Mora - Toledo

[b]Que pasa entre los Socialistas?
No va más. Las primeras críticas y demandas de explicaciones de la oposición al Gobierno por su gestión del secuestro del atunero Alakrana han sacado a la luz diferentes tensiones, larvadas y en algunos casos explícitas, entre los miembros del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero.

Junto a las consecuencias del desastre del Índico, también se enfrentan al caso Faisán, a la alegalidad destapada por LA GACETA del Sistema Integral de Interceptación de las Comunicaciones Electrónicas (Sitel), la imputación judicial del secretario de Estado Diego López Garrido, las más que evidentes tensiones de la clase política catalana nacionalista por el fallo retrasadísimo del Tribunal Constitucional sobre su Estatuto, y, fundamentalmente, por una crisis económica específicamente española que nos sitúa a la cola de la recuperación entre los países de nuestro entorno y arroja la escalofriante cifra de más de cuatro millones de parados sin el menor atisbo de reformas estructurales en el horizonte. Y el PP ya no está sólo en su crítica desde el Congreso de los diputados. A la deriva, el Gobierno del PSOE, tan sólo año y medio después del comienzo de la legislatura y a las puertas de su ansiada presidencia de turno de la UE, evidencia una notable falta de coordinación pareja a inusitadas salidas de tono y a la sangría de votos que reflejan todas las encuestas.

Por si fuera poco, la cacareada “geometría variable” en el Congreso comienza a ofrecer más de un disgusto. Las declaraciones del pasado miércoles en la sesión de control de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en las que situaba al Partido Popular “del lado de los piratas”, acompañadas de las no menos sorprendentes palabras del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las que equiparó el discurso del PP con el de Batasuna por sus denuncias de Sitel (además de la monumental bronca posterior en los pasillos de la Cámara Baja), tan sólo suponen la punta del iceberg.

Enfrentamientos

Tras los últimos encontronazos entre De la Vega y Chacón a cuenta del Alakrana, “la situación entre ellas ya no se salva”, confiesa un destacado diputado socialista. Un enfrentamiento que se suma al sonado episodio de su improvisado y abrupto anuncio de la retirada de las tropas españolas en Kosovo.

Entonces Chacón, además de enfadar notablemente a nuestros aliados internacionales (Estados Unidos, ya con Barack Obama al frente de la Casa Blanca, manifestó que se sentía “profundamente decepcionado” con nuestro país), hizo lo propio con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al alza internamente por su papel en el Indico y sus gestiones para acercar a Obama y Zapatero.

Chacón, horas bajas

El ojito derecho del presidente no acierta. Hoy ya quedan lejanísimos los días en los que la ministra de Defensa aparecía en todos los mentideros políticos como una más que probable sucesora de Zapatero. Hoy se habla de Chacón en términos muy diferentes, mentando sus incidentes con la vicepresidenta primera y evocando su tajante “sabemos exactamente donde están y sabemos que están bien”, en relación a su papelón aludiendo a los tres tripulantes del Alakrana que, como también confirmó Moratinos en su momento, presuntamente habían sido trasladados a tierra desde el atunero durante el secuestro... Una información que hoy desmienten los piratas y el propio Ministerio de Defensa a través del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Julio José Rodriguez. Y en presencia de Chacón.

Toda una carrera

Con todo, la ministra ya ha cursado el máster para destinos más elevados. Zapatero ha paseado a Chacón por la vicepresidencia primera de la mesa del Congreso de los Diputados (2004/2007), donde ha tenido acceso a las tripas del reglamento de la Cámara Baja y, tras su etapa del ministerio de Vivienda, ha recalado en Defensa, donde además de despachar con el Centro Nacional de Inteligencia, se desarrolla una importante agenda internacional en foros y entrevistas de primer nivel y se acerca el trato a la Casa Real.

Asimismo, su condición de consorte del ex secretario de Estado de Comunicación, Miguel Barroso, cercano amigo del nuevo poder mediático emergente en la izquierda (Mediapro: Público y La Sexta), la convierte en el blanco de los pocos miembros de la vieja guardia en activo y, sobre todo, de los que están fuera pero siguen influyendo. Entre ellos la propia De la Vega, defensora de Prisa en la guerra mediática afin al socialismo que ha desencadenado Zapatero. Ahora bien, en el Gobierno aún hay más valedores del Grupo Prisa, como el ministro de Fomento José Blanco o Pérez Rubalcaba.

