Antes de los moros ya regaban los romanos Antes de los moros ya regaban los romanos Julián Ribera y Julián San Valero, entre otros especialistas, estudiaron los primitivos regadíos valencianos y alabaron su eficiencia El catedrático Julián San Valero, en una reflexión impagable, nos dejó escrito que mientras en la mayor parte de España se dice que una gran obra "es cosa de romanos", los valencianos apostillamos que es "dels temps del moros". Para quienes acuñaron la frase en el pasado, los moros eran la antigüedad en general, y los romanos formaban parte de una galaxia difusa que quizá no tenía que ver mucho con nuestra tierra y nuestras cosas. El profesor San Valero, sin embargo, junto con otros expertos -desde Julián Ribera a Vicente Giner Boira, pasando por el arqueólogo José Llorcaya demostraron hace mucho tiempo que la principal sabiduría de los musulmanes consistió en asimilar lo bueno que había en la agricultura valenciana desde la época romana; como hizo a su vez el rey don Jaime con la herencia musulmana en la materia. En 1964, con ocasión de una exposición sobre regadíos valencianos que se pudo ver en el claustro de Santo Domingo, estos expertos citados, con la suma del profesor Fletcher Valls y Enrique Pla Ballester, se dieron cita para editar un folleto con apuntes sobre la materia que tantos años después siguen siendo de extraordinario valor. Y antes, desde luego, los iberos El profesor San Valero es tajante en su afirmación: "Las acequias valencianas, atribuidas comúnmente a los musulmanes, son en gran parte -como ha demostrado nuestro compatricio Nicolau Primitiuotra de fábrica romana por la técnica arquitectónica y la argamasa de partidores y muros". Y añade: "Pero no es aventurado conjeturar que acequias y obras hidráulicas harían en ocasiones también los indígenas ibéricos prerromanos. Si tenemos en cuenta que aljibes y acueductos son conocidos en la península desde 2.000 años antes de Jesucristo y que no fueron maestros agricultores excepcionales los romanos". San Valero, que fue colaborador de LAS PROVINCIAS durante largos años, no duda en atribuir a la agricultura, es decir al agua, el aumento de una población que cuando Cavanilles hizo su periplo, en el siglo XVIII no pasaba de los 250.000 habitantes en todo el Reino de Valencia. En un análisis que valdría la pena reeditar, señala la escasez de la huerta valenciana comparada con el territorio general y con el secano y hace sustanciosas reflexiones sobre el hombre, la tierra y los recursos del agua. "La imposibilidaddice Julián San Valero en este librono proviene del clima, del suelo o de las plantas, sino de las posibilidades de riego, lo cual justifica la importancia de este elemento, como demuestra la conversión en regadío cuando pantanos o pozos lo hacen factible". También señala este trabajo cómo se fue desarrollando la organización de los regadíos en Valencia y Castellón, y más tardíamente en Alicante; por otro lado, el profesor analiza que "el agua en las zonas de huerta tradicional va unida a la propiedad de la tierra; en otros lugares el agua se compra aparte del dominio de los campos". https://ww.lasprovincias.es/valencia/20080607/cultura/antes-moros-regaban-romanos-20080607.html |