Cuenta la leyenda que, una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido, con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día, y la serpiente no desistía... Dos días y se cebaba...Ya en el tercer día, y sin fuerzas, la Luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar éste último deseo a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar...
¡Que interesante la muy p...! ¡Menuda calaña,la de los animalitos sin evolución, a los que resultan interesantes estos elementos!
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No
- ¿Yo te hice algún mal?
- No
- Entonces... ¿Por qué quieres acabar conmigo?
- Porque no soporto verte brillar...
A MÍ NO HAY COSA QUE MÁS ME GUSTE EN ESTE MUNDO QUE VER BRILLAR A OTRO SER HUMANO
¡NO DEJES DE BRILLAR!
¡PODEMOS, PODEMOS!