Illescas - Toledo

Ayer sábado se celebraban muchas cosas. El Día de la Hispanidad, a su vez considerado como el de la Fiesta Nacional, es sobre todo el Día del Pilar, un Virgen patrona de un país y de una de sus fuerzas de seguridad más representativas: la Guardia Civil. Pero el que el Cuerpo fundado en el siglo XIX por el duque de Ahumada tuviera una festividad no significó descanso para sus miembros. Un ejemplo de esto lo daban los agentes encargados de atender su teléfono de emergencias, el 062, que se mantuvieron a la escucha de cualquier petición de ayuda como en los otros 364 días del año.

El 062 nacía en el conjunto del territorio nacional en 1989, como culminación a la introducción de salas de coordinación telefónica cinco años antes. Con estas centralitas y el número, la Benemérita daba un paso adelante en su servicio a los ciudadanos. En su trabajo interno, al contar con servicios centralizados que permiten una coordinación inmediata de los efectivos desplegados en una provincia, reforzando de inmediato su presencia en los puntos donde hagan más falta de un amplio territorio. Y de cara al público, al ofrecer un teléfono corto similar al de otras fuerzas policiales y de emergencias, fácil de memorizar y operativo en toda la geografía nacional. Al conservar el Cuerpo el carácter de policía rural y de caminos y carreteras con que fue creado, la Guardia Civil es la Fuerza de Seguridad que debe ofrecer una mayor cobertura territorial, por lo que el 062 se le está revelando como una herramienta eficaz para saber dónde se necesita su presencia, que refuerza su tradicional dispositivo de puestos y casas-cuartel en poblaciones.

En el caso de Toledo, el despliegue cotidiano del millar largo de agentes dedicados a labores de patrulla o de investigación de delitos depende de 19. Estos conforman la plantilla de la Central Operativa de Servicios (COS). Gente dotada con experiencia y psicología suficiente para calmar a un comunicante angustiado y lograr que facilite la información necesaria sobre qué le afecta para darle la mejor ayuda posible. «La gente llama un teléfono de urgencia, sin fijarse si es la Guardia Civil o el 1-1-2, porque necesita ayuda. Es nuestro deber atenderle, si hace falta derivándole a otro servicio de urgencia, pero no tendrá que marcar otro número después del 062», explica el responsable del COS, el alférez Luis Fernando Hernández Arjona.

La plantilla del COS comparte con compañeros de la Central Operativa de su Agrupación de Tráfico (COTA) una sala de control que son los auténticos ojos y oídos del Cuerpo sobre Toledo las 24 horas del día. Teléfonos para recibir los avisos, micrófonos para pasar la información pertinente a los agentes desplegados sobre el terreno, ordenadores para registrar las incidencias y una gran pantalla con la localización de las patrullas disponibles, para saber cual es la que está más cercana del lugar donde sucede un accidente o un delito, completan este centro de coordinación.
El servicio ha ido registrando un crecimiento progresivo en las llamadas recibidas hasta llegar a la actual media de unas 1.000 mensuales. Todas son atendidas por los telefonistas, y en nueve de cada 10 casos esta atención se completa con la presencia de una patrulla en el lugar donde se llama.

Esta cifra sólo incluye las llamadas directas, y al trabajo del 062 se suman las incidencias comunicadas por el 1-1-2 y otros servicios de seguridad y emergencias con los que hay un trabajo integrado.

El alférez Hernández Arjona refiere que los meses de mayor carga de trabajo en el 062, y por ende en la Comandancia, son los de verano. Los motivos son obvios: el crecimiento de la población en municipios con la llegada de veraneantes en los pueblos, la concentración de fiestas de pueblos y un aumento de población de paso por las vacaciones al cruzar la provincia vías nacionales como las autovías de Andalucía A-4 y de Extremadura A-5.
En cuanto a su tarea diaria, hay espacio para anécdotas, como recibir llamadas de alguien que ha encontrado una culebra en su jardín o ratas en su casa. Pero lo fundamental es ayudar frente a los delitos y «cualquier emergencia, de todo tipo», remarca el alférez remarcando la colaboración existente entre la Guardia Civil y las demás instituciones de seguridad y emergencias en la protección al ciudadano.

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