la Font d'En Carròs - Valencia

Me pregunto cómo puede ser que, entre los años 2004-2008, años en que toda la información del mundo está expuesta al intelecto, 31 mujeres se dejaran engañar por un otorrino que les hacía creer que se tenían que desnudar para así él poder diagnosticar.
Al parecer, este otorrino obsceno "se valía de su superioridad como médico". ¡Superioridad como médico! Hay que ver.
Estas mujeres tenían problemas de oído, padecían vértigo y mareos, según dice el periódico. El médico las hacía desnudarse, les ponía unas gafas negras, con las que no veían nada (imaginen por un momento la humillante escena), y allá que iba él cámara en ristre y toca que me toca.

Vamos, que pasen estas cosas es para pensar que todavía nos falta mucho para salir del oscurantismo que provoca la ignorancia. Es lamentable. 31 mujeres con las gafas puestas y sin decir nada. ¿Serían viejecitas? No, las viejecitas no van solas al otorrino, además de que no creo que interesaran al otorrino pieles colgantes. Fue una menor la que denunció los hechos. Me pregunto si la menor estaría con su madre. Menos mal.

¡Cuántas mujeres necesitan que se les informe de ciertas cosas! ¡De muchas cosas!

Una noticia como ésta es para llorar a moco tendido.

Un saludo

patro a ese medico le tenian que dar un merecido premio






















CORTARLE LAS DOS MANOS

Cortarle las dos manos, no. Pero tenerlo a la sombra unos buenos diez años, sí.
Y a esas mujeres, abrirles un poco la mente, que estamos en el siglo XXI.


un saludo