¿cuando saldremos de la crisis? ¿ QUÉ ES “SALIR” DE LA CRISIS? ¿Y PARA CUÁNDO LO CONSEGUIREMOS?. Unos señalan que en el 2010, otros hasta el 2018. ¿Quién lo sabe? Lo que ninguno hace, y esto es lo que me preocupa, es decir: “qué significa salir de la crisis”. Se me puede decir que la cosa no es tan compleja. Basta con volver a recuperar el crecimiento del 3% y el desempleo al 8%, y ya “estaremos fuera de la crisis”. Pero eso, en el caso de España, es falso. Porque hay muchas formas de llegar a esas cifras, y algunas de ellas tienen el mismo valor que ponerle un estimulante a un enfermo terminal: quemar sus últimos recursos. Salir de la crisis, en España, no puede significar volver a un País movido por la construcción, porque ahora apreciamos el cáncer que ésta significaba: corrupción hasta límites “sicilianos”, destrozo de costas y ciudades, no ha formado profesionales cualificados, ha impedido inversión de futuro en actividades de largo plazo (I+D+I), ha generado un déficit y endeudamiento masivo y nos ha situado (a la Administración y a nosotros) en posición de falsos nuevos ricos que no apreciaban que su bienestar venía de la venta de la finca heredada, y que ésta, por grande que fuera, terminaría acabándose. Con lo invertido en construcción, deberíamos ser los números unos en Tecnología y en Técnicos. No lo somos. Salir de la crisis tampoco significa volver al turismo como motor principal. Siempre hay que mantenerlo, pero es una “vaca” cuyas ubres han sido demasiado maltratadas. Recibimos más extranjeros que habitantes somos, llevamos haciéndolo cincuenta años, y sigue siendo imposible encontrar quien les atienda en inglés o francés. Usar el turismo como motor de nuestra exportación (cultura, gastronomía, productos), tampoco se ha hecho. ¡Si sólo en Madrid hay más restaurantes italianos que españoles en todo el mundo! Y para empeorarlo, tanta visita ha dejado un sentimiento difícil de erradicar y que paraliza: el de “¡como aquí no se vive en ninguna parte!”. Nuestros precios no casan con nuestra calidad de servicio, y ese es un déficit casi imposible de corregir, y menos con el Sistema Educativo que disfrutamos. Una España basada en la Construcción, el Turismo y los Servicios, no es una España viable. Luego ¿qué significa para nosotros salir de la crisis? Durante el 08 la resistimos porque traíamos una gran inercia. En el 09 nos hemos comido nuestras reservas y gran parte de nuestro crédito. ¿A qué nos vamos a agarrar el 010 para salir adelante? Insistir en el retorno a los años felices nos llevará inevitablemente a una W, una pequeña subida y un nuevo y agónico descenso. Ésta (nadie se cansa de repetirlo porque suena bien) es una crisis “sistémica”. La parte netamente económica de la misma (esa donde parecía que nos quedábamos sin Banca a nivel Mundial) ya está pasada. Pero si queremos salir del pozo, ahora toca trabajar lo Sistémico. Esta crisis -económica- no se resuelve tocando sólo lo económico. Crear un nuevo Sistema. Ahí es nada. En términos Históricos, los nuevos sistemas nacen de los grandes traumas, aquellos que cuestan millones de vidas. Y aquí, salvo que la Gripe A demuestre lo contrario, nos vamos librando. Una fuerte subida del paro (ahí fuera es sólo el 10%), un descenso de la economía del 3% o el 5%, nada tiene que ver con los cincuenta millones de muertos que provocó la Segunda Guerra Mundial. A nivel mundial, no hay -de momento- motor para crear “un nuevo sistema”. Más bien se tiende a la evolución paulatina del que tenemos. Pero no es nuestro caso. Nosotros estamos obligados a re-definirnos. ¿Qué pasa si no lo hacemos? Pues en principio, poco. Tenemos una larga experiencia en decadencia, nuestra imagen de nosotros mismos no es brillante, siguen estando cerca los años en los que “si no es Español (cualquier producto) es mejor”. Si los alemanes y japoneses surgieron de la Segunda Guerra Mundial no fue por el Plan Marshall, fue porque seguían manteniendo orgullo de pueblos elegidos. Derrotados, cierto, pero no por ello vencidos. Frente a eso, nosotros tenemos resignación, conformismo, y una fuerte sumisión al poder establecido “mejor no te metas en líos”. Podemos llegar a