Illescas - Toledo

El Consejo de Ministros tratará un decreto sobre el calendario laboral

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Soraya Sáenz de Santamaría ha mantenido intensas negociaciones con la iglesia para finalmente conseguir un acuerdo.
Los hosteleros, principales afectados de estos cambios, se encuentran aún recelosos ante la medida


La polémica sobre los puentes laborales vuelve a entrar en escena con el puente de esta semana. Casualmente, hoy día 2 de noviembre el Consejo de Ministros tratará el decreto sobre el calendario laboral. Se trata de una decisión firmada, hace ya un año por los agentes sociales, y que tiene como principal fin aumentar la productividad en nuestro país. Estos puentes producen en nuestra economía un impacto negativo puesto que el parón que se produce deja a España prácticamente paralizada provocando peores consecuencias que una huelga general.

Pero la modificación del calendario de fiestas no ha sido tarea fácil. Prácticamente dos años ha sido lo que ha necesitado el ejecutivo de Gobierno para lograr un acuerdo con los agentes sociales y con la Iglesia. En este sentido, el acuerdo con los sindicatos fue relativamente sencillo. Más complejo resultó para el Gobierno conseguir una unanimidad con la CEOE problema provocado principalmente por los recelos del sector hostelero. El 53% de los viajes realizados por los españoles se dan principalmente en fin de semana y puentes por lo que la supresión de los mismos sería un gran inconveniente para este sector de la economía española.

EVITAR LOS MACROPUENTES

La negociación con la Iglesia también ha sido bastante compleja siendo el principal escollo la supresión de las fiestas de carácter religioso. Por ello, han sido necesarias muchas concentraciones entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Rouco Varela.

Al final las negociaciones entre ellos llegaron a buen puerto por lo que ha sido posible el acuerdo. Por ello quedará suprimido el día de Todos los Santos (1 de noviembre) aunque ello quedará compensado con el día de la Purísima (8 de diciembre). Tampoco se tocarán el día 1 de Enero, el 12 de octubre, el 25 de diciembre, la festividad del viernes santos y la del primero de mayo.

Por contra sí que estarán sujetos a modificaciones el día de San José (19 de marzo) y el día de Santiago (25 de julio), lo que ha provocado reticencias principalmente en Valencia y Galicia. La fiesta de la Constitución (6 de diciembre) es uno de los días que mayores problemas ha causado ya que la intención del gobierno es suprimirla intentando evitar con ello el macropuente que tiene lugar todos los años en esas fechas. Por ello se barajan dos posibilidades, mover la festividad al lunes o convertir el día en laborable, eso sí, respetando las celebraciones institucionales.

Los cambios serán tratados con las Comunidades Autónomas y presentados al Congreso de los Diputados para posteriormente ser aprobados. Con estos cambios el gobierno de Mariano Rajoy quiere transmitir un mensaje de firme compromiso a Europa para que estos vean que España está haciendo mejoras de calado para superar la crisis.