Melgar de Arriba - Valladolid

no pueden estar equivocados en no querer un cementerio nuclear en su término ni en las proximidades. Si aplicamos el cálculo de probabilidades, lo más razonable es pensar que los equivocados sean esos 10 municipios de menos de 300 habitantes que lo han solicitado.

¿DESESPERACIÓN? No, los hay iguales y más pequeños, y no lo han pedido porque son felices con lo que tienen, con su entorno, su naturaleza, su agricultura y ganadería sostenibles, sus pequeñas industrias de derivados de ambos (quesos, leche, hortícolas...,su protección medioambiental y de la fauna y la flora autoctonos del lugar.

¿ABURRIMIENTO? Tampoco, todos estos que contestan al foro, defensores farrucos del cementerio y que pretenden dar la apariencia de sensatez y de querer convencer a los que se muestran en contra, disponen de internet y de coche para desplazarse a los lugares de ocio de la comarca y de más lejos.

¿MIRAS ALTRUISTAS Y DE SOLIDARIDAD HUMANITARIA? por querer acoger en su pueblo una instalación altamente contaminante a miles de años vista y que hipotecaría toda una comarca ya de por vida, para con ello evitar ese inmmenso daño que se causaría, tanto a las personas como a las formas de vida tradicionales, a otras zonas de España y del planeta. No parece, no hay antecedentes en la zona de semejantes alardes humanitarios y de tamaño martirio colectivo...

¿AFÁN DE LLAMAR LA ATENCIÓN Y DE SALIR EN LAS TV LOCALES? Podría parecer, pero a ellos mismos les resultaría excesivo esto, demasiado poco duradera esa notoriedad para merecer la pena el tremendo daño que causarían a toda una población y a una comarca, para siempre ya. Sería una carga en sus conciencias dificilmente asumible, habrían destrozado la comarca de Tierra de Campos, ellos solos. ¿Que carga de responsabilidad? Pasarían a la Historia, sin duda, como Nerón el Emperador, que destruyó Roma. ¿Por qué?

¿LOABLE INTENTO DE SACAR DE LA POBREZA A LA ZONA Y A SUS HABITANTES? No es probable que sea así, los demás municipios de la zona ni se lo han planteado siquiera como salida a su ¿pobreza?... ¿atraso? Liberadme de mis amigos y protectores, que de los enemigos ya me encargo yo, habría que contestarles. ¿Pero, y quien ha dicho que los habitantes de la zona sean pobres y atrasados, deseosos ellos de que lleguen en un caballo blanco (¡no el de Villalón, eh!)a rescatarles de su miseria? ¿Y si resultase que son y se sientes felices?, no es cuestión esto de desarrollo industrial o económico, sino de encontrarse a gusto con uno mismo y en armonía con los demás y con el entorno, incluido el natural. Analizados los escritos de respuestas del foro, se aprecia mucho desasosiego y ansiedad en los defensores del cementerio nuclear en Melgar de Arriba, como si les fuera mucho en ello, no sé, se esmeran en contestar con gran aplicación a los foreros contrarios, incluso a los foros de otros pueblos para evitar que éstos, en ejercicio de su autonomía y en defensa de sus propios intereses, se pronuncien en sus respectivos Ayuntamientos en contra de la propuesta llevada a cabo en Melgar de Arriba. Se observa, también, que con toda seguridad siempre es la misma o mismas personas las que se dedican a este menester, según se desprende del análisis lexicográfico y sintáctico de sus respuestas... nada que decir de los insultos y palabras mal sonantes, como que "te van a cagar en el morral..." refiriéndose esta persona que así se expresaba a los no residentes habituales en el municipio, etc.

