aumento y amenazaba con convertirse en pelotera, se divisó un vehículo en lontananza. ¡Era el deseado camión! Todavía quedaba tiempo para el desenjaule, el encierro, la capea? Suspiro de alivio. Bueno, no del todo porque en el camión solo venían tres bichos. ¿Y el cuarto? Nadie sabía nada. El camionero se encogió de hombros -«yo traigo los que me han embarcado»-; el alcalde se defendía -«nosotros contratamos cuatro»-; el ganadero estaba ausente y los mozos, sumadas espera y decepción, tenían un enfado de órdago a la grande. Volvieron las palabras gruesas, los insultos y, claro, intervino la Guardia Civil. Primera decisión: detener a uno de los que más chillaban.


Cuando lo llevaban al cuartelillo, el hombre gritaba:


-Manda narices (en realidad decía otra cosa); nos roban un toro; nos joroban (también usaba otra palabra) media fiesta; nadie se responsabiliza y me detienen a mí por protestar. ¡¿Qué Justicia es esta?!


Me he acordado de semejante anécdota al ver lo que está sucediendo en España con los desahucios, las preferentes, los escraches y las medidas que el Gobierno quiere perpetrar no para atajar la raíz del problema sino para ocultarlo. O sea, a un señor lo desahucian injustamente (como ha dicho hasta el máximo tribunal europeo), le obligan a seguir pagando una hipoteca abusiva, le dejan sin piso y sin dinero, y si protesta y se manifiesta frente al domicilio de alguien que apoya (o no se opone) tal desafuero, lo detienen, lo golpean, lo multan y lo amenazan con males mayores. A otro señor le confiscan sus ahorros con un producto llamado preferentes del que no sabe nada y, por tanto, lo timan; el hombre calla, busca soluciones y cuando ya no puede más, sale a la calle desesperado y grita su ira donde puede y donde cree que va a tener más resonancia. Y, claro, lo primero no es devolverle su dinero sino acallar sus voces, poner sordina a su cabreo. ¿Quién hace un escrache más lacerante y doloroso?, ¿el que rodea el domicilio de un gerifalte que no evita la injusticia o ese gerifalte que con su voto o su silencio está permitiendo el desahucio o el robo vía preferentes? Uno, el supuesto acosado, aunque oiga voces y vea pancartas, sigue en su casa; el otro, el teórico acosador, ya no tiene casa ni posibles para comprar o alquilar otra. ¿Dónde está el hipotético delito?, ¿do la injusticia, el sentido común, lo razonable? Me pueden contestar: desahucios y preferentes se han hecho conforme a la ley; el escrache no es legal. De acuerdo hasta cierto punto, pero entonces la pregunta es obvia: ¿qué clase de ley es esta?, ¿no se puede cambiar para poner freno a las tropelías y atracos (legales, eso sí) que están dejando a tanta gente en la miseria y a la intemperie?


Situemos ahora el lío en ese lugar delicadísimo en el que lo han colocado algunos, empezando por prohombres y tertulianos de la derecha y acabando por Felipe González : el terreno infantil. El escrache ante el domicilio de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha levantado ampollas, entre otras razones porque afectó a su hijo de corta edad. El niño no tiene por qué sufrir esa tensión. De acuerdo, pero ¿solo ese niño? ¿Y los niños de los miles de familias desahuciadas?, ¿y los niños que están sufriendo penurias económicas y vitales porque sus padres o abuelos no pueden disponer del dinero que alguien les llevó a las preferentes?, ¿todos estos niños no cuentan a la hora de pedir moderación? Según los últimos datos del Colegio Oficial de Registradores, en 2012, en España, se produjeron 30.000 desalojos de primeras viviendas (o sea habitadas); un desahucio cada quince minutos. ¿Cuántos niños afectados?, ¿cuántos ancianos?, ¿cuántos enfermos?

De repente, ante problema de tal magnitud, hemos encontrado la solución: los escraches, sean o no pacíficos, a más de 300 metros del domicilio «escrachado», identificación de sospechosos, multas y detenciones. ¡Todos a la cárcel!, que ya tituló Berlanga en una de sus memorables películas. Como casi siempre, el Poder, el Sistema, que diría García Calvo, quiere convertir un problema social en una simple cuestión de orden público. Y ya se sabe cómo terminan estos asuntos: mano dura y manipulación. Nada nuevo. Ya decían en Roma que todo poder se sustenta en oro, miedo y malos poetas. Acojonas, pagas y te ensalzan. Y lo que sobre, para construir prisiones porque, a este paso, las actuales se van a llenar de protagonistas de los escraches. Ya lo decía aquel paisano: «Nos quitan un toro y encima me detienen a mí por protestar».