Sonseca - Toledo

La Iglesia enseña sus cuentas

Solo en 1 año, la Iglesia ahorra al Estado 3.000 millones de euros en educación.


- Cada año, cuando se acerca la hora de cumplimentar la declaración de la renta, la Iglesia muestra sus cuentas y explica lo que hace con el dinero que recibe.

Frente a quienes, de manera interesada, tratan de ocultar la ingente labor que desarrolla la Iglesia Católica en España, los hechos concretos, las cifras y el destino del dinero, demuestran año tras año que, a diferencia de otras instituciones, la Iglesia no vive del dinero del Estado y en cambio aporta a la sociedad enormes beneficios.

* La Iglesia no recibe dinero procedente del Estado. No hay ninguna cantidad de los Presupuestos Generales del Estado destinada a su sostenimiento, como sucede con los sindicatos, los partidos políticos y asociaciones diversas.

* La Iglesia no goza de privilegios fiscales de ningún tipo. La Ley de Mecenazgo equipara el régimen fiscal de la Iglesia al del resto de entidades del sector no lucrativo (ONG, fundaciones, etc.).

Los recursos económicos de la Iglesia proceden de :

* Aportaciones directas de los fieles: 75 por ciento.

* Asignación tributaria: 25 por ciento.

Dónde va a parar el dinero de la Iglesia

* 107 centros hospitalarios. 128 ambulatorios y dispensarios. 387.356 personas hospitalizadas y asistidas en centros hospitalarios de la Iglesia. 849.728 asistidos en ambulatorios y dispensarios.

* 876 casas de la Iglesia para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos. 57.653 residentes o asistidos en casas para ancianos, inválidos o minusválidos.

* 937 orfanatos y otros centros para la tutela de la infancia. 10.835 asistidos en orfanatos y centros de tutela de la infancia.

* 321 guarderías infantiles, 365 centros especiales de educación o reeducación social. 10.607 asistidos en guarderías infantiles 53.140 asistidos en centros de educación especial.

* 144 centros de caridad y sociales. 324.377 asistidos en otros centros de asistencia social.

* 305 consultorios familiares y centros para la defensa de la vida y de la familia. 79.868 asistidos en consultorios familiares.

* 73 centros para la acogida de reclusos en libertad provisional, 54 para atención de toxicómanos y 24 para enfermos de SIDA.

* 1.400.000 niños asisten a centros educativos de la Iglesia. Según datos del Ministerio de Educación, una plaza en un centro público tiene un coste anual de 3.518 €. En un centro concertado esa misma plaza cuesta al contribuyente 1.841 €. Si tomamos como base el año 2002/03, cuando se encontraban escolarizados un total de 1.741.697 alumnos, el Estado se ahorró 2.920 millones de euros en un solo curso.

* Cáritas invirtió en España 170 millones de euros en programas de asistencia social y desarrollo (acogida, infancia, familia, juventud, mujer, mayores, empleo, inmigrantes, comunidad gitana, drogodependencia, SIDA, sin techo, reclusos, discapacidad, etc.).

* En otros países, Cáritas tiene programas por más de 17,4 millones de euros. Manos Unidas, programas de 46 millones de euros. El 92 por ciento de estas cantidades se destina a proyectos concretos: 205 en América por 18,6 millones de euros; 282 en África por 12,5 millones; 233 en Asia por 10,2 millones.

* Centros parroquiales de atención a los emigrantes, en los que se les proporciona servicios de búsqueda de empleo o de alojamiento, ayudas económicas, información sobre su situación legal, etc. Residencias para inmigrantes que ayudan a paliar la insuficiencia de los centros de acogida estatales.

* La Asociación Comisión Católica de Migraciones dispone de centros de acogida a refugiados e inmigrantes, atención y asesoramiento legal, inserción socio-laboral, infancia, acogida a mujeres, etc.

La asignación tributaria

El 25 por ciento del presupuesto de la Iglesia procede de la asignación tributaria. Se trata del procedimiento de financiación más democrático que se aplica en España.

Los ciudadanos que voluntariamente lo desean, marcan la X de la Iglesia en su declaración del IRPF y de este modo, el 0,7 por ciento de sus impuestos se destina a sufragar las necesidades de la Iglesia.

La autofinanciación de la Iglesia recomienda modernizar los procedimientos por medio de los cuales se financia. Las colectas, los donativos, los legados, etc., no permiten hacer previsiones económicas exactas. Para planificar el gasto con eficacia y rigor es preciso conocer de antemano las cantidades de que se va a disponer. Ese es el motivo por el que la Iglesia pide a sus fieles que suscriban a través de sus respectivos obispados aportaciones periódicas mensuales o semestrales.