A CADA CUAL SU OMBLIGO En el fondo - dice Dios - he hecho bien de daros un ombligo para cada uno, porque es útil. Es bien útil que cada cual tenga su ombligo. En los momentos de desfallecimiento, de desánimo, en los momentos difíciles, sólo es necesario bajar los ojos, y enseguida ya no se ve más que el ombligo amical, misterioso, fraternal Sí - dice Dios - he hecho bien de daros a cada uno un ombligo. Claro está que esto os impide muchas veces ver más allá. De mirar solo el vuestro, aunque siempre hay quien mira y ve algo más Con todo, este ombligo soy yo quien os lo ha dado. Pero aun así, en mi plan, yo no había previsto que se le diera tanta importancia... Si lo volviera a hacer, lo pondría en medio del frente. De este modo - dice Dios - tendríais que mirar los ombligos de los otros. Y entonces - dice Dios - seria cuando os convenceríais a base de ver, que hay ombligos negros, ombligos de proletarios, ombligos de solteros, y quizás olvidaríais el vuestro, vuestro ombligo de intimidad, vuestro ombligo de fiesta bien preparada, vuestro ombligo de caridad bien ordenada. Pero - dice Dios - no es necesario hacerse demasiado ilusiones, Estáis muy acostumbrados a verlo dónde esta; no es necesario cambiarlo todo, puesto que yo mismo he dicho que antes de mirar la paja del vecino es necesario pensar en la viga de cada uno Y un ombligo dice Dios - cuesta mucho tenerlo limpio.
|