Barcial de la Loma - Valladolid

Eso era cantao.

A ver si aprende los jueces de una ver por todas con quién se la juegan. Un ordenador sin disco duro y otro con el disco duro cambiado, eso es normal cuando en una empresa se le pasa un portátil de un empleado a otro.

Ahora, a escuchar a Vicente Martínez Pujalte diciendo que sí, que es lo normal, y que los más interesados en conocer los contenidos de esos ordenadores son los militantes del PP.

En fin, el PP ha colaborado con la Justicia: le pidieron los ordenadores de Bárcenas y presentó los ordenadores de Bárcenas, otra cosa es que les hubiera pedido los discos duros. Si es que los jueces van como van y luego pasa lo que pasa.

POR LO QUE SÉ HASTA AHORA…

Bueno, en principio no es tan descabellado lo que dice Pujalte, que al cambiar de usuario y sobre todo, si es de departamento, a un ordenador de empresa se le borren ciertos datos y archivos o, incluso todos si se presume que puede permanecer un periodo de tiempo prolongado sin ser utilizado. Especialmente si contiene datos sensibles, como contables (este sería el caso), datos de márgenes, de costes, de ciertos proveedores u otras cosas que solamente interesan al antiguo usuario o a un sector especifico del personal de la empresa.

Pero la sospecha es inevitable, y lo que más sorprende es que en uno de ellos si aparecen datos, inocuos MATURALMENTE, ¡faltaría más!, y en el otro nada de nada…, mosqueante.

¿Que hubiera ocurrido si el PP hubiera presentado los dos ordenadores al juez, completamente intactos, con todos sus datos, con todos sus ficheros visibles incluso en los niveles más bajos de ocultación que proporciona el sistema; y estos ficheros confirmasen que nada ilegal ni tramposo se hizo en el PP?; pues sencillamente que ahora estaríamos en este país todos hablando de otra manera.
¿Lo habrían hecho así de haber sido legal y transparente toda la información de sus discos?, seguramente si, ya que sería una prueba irrefutable de su inocencia.

Pero no es el acusado o el sospechoso quien debe demostrar su inocencia, si no más bien quien acusa ha de demostrar la culpabilidad de este, y me da la impresión de que judicialmente lo más probable es que el PP salga indemne en este asunto bajo el punto de vista judicial, otra cosa son las consecuencias políticas.

Sospechas…, todas, a nadie se le escapa que algo hay seguro, seguro, seguro; ¿a quien afecta?, ¿con que gravedad?, ¿directamente afectara a Rajoy?; yo saberlo, lo que se dice saberlo, pues no lo se, pero ¿que hay tomatazo en el asunto?, seguro.
Aunque sigo manteniendo que a nadie se le puede decir que es culpable hasta que exista una sentencia, otra cosa bien distinta es que se pueda decir que es inocente… Vamos, como en el caso José Blanco.

Una última cuestión que habrá que investigar; yo al menos si fuese el juez lo haría. ¿Cómo puede ser que Bárcenas asegure que la información que han publicado El País y El Mundo, la copio en una memoria pendrive, si el ordenador en cuestión no tiene puertos USB?, tal vez han cambiado hasta el ordenador; por eso “comogustes” creo que deberías haber sido más prudente antes de decir que el PP entrego al juez los ordenadores de Bárcenas, uno si, ¿el otro?.
Pero habría también que pensar…, si no han cambiado el ordenador, ¿Qué es lo que esta pasando?

Estoy de acuerdo contigo e eso que dices que los jueces van como van.

La solución al embrollo, en el próximo capítulo de este serial radiofónico, transmitido en onda media.

Pues a mí me parece, y me consta, que el PP ha hecho un nuevo alarde de cinismo con esta nueva ocurrencia de algún sabio que les haya aconsejado actuar de esta manera.

En primer lugar porque Luis Bárcenas llegó a denunciar a su partido por no devolverle los dos ordenadores personales portátiles con los que trabaja en su despacho de la calle de Génova. En su última declaración ante el juez Pablo Ruz volvió a referirse a ellos para explicar que había guardado en los dos ordenadores información relevante para demostrar que todas sus denuncias eran ciertas.