Hay que preservar la herencia que nos dejaron nuestros antepasados, para a su vez dejársela a nuestros herederos, no somos nosotros los dueños del entorno en el que vivimos y nos desarrollamos, somos meros usufructuarios o tenedores de lo que nos han dejado a nosotros, para que cuando nos vayamos de aquí se lo entreguemos, al menos en las mismas condiciones,a los que nos siguen. Hay que respetar las formas tradicionales de vida, de cultivo, nuestras peculiaridades faunísticas, paisajísticas. Es una comarca agrícola por tradición, desde tiempos inmemoriales, la gente se dedica y vive de lo que produce la tierra y de lo que está naturalmente vinculado a ella, como la ganadería y sus derivados. Se ha evolucinado mucho en los últimas décadas por el desarrollo habido, hubo migraciones en los 60 y 70 porque el avance tecnológico determinó que sobraba mano de obra para realizar las tradicionales tareas agrícolas y ganaderas, pero eso no quiso decir, ni supuso, el fín de la agricultura, fue una adaptación necesaria del campo español, paralelo al producido en el resto de paises desarrollados, y donde ya está establecido de manera más o menos definitiva el porcentaje de población activa que es necesaria para sostener el sector primario. Si hay que hacer otra otra reforma que implique menos gente dedicada al mantenimiento del sector primario, hágase, pero que no se llore y se lamente continuamente, los que antaño sobraron en los campòs por los avances tecnólogicos, se emplearon en otos sectores, fueron capaces de formar familias en otros lugares y contribuyeron a crear con su esfuerzo riqueza en esos lugares de acogida. Muchos de éstos, que conservan casas y propiedades en Melgar de Arriba, y que vuelven cuando pueden y quieren, son injustamente criticados por el alcalde y los concejales, y tratados como forasteros. ¡Forastero, yo! si he nacido en Melgar de Arriba, y le llevo a este pueblo y a toda Tierra de Campos de mis desvelos en lo más profundo de mi corazón. Hay que defender el mantenimiento de una agricultura y ganadería sostenibles en la comarca, compatibles con la conservación del entorno propio de la zona, de su avifauna peculiares.

Si siguen sobrando brazos en la agricultura todavía, por las razones que sean, la PAC, terceros paises..., nada impide al que esté descontento en el campo, o al que se considere ocioso, o mal retribuido por la actividad, o la considere incomoda, o dura, o sacrificada, emprender el mismo camino que antes tomaron otros , es decir, buscar su sustento y su forma de vida en otro lugar que consideren más atractivo y que se ajuste más a sus expectativas, permanecer allí es voluntario. Alguién se ha parado a pensar, la cantidad de subvenciones y ayudas que a día de hoy se dedican al campo. ¿Cuanto de lo que gana un agricultor lo produce realmente él, o son subsidios? Insisto, nadie está obligado a permanecer en el campo, ni a vivir en el pueblo de una pequeña industria o taller, lo que no se puede es pretender cambiar un estilo y formas de vida tradicionales de toda una comarca por intereses egoistas de unos pocos, habría que decir que si no puedes obtener tu sustento ahí, vete a la fábrica, antes que tú lo hicieron otros, y no les fue mal a la mayoría, pero no destrozaron nada, ni hipotecaron de por vida la salud mediambiental de sus convecinos y comarcanos

¿ENTONCES CABE PREGUNTARSE CÚAL ES LA AUTÉNTICA RAZÓN? de la defensa a ultranza que se está haciendo por parte de algunos del cementerio nuclear en Melgar de Arriba. Descartadas las anteriores, sólo puede haber una razón, una razón muy poderosa, la primera causa que mueve todo en el mundo, y por la que se es capaz de cometer auténticas atrocidades por obtenerlo: EL DINERO. No queremos salvadores, no queremos que se enarbole más la bandera del desarrollo de Tierra de Campos, de que no se quiere dejar morir el pueblo, no, no y no. Es un camelo, una excusa. Se están defendiendo únicamente intereses particulares, no de la colectividad, de ver como prospero yo, mi negocio... La avaricia, la codicia, el afán de riquezas lo ciega todo, han oido el canto de sirena del dinero que podrían manejar, una locura. Han enloquecido literalmente, pero sólo ellos, no los 7.990 municipios restantes de España, a los que me refería en el título del artículo, estos han sabido permaner cuerdos y resistirse al canto de las sirenas, todo un ejemplo de seres humanos cabales e íntegros.

Me pregunto, ¿por qué me tengo que ir yo de Melgar de Arriba, mi pueblo, si instalan el cementerio nuclear allí? ¿No tengo yo el mismo derecho a pedir que sean el alcalde y los concejales que votaron a favor, los que se vayan de allí? Yo creo que sí lo tengo. Pues eso, que se vayan. Ya verán como el pueblo no se muere de pena, ni de nada, sin ellos. Que se queden tranquilos, que "descansaremos en paz" como les gusta decir.

