La medidas de ZP Conmoción en el PSOE por las medidas de ZP, que podrían ser la puntilla electoral El giro económico de ZP, sufrido en directo por los diputados del PSOE en el hemiciclo, ha supuesto una verdadera conmoción en el mundo socialista, que barrunta una realidad económica de España mucho peor de la que se ha “pintado” en los últimos tiempos. En el PSOE y la UGT la sorpresa ha dado paso a esta reflexión: ¿Qué le habrán contado a Zapatero los líderes europeos, Bruselas y Obama para que haya decidido suicidarse políticamente atacando a funcionarios y pensionistas, sus dos principales bastiones electorales? En la víspera del debate parlamentario, el contenido del discurso presidencial era conocido por las dos vicepresidentas y un escaso número de colaboradores y dirigentes del PSOE. En UGT y CCOO, sus secretarios generales habían sido informados de la “música” de las propuestas de Zapatero, pero desconocían la “letra”; no obstante, las reuniones internas y llamadas telefónicas entre Toxo y Méndez se sucedieron a lo largo de la tarde del martes: parecía evidente que el Presidente había decidido dar un giro total a su política económica, a pesar de los riesgos que le anunciaron los dirigentes sindicales. Las centrales mayoritarias ya tienen decidido llamar a la movilización, aunque no necesariamente a una “huelga general”, el anuncio que más teme Rodriguez Zapatero. Tanto UGT como CCOO son conscientes de que, una vez los trabajadores en la “calle” la situación podría escapar a su control, dada la predisposición a movilizarse de amplios sectores de la población, alentados por entornos mediáticos y sociales de la derecha; ajenos, por cierto, a la estrategia del Partido Popular. Los sindicatos iniciarán muy pronto las movilizaciones entre los funcionarios para rechazar la rebaja salarial anunciada para 2010 y 2011, pulsando el ambiente, y tratando de eludir el enfrentamiento frontal con Rodriguez Zapatero, aislando el “problema” y circunscribiéndolo a los colectivos más afectados por las medidas del Ejecutivo: funcionarios y pensionistas. Los directivos de la Administración y cargos de confianza, conocedores de la dificultad de llevar adelante las medidas anunciadas, reconocen que “por primera vez el Presidente parece sinceramente comprometido con recortes impopulares”, pero anticipan que es una quimera que los mismos ministerios que están en la brega diaria –especialmente el ministerio de Hacienda y la vicepresidencia económica- puedan asumir el trabajo a que obligará la batería de medidas de ZP. Desde esa perspectiva también se vuelve a criticar que no se haya constituído un órgano “ad hoc” –una especie de Oficina del Gobierno para los “recortes”- capaz de afrontar una poda de miles de millones en la Administración del Estado. Recuerdan al respecto, que el conjunto de ministerios tienen un presupuesto de 60.000 millones de euros, incluídas todas las partidas y capítulos, de modo que por muchos recortes que se anuncien “no salen las cuentas”. El problema para Rodriguez Zapatero es que los recortes que dependen directamente de él son claramente insuficientes para alcanzar el déficit comprometido para 2013, y por ello se preguntan: ¿qué autoridad tiene ZP para obligar a autonomías y municipios a cooperar? Incluso si esta vez Zapatero estuviera convencido del ajuste –que parece que sí-, ¿qué garantías tiene de conseguir sus objetivos? |