Hasta aquí, creo que por muy encausado que esté el tipo, hay que darle un voto de confianza: se está agarrando a su tabla de salvación como el náufrago que es; cualquiera se agarraría a un clavo ardiendo en su situación. En un principio supuse que eran suyos los ordenadores, ahora no lo sé.

Pero lo grave es que en la diligencia en la que el magistrado reclamó los ordenadores indicó que su práctica era posible "sin perjuicio del tiempo transcurrido desde la falta de disponibilidad de tales ordenadores por parte del imputado, al haberse afirmado en la testifical practicada el 14 de agosto por la actual secretaria general del Partido Popular, a preguntas de una de las acusaciones personadas, que los referidos ordenadores continúan custodiados por la referida formación política, permitiendo de este modo la verificación de la diligencia propuesta".

Si no aparecen esos discos duros, Cospedal va a quedar como Cagancho en Almagro: o ha mentido en su testimonio (delito tipificado en el CP) o el PP está obstruyendo la acción de la Justicia (delito tipificado también en el CP).

Se irán de rositas, pero por prescripción de los delitos. Las consecuencias políticas... pues como dijo otro torero, "hay gente pa' tó".

Yo esta mañana he visto a Pujalte querer explicar lo inexplicable y se parecía a lo de la indemnización en diferido. Qué difícil resulta dar explicaciones cuando no se dice la verdad y desde el primer momento esto huele mal y cuesta mucho creer hasta al Presidente del Gobierno, refugiándose en el plasma, diciendo que todo es falso menos algunas cosas, que ya no estaba en el partido cuando le estaban pagando un dineral, decía que no se acordaba desde que no hablaba con él y se estaba comunicando por correos, etc, etc...para qué seguir, y ahora lo de los ordenadores: sabían lo que había y les ha importado un pepino la justicia y el juez, lo han borrado todo y a otra cosa a inventarse de nuevo otra coartada y ya veremos si no sale uno con una cosa y el otro con otra, ¡al tiempo!.

Esto recuerda esas películas americanas de la mafia donde los políticos y los capos y jefazos, padrinos o como se diga, comparecen ante el Gran Jurado -que no sé exactamente lo que es, pero debe de ser algo muy importante- y todo son trampas, trucos y mentiras.

Es cierto que la Ley de Protección de Datos obliga a formatear un ordenador cada vez que un empleado se va de una empresa, como alega el PP, pero si vamos a la legalidad que tanto les gusta a los peperos, también es cierto que esa misma Ley prohíbe borrar cualquier información que pueda ser necesaria para una investigación policial o judicial en curso.

Para comprender la situación basta con saber que la Ley de Protección de Datos no solo no obliga a formatear un ordenador cada vez que un empleado se va de una empresa, sino que impide expresamente borrar cualquier información que pueda ser necesaria para una investigación policial en curso, solamente permite borrar los datos privados del anterior usuario. En este caso se da la circunstancia de que el borrado se hizo cuando ya se sabía que existía una investigación porque la Policía había acudido a la sede de la calle Génova y los destruyó un mes después de esta visita.

Después salen Floriano y Martínez Pujalte a poner la nota tragicómica del asunto. El uno diciendo que los ordenadores eran del partido y podían hacer con ellos lo que quisieran; el otro diciendo que cree en los ordenadores no había nada, en cuyo caso cabe preguntarle el porqué de no haberlos puesto a disposición del juzgado cuando Bárcenas los reclamó judicialmente.

En fin, éste es el modus operandi del PP, que esconde a su presidente para que no comparezca en las Cortes a dar explicaciones, el cual comparece cuando la oposición le saca a rastras de su escondrijo, que obstaculiza la acción de la Justicia y luego se presenta como máximo garante de la transparencia y de la colaboración judicial, habiendo llegado incluso a personarse (sin éxito) como acusación particular del caso Bárcenas.

Para acabar este rollo, reproduzco las palabras que escuché anoche por la radio, pronunciadas por el abogado Gonzalo Boyé en una entrevista: "Si alguien piensa que los ordenadores eran la clave, se confunde porque no entiende de Derecho. Los papeles de Bárcenas están perfectamente acreditados por otras vías".