Después de leer tu alegato, mas parecido a un testamento, y valorar en lo que cave su contenido. Solo saco la conclusión de que no te importaría que la gente se marchase del pueblo, con tal de que tu y tu familia, tengáis un lugar onde vivir o pasar las vacaciones. Lugar que si el abandono de los pueblos continua, estos se convertirán en pueblos fantasmas. Dices que en la época de los 60 y 70 muchos se fueron y encontraron trabajo. Los de ahora ¿adonde piensas que lo encontrarían? Hablas de egoísmo, y no te importan los demás. Crees que los que no nos oponemos al (ATC) solo queremos notoriedad, nos comparas con Nerón. Y tu estas enarbolando la bandera de la oposición. Tal vez por que sabiendo que las probabilidades de que se instale aquí no son muchas, siempre queda en tu Ego el haberte opuesto a la razón.

Muy buena su respuesta,buen que digo es mas que buena!!
gracias Sr Ferrero

Cuando se utiliza una premisa intencionadamente equivocada no se puede esperar otra conclusión que el final de su alegato.
Yo nací como usted en Melgar, mi familia también, tengo mi casa en Melgar y a diferencia suya, vivo aquí. Soy defensor de que se instale el ATC y no tengo ningún miedo a ese pretendido Apocalipsis. Entenderá que tengo el mismo derecho que usted a defender mi postura, pero yo se lo razono.
En su extenso documento no he visto ni un solo motivo razonado de porqué tenemos que avergonzarnos de intentar mejores recursos para nuestro pueblo. En los debates que se organizan el los diferentes medios, incluso en los políticos, los detractores solo argumentan su decidida postura antinuclear, como si de una razón de fé se tratase. Se plantea una y otra vez el desmantelamiento de las centrales nucleares y una idílica sustitución de esta fuente de energía por renovables, sin profundizar más en la cuestión, como si los costes de la energía no tuviesen incidencia en la sociedad del bienestar, en los costos de producción y, consecuencia de esto en la competitividad y el aseguramiento del empleo.
Yo pensé que la vieja proclama de ¡NUCLEARES NO! había sido fruto de la reacción por la cercanía temporal de aquel fatídico Régimen que no permitía opinar, es más, siempre pensé que en nuestros sueños europeístas seríamos capaces de absorber nuevas ideas y liberarnos de viejos complejos. Pero ya veo que no es así. Que somos una sociedad muy avanzada incapaz de combatir mitos y fantasmas.
Hace unos días la Sra. Vpta. Del Gobierno pasó por Valladolid. Como era de esperar le preguntaron su opinión sobre la idoneidad de estos municipios para ubicar el ATC y, en contra de lo que les hubiese gustado a ciertas personas allí presentes, respondió positivamente a dicha ubicación. ¿Porqué no le preguntaron si pretendía arruinar la vida de esta comarca?
¿Realmente cree que sus acusaciones a quienes no opinamos como usted no tienen otro trasfondo?
Sinceramente, somos muchos, no solo el Alcalde y sus concejales, los que pensamos que no hay motivos para temer la instalación del ATC y estamos tan convencidos que pensamos seguir viviendo aquí, y no somos excluyentes, creemos que todos pueden hacer lo mismo, por la sencilla razón de que en otros lugares existen industrias similares y las personas siguen en su entorno con total normalidad, nadie ha tenido que dejar de vivir o visitar los pueblos donde se ubicaron las centrales, inclusive, con el paso de los años, la familiaridad con estas industrias hace que sus vecinos la defiendan, porque han visto que las posibilidades de negocio, lejos de verse pejudicadas, se han incrementado, inclusive el turismo.
Quisiera hacer un último apunte a las acusaciones de su alegato. Piensa que los agricultores son superfluos, que están excesivamente subvencionados, incluso hace a modo de reflexión la pregunta de si nos hemos parado a pensar en cuántas ayudas recibe la agricultura. Ya que de reflexionar se trata, haga lo propio con su actividad, si profundiza se sorprenderá.