cotas de paro del 30% y mantenerlas, nuestros vecinos del Sur demuestran que eso es fácil y además, soportable durante décadas. Esperar a que la reactivación mundial tire de nosotros equivale a convertirnos en un País Pordiosero. No se sale adelante a empujones de otros. O se hace con el propio impulso, o lo alcanzado sólo será miseria siempre mal repartida. ¿Qué es lo que nos falta? Que nos indiquen “dónde está la salida” y qué es lo que ésta significa. Hoy estamos parados. Y no me refiero al drama de los cuatro millones sin empleo. Eso es sólo una consecuencia. El País está sin Proyectos. Si visitas las Empresas y les preguntas ¿qué vais a hacer el próximo año?, la tónica general es: “mantenernos”, “ver qué es lo que pasa”, “resistir”, “estamos en los cuarteles de invierno”, “no son tiempos de aventura”, “estamos estudiando posibilidades”. ¿Significa esto que a los empresarios les falta valor? No. A las Empresas lo que les falta es Orientación. Los empresarios están “viéndolas venir”. Ellos son el motor, pero no tienen ni el volante ni la llave de encendido. El trazado de la autovía es responsabilidad del Gobierno, aunque luego seamos nosotros quienes la vayamos haciendo. Pero éste, hasta ahora, sólo se ha dedicado a poner tiritas a heridas de la carótida y a promover el “Plan E”, que creo que viene de “Esnifada”, porque a alguien que se está muriendo por su drogadicción al ladrillo, no se le pueden dar esperanzas de más obra. Como solución momentánea, para ganar tiempo, a lo mejor era inevitable. Pero sólo eso. Sintetizo. El problema de este país NO es el paro. No son nuestras lamentables cifras económicas. Como la fiebre no es el problema del enfermo de cáncer. Eso son consecuencias, síntomas de males más profundos. Cultivados los últimos quince años. El problema del País es la carencia de proyectos. De estos hay pocos, ralentizados y avanzados con prudencia rayana en la cobardía. No tenemos un indicador claro que nos diga cuántos proyectos están en marcha, pero si dispusiéramos del mismo (y hay fórmulas para estimarlo) sería el criterio más potente para saber por donde estamos y lo que nos queda por andar. ¿Qué hasta cuándo durará la crisis en España? Le voy a dar el criterio en el que me baso. El Gobierno debe sacar su “Ley de Economía Sostenible”. No sé si tienen claro que con esta Ley se están jugando, inevitablemente, su permanencia en el poder. Si presentan un proyecto claro, ilusionante, difícil y costoso -porque así debe ser que sea sobre todo orientador, abra vías y muestre un compromiso de mantenimiento de ese camino, sean cuales sean los vientos políticos, para primeros del 011 la crisis estará prácticamente resuelta. Porque hay mucho motor parado esperando la señal de arranque. Estamos dispuestos al sacrificio, pero sólo si este tiene sentido y abre esperanzas. Si lo que presentan es un conjunto de declaraciones grandilocuentes mal concretadas y soportadas en desembolsos económicos tipo “tapabocas”, seguiremos a la deriva, cada vez más confusos e irritados. En ese caso, haga lo que haga el Gobierno posteriormente, estará abocado irremediablemente a anticipar las elecciones y perderlas. Si la Ley decepciona, estaremos en congelación y confusión el 10 y el 11, y no espere grandes alegrías hasta el 13 o 14. Y esto se hará más duro, porque hoy estamos todos en el pozo, mañana empezaremos a quedarnos solos. La Ley de Economía Sostenible no es una regulación más. Es un retrato donde se va a poder apreciar si la persona y el modelo son válidos. Si es así, la curva será ascendente y rápida. Caso contrario, será plana en el inicio, con deterioro progresivamente acusado según la realidad se complique. Es como el juego de damas. Cuando la partida está sin decidir, un buen movimiento la salva y uno malo la hace perder sin reparación posible. Ese movimiento es la Ley de Economía Sostenible. Es la que debe empezar a trabajar la parte “sistémica” de la crisis. Confío que nuestros Gobernantes se olviden de su condición de Políticos y sean capaces de pasar a la de Estadistas: que digan dónde vamos, y nos orienten, empujen, estimulen y fuercen, hasta que lleguemos a ello. Que tengamos suerte.
|