Ahí queda eso. Ahora les toca mover ficha a Floriano y a Pujalte.

Y de las presuntas querellas contra el diario El País y El Mundo por difundir los "papeles de Bárcenas" que presentaron tanto el partido como algunos dirigentes a título personal nunca más se supo.

El delito de los daños informáticos (El Mundo 30-8-2013)

Carlos Sánchez Almeida(abogado especializado en delitos informáticos).

La pericial encargada por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz sobre los dos ordenadores que el imputado Luis Bárcenas tenía en la sede del PP en la calle de Génova ha revelado la destrucción de los datos contenidos en los mismos sin dejar rastro ni copias de seguridad.
El artículo 264 del Código Penal establece una pena de prisión de 6 meses a 2 años para el que «por cualquier medio, sin autorización y de manera grave borrase, dañase, deteriorase, alterase, suprimiese, o hiciese inaccesibles datos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos, cuando el resultado producido fuera grave».
Es lo que se conoce como delito de daños informáticos, presente en nuestra legislación desde la entrada en vigor del Código Penal de 1995, recientemente modificado por la Ley Orgánica 5/2010, en vigor desde el 23 de diciembre de 2010, al objeto de incluir no sólo la destrucción efectiva de datos informáticos, sino también cuando se hagan los mismos inaccesibles.
Pese a su relativa novedad, es un delito que ha llegado ya en múltiples ocasiones a nuestros tribunales, y que se acostumbra a imputar a distribuidores de virus, empleados desleales que destruyen información de la empresa, o competidores empresariales que actúan mediante técnicas de hacking malicioso.
En lo relativo a los ordenadores utilizados por Bárcenas, y a la espera de lo que determine la investigación judicial, cabe interrogarse si se dan las circunstancias exigidas por el Código Penal para apreciar delito. Los datos destruidos o inaccesibles, según el artículo 264, deben ser ajenos, y su manipulación no autorizada.
Es decir, no comete delito aquel que destruye datos propios, o destruye los ajenos con la debida autorización, como es el caso de las empresas de reciclaje informático.
El problema que se plantea es hasta qué punto los datos, programas informáticos o documentos electrónicos contenidos en los ordenadores utilizados por Luis Bárcenas son propiedad del PP o de su antiguo trabajador. En lo que se refiere a los programas, serán de aquel que los compró, pero los datos generados pueden generar conflictos, si no hay pacto expreso en el contrato de trabajo, siendo abundantes los pleitos por este motivo. Y en lo relativo a la información confidencial, y muy especialmente los mensajes íntimos de Luis Bárcenas que pudiesen hallarse en su PC, el tema es harto discutible.
Cuestión independiente del delito de daños informáticos es la intencionalidad con la que se ha producido la destrucción de los datos, por si los mismos fuesen relevantes a los efectos de una investigación criminal, y en tal supuesto podríamos encontrarnos con otras tipificaciones penales independientes. Desde encubrimiento, complicidad, obstrucción a la justicia o desobediencia a la autoridad judicial, es amplio el abanico de posibles imputaciones incluso en el supuesto de que los datos fuesen propiedad del PP.
Lo que en cualquier caso sorprende a este letrado, y a cualquier experto en derecho tecnológico, es que no exista una copia de seguridad de datos tan críticos y relevantes, desde el punto de vista político y criminal.

De momento, la acusación particular ha solicitado el disco que falta y el nombre de la persona que dio la orden de destruir los datos y quién los destruyó.

Por otro lado, es relativamente sacar los datos de un ordenador sin puerto USB a un pendrive: basta conectar una bahía de expansión a través de la conexión de periféricos. O sea que...

Acabo de escuchar por la radio que la Ley obliga a guardar copia de seguridad de los últimos cinco años.

Por otro lado, hoy no ha salido nadie del PP a dar la cara. Dicen que aumenta en malestar en Génova 13 porque se ha perdido la ocasión perfecta para presentarse ante los ciudadanos como el partido de la transparencia y colaborador con la Justicia.

Ahora falta ver si sale Rajoy de la madriguera a decir algo sobre Siria.

Saludos.

Uf, Uf... huele a caca.