Villarrubia de Santiago - Toledo

Nos cuenta el caso Sonia, una catalana de Vic que fue testigo de uno de esos lamentables sucesos protagonizados por extranjeros y que son ignorados por los medios al servicio de la casta. El suceso relatado por Sonia ocurrió el domingo en los multicines Sucre de la localidad barcelonesa de Vic.

Cuatro de sus amigos, dos chicos y dos chicas de edad adolescente, fueron a ver una pelicula. Cuando estaban ya acomodados, se sentaron delante de ellos una pareja de marroquies y una chica de origen sudamericano, con edades comprendidas entre los 16 y los 17 años. Durante la proyección, los moros y la sudamericana comenzaron a hablar en voz alta, lo que motivó que los amigos de Sonia les pidieran silencio. Lo hicieron y ahí acabó aparentemente el asunto.

Lo que vino después es el vivo reflejo del matonismo de la población extranjera frente a los españoles que tengan la ocurrencia de recordarles sus deberes. Al salir de la sala de cine, alrededor de siete marroquíes aguardaban a los españoles. De ellos, dos portaban navajas.

En presencia de decenas de personas que coincidieron en la salida del cine, los marroquíes comenzaron a golpear a los cuatro, sin distinguir entre hombres y mujeres. Fruto de la agresión, uno de los chicos sufrió rotura nasal y el resto numerosas contusiones. Uno incluso sufrió una herida leve en su rostro por arma blanca. A la lamentable imagen de la agresión se unió la dantesca respuesta de las personas congregadas en el exterior del cine y del propio personal de seguridad del establecimiento, quienes optaron por ignorar los hechos. Ni una sóla llamada de atención a los agresores. Ni una llamada de socorro a los Mossos. Ni un intento de evitar la avalancha de golpes que sufrieron los jóvenes vicenses.

Indefensa ante los golpes de los moros y la cobardía de los testigos mudos, una de las dos chicas agredidas pudo llamar a los Mossos desde su propio móvil, ocasión que aprovecharon los moros para abandonar arteramente el lugar de los hechos.

“Estoy muy indignada porque pegar una paliza hoy en día sale gratis. Esto no puede ser, y más vives un caso como éste tan de cerca”, declara Sonia a nuestra redacción.

Sin duda, un episodio doblemente vergonzoso que pone al descubierto el instinto criminal de muchos inmigrantes y la cobardía congénita de no pocos catalanes.

Vaya que sí..................estos dos mensajes similares son un claro exponente del racismo que encierra el racismo que le vamos a hacer, es una pena, hay cosas que no cambian y personajes que tampoco lo hacen.

que si que si que son unos recistas y por eso se llevaron los navajazos pero a quien se le ocurre decirles que se callen en el cine no saben que es que es su cultura y tal , se lo merecen por racistas

Y encima sin entender las ironías, pero se puede saber ¿quien a llamado racistas a los adolescentes? yo no ¿y tú?

aveces las cosas no son como se pintan, muchos se dicen de no ser racistas, pero en su corazon maquillan maldad.