Villarrubia de Santiago - Toledo

Bruselas aconseja al Gobierno de Zapatero profundas reformas en pensiones y sanidad
La Comisión Europea alerta de que la actual recesión y el aumento de la deuda agravan la sostenibilidad del sistema español de protección social
La degradación de las finanzas públicas españolas es un hecho, y la sostenibilidad a largo plazo del modelo de protección nacional está comprometida si no se acometen profundas reformas. Lo dice un informe de la Comisión Europea en el que se pasa revista al estado de sostenibilidad de las finanzas públicas de los Estados miembros de la UE.
El informe no descubre grandes fallos estructurales en el modelo español que no hayan sido largamente criticados antes: el sistema público de pensiones se ve afectado por el envejecimiento de la población y los altos costes de las prestaciones de la Seguridad Social.
La diferencia con respecto a informes precedentes de la Comisión y de otros organismos internacionales es que, esta vez, el Ejecutivo comunitario pondera el impacto negativo de la crisis económica en el modelo y concluye que no ha hecho otra cosa que empeorar sus perspectivas de subsistencia. «Sobre la base de las Previsiones Económicas de primavera de 2009 y las proyecciones de gasto relacionadas con el envejecimiento de la población, España tiene un déficit de sostenibilidad -diferencia entre la situación presupuestaria actual y la considerada sostenible- del 11,8% del PIB, que se encuentra muy por encima de la media de la UE, situada en un 6,5% del PIB», afirma la Comisión.
Para resolver la situación, Bruselas aconseja tanto un incremento de los ingresos como una reducción del gasto pero advierte de que «el sistema de protección social (en particular, las pensiones públicas y la asistencia sanitaria) tendría que ser reformado para desacelerar el aumento estimado del gasto en relación con el envejecimiento de la población». La Comisión Europea aconseja «profundas reformas» en las pensiones y la sanidad y redondea su recomendación pidiendo que esos cambios «se lleven a cabo de tal manera que no amplifiquen las consecuencias de la crisis económica y financiera».
El informe comunitario reconoce que los esfuerzos presupuestarios españoles para estabilizar la deuda pública están por encima de la media europea, lo mismo que los acometidos para hacer frente al envejecimiento de la población. Y eso que la deuda pública española alcanzará el 62% del PIB en 2010, una tasa por encima de los límites fijados por la Unión Económica y Monetaria, pero veinte puntos porcentuales inferior a la de otros países de referencia de la zona. El problema lo plantean las pensiones, que crecerán 6,2 puntos porcentuales en 2060 con respecto a 2010, y el coste de la sanidad, que lo hará en 2,3 puntos porcentuales durante el mismo periodo. La subida total del gasto relacionado con las personas mayores será de 9 puntos.
España es uno de los países de la UE cuya situación ha empeorado más desde la publicación del anterior informe, en 2006. Por aquellas fechas la 'brecha de sostenibilidad' era equivalente al 3,2% del PIB y, aunque entonces ya se preveía un gasto creciente en pensiones, las cuentas públicas registraban un superávit que hacía posible amortiguar ese impacto. Pero, con la crisis, los excedentes se han volatilizado. Y así ocurre que Bruselas coloca a España en el bloque de los países de 'alto riesgo', en el que se encuentran el Reino Unido, Irlanda, Grecia, Eslovaquia, Eslovenia, la República Checa, Chipre, Letonia, Lituania, Malta, Países Bajos y Rumanía.
Para hacer frente cuanto antes a estos problemas, el Ejecutivo comunitario concreta algunas propuestas. Aconseja, entre otras cosas, retrasar la jubilación efectiva para adecuarla al aumento de la esperanza de vida.