El ministro del Interior, visiblemente nervioso durante esta semana, se encuentra “cansado”, tal y como confirman diferentes socialistas. “A sus particulares circunstancias personales se une el hecho de que en la última crisis de Gobierno parece que quería otro destino diferente, en concreto se habla de que aspiraba a la vicepresidencia de coordinación, y tampoco oculta su cabreo por tener que afrontar en solitario el tema del caso Faisán”, subrayan. Otras fuentes del PSOE creen que no, “que el incidente el Congreso se ha sacado de quicio y se está exagerando. Rubalcaba fue duro, pero no perdió los estribos; en el PP quieren tapar Gürtel y están sobreactuando”.

¿Enfado o nervios?

Asimismo, voces próximas al PSOE corroboran esta tesis con matices: “Más que nervioso, Rubalcaba está muy enfadado con la actuación del PP, que están jugando con una política de Estado”. En cualquier caso, añaden las mismas fuentes, “internamente está muy tranquilo, porque todo lo que hay de escuchas son actuaciones con órdenes judiciales”.

La vicepresidenta primera “ha pisado demasiados callos” en las filas socialistas, confirman fuentes conocedoras de estos entresijos. Su labor de coordinación del Gobierno ya le ha valido más de un roce, aparte de los ocasionados con el atunero (donde ahora, por cierto, remite a Defensa para más explicaciones aunque haya pedido motu proprio su comparecencia en el Congreso...). Por ejemplo, prosiguen las mismas fuentes, durante la negociación presupuestaria, “momento en el que José Antonio Alonso tuvo que dejar claro que él iba a llevar la negociación parlamentaria”. Tampoco agrada su papel de salvadora: “... hasta que apareció la vicepresidenta y arregló el problema”, latiguillo recurrente durante la pasada legislatura.

¿Ministros ‘estrella’?

La imagen de los titulares de carteras llamadas a brillar durante este curso político no acaba de arrancar. Al titular de Industria, Miguel Sebastián, se le conoce por sus bombillas (almacenadas en las oficinas de correos) y Cristina Garmendia parece llamada a ser notaria de la defunción de Ciencia e Innovación (editorial de Nature incluido). De perfil bajo, ministras como Beatriz Corredor o Elena Espinosa y, por el momento, salen airosos el titular de Educación, Ángel Gabilondo —pacto de Estado con el PP mediante— y Trinidad Jiménez.

Entretanto, aumentan los ex ministros que abandonan el Congreso y pasean sus penas: en dos meses, Bernat Soria, Pedro Solbes, Jordi Sevilla y César Antonio Molina. Otros conocidos socialistas que subieron al poder aupando a Zapatero ni están ni se les espera: Jesús Caldera y su malogrado macro think tank socialista, Juan Fernando López Aguilar o el propio Sevilla. El PP ha dejado de estar sólo en el Congreso. CiU y PNV parecen dispuestos a pedir cuentas por el Alakrana y habrá que ver hasta qué punto. Los hechos son los que son: si hace un par de semanas el PP se enfrentó a su particular crisis interna, esta semana ha sido la del Gobierno. Y si en el último CIS todos los miembros del Ejecutivo, sin excepción, cargaban con un suspenso, los entonces dos ministros mejor valorados —Rubalcaba, 4,77 y Chacón, 4,73— hoy son de los que salen peor parados.

¿ PQ NO TE CENTRAS EN LOS PROBLEMAS DE TU PARDIDO? QUE SON MUCHOS

por que cada uno rie cuando le toca ++igual que llora¡¡

es que no tiene otra cosa que hacer, pero vamos el PP si que tiene un gran malestar a noivel nacional, sea por gurtel por que no llevan entre ellos, porque no quieren unos a rajoy, porque no se hablan. eso si que es malestar, pero malestar. Y encima ahora con el otro A LA BAJA.

cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas a remojo... yo creo que si algun partido se va a dividir, será el PP, la derecha centrada no tiene nada que ver con la de Espe y adyacentes, al tiempo.