Villarrubia de Santiago - Toledo

El director de una gran constructora está en su despacho,
sin nada que hacer (por supuesto), y se plantea si el hacer el amor
con su amante es trabajo o placer.
Aparece el subdirector general y el director se lo plantea:

- ¿Hacer el amor con mi amante es trabajo o placer?

El subdirector responde:

- Pues no lo sé, tendría que estudiarlo.

El director le da una hora para responder.
El subdirector general va a ver al responsable de recursos humanos y
le pasa la pelota:

- Que el director se cepille a su amante¿es un acto de trabajo o de placer?

El responsable, entretenido sin hacer nada, le responde que no lo sabe.
El subdirector le dice que tiene 45 minutos para averiguarlo.
El responsable de recursos humanos le traslada la pregunta al arquitecto jefe,
que estaba muy ocupado peleándose con la máquina del café,
sin nada que hacer. Pero él tampoco sabe la respuesta.

Al final le llega la pregunta al delineante, que tiene la mesa llena de
planos, listas de mediciones que enviar, valoraciones que
realizar… en fin, que va de fatal haciéndolo todo él.

El arquitecto le dice que tiene cinco minutos para decirle si el hecho de que
el director general se acueste con su amante es trabajo o placer.
Sin levantar la cabeza, el delineante responde:

- Es placer.

Su jefe, intrigado por la rápida respuesta, le pregunta :

- ¿cómo ha llegado tan rápidamente a esa conclusión?

El delineante, ya harto de que le entretengan con todo
el follón que tiene, le responde:

- Porque si fuera trabajo me la tendría que chuchar yo.