Melgar de Arriba - Valladolid

Cómo no estar mañana en tan importante manifestación. Sería una lástima perder ese minuto de protagonismo que nos ofrece el poder estar apoyando las tesis de los demás. Sí lo digo con convencimiento, de los demás. Porque son muchos los años que llevo conviviendo con los habitantes de esta tierra para saber lo que opinan ante determinados temas.
La economía de nuestra tierra se basa en la agricultura y la ganadería. El sector servicios tiene serios problemas, y no para crecer, simplemente para mantenerse. Las pequeñas iniciativas de diversificación, que a duras penas mantienen a sus promotores, no en pocas ocasiones, son vistas con desconfianza por el propio sector agrario por considerar que se financian detrayendo fondos de la PAC. El sector ecologista, gusta de meter el dedo en el ojo del sector agrario tildándole de contaminante, superfluo y costoso, mientras promueve el trasvase de fondos, de las ayudas directas hacia una eco-condicionalidad dictatorial y sin consulta previa, en la que no admiten compensación alguna del lucro cesante en la agricultura productiva.
Ante este panorama sería normal suponer un sector agrario informado y coherente con sus circunstancias, interesado en corregir sus estrangulamientos y luchando por mejorar su productividad y futuro. En este sentido se promovió una protesta agraria que, con el apoyo de todas las OPAS y la mayor afluencia conocida, se manifestó en Madrid el 21 de noviembre pasado.
Recuerdo con gran cariño y admiración, como lo harán agricultores y ganaderos de toda España, a tres niños, que con sus tractores de pedales y el aplauso del sector en su conjunto, encabezaban la manifestación con su pancarta de ¡NO MAS VILLACRECES! Todos nos sentíamos orgullosos identificándonos con sus padres, agricultores de nuestra tierra que, con gran sacrificio, fueron en familia a reivindicar nuestros derechos, los de todos. Y matizo y resalto ¡LOS DE TODOS! Porque, aunque lamentablemente había muchas ausencias, los derechos de éstos también formaban parte de la reivindicación.
Parece mentira que aquellos, a quienes por derecho propio se ganaron nuestra admiración hace unos días, de repente, por imposición de no se sabe quién, pretendan convertirlos en enemigos públicos. Aunque no debería extrañarnos tanta incongruencia, cuando está promovida por los intereses de una minoría que, con fondos públicos, vive de la agitación de masas en una constante oposición al sistema establecido.
Pero, volviendo a lo agrario, estamos tan habituados a la “ausencia solidaria” en los momentos decisivos para nuestro sector que ya se constituye en norma. Aunque, no he visto que seamos sustituidos en nuestra ausencia, ni siquiera apoyados, por quienes ahora se erigen en defensores de nuestro sector. Surgen como setas en otoño lluvioso. A cada paso nos encontramos con defensores de nuestra tierra, nuestra economía y nuestro entorno. Aunque, por más memoria que hagamos no podemos recordarlos. ¿Serán nuevos en esta defensa a ultranza…? Puede que nunca hayan tenido la oportunidad de apoyarnos… ¿O no….? A ver si son los mismos que siempre han estado enfrente de nuestras propuestas de desarrollo agrario y ahora, bajo epidermis ovina, se acercan para encantarnos.
Parece mentira, cómo en la defensa de nuestros más legítimos intereses no somos capaces de personarnos y, sin embargo, cuando suenan los cantos de sirena de los embaucadores de siempre, los seguimos como ratones a la melodía del flautista de Hamelín .
Seguro que en la manifestación del domingo en Villalón estarán muchos de los que dicen defender nuestra agricultura, al tiempo que nos lanzan las más viles acusaciones por nuestro tradicional proceder o por las ayudas destinadas al sector agrario.
Esto tendría una importancia relativa, de no verse apoyado por los propios del sector, agricultores y ganaderos de esta tierra que, lejos de escuchar a los argumentos de técnicos expertos con competencia en la materia, escuchan los ecos del pasado en un discurso trasnochado, de sectores interesados, eso sí, en lo suyo.
Querido agricultor o ganadero, cuando el domingo asistas a esta manifestación, pregunta qué opinan de las ayudas que percibes o del respeto a tu libertad en la realización de tu trabajo. Si eres sutil en tu pregunta y consecuente con tu estatus, dudo que sigas hasta el final de la manifestación. Aunque, también pudiera ser que te encontrases confundido con la tesis del gran genio Groucho Marx cuando afirmaba: “Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”
Saludos

Créame Sr. García que estoy de acuerdo con usted,
pero estará usted de acuerdo conmigo en que
reflexiones tan largas, no serán leídas por ecologistas, intelectuales y toda esa gente que mas necesita reflexiones de este tipo.
Seguramente alguno habrá leído el encabezado y habrá preferido salir corriendo dirección villalón que seguir leyendo, (tanta palabra seguida no se puede leer)

Si tu no estas de acuerdo en manifestarte deja que los demás lo hagan,respeta su opinion, y no obligues a que acaten todo sin más, como de costumbre.