LA VOZ. Érase una vez una pareja de ancianos que vivía en su casita. Un buen día se enfadaron y la anciana dejó de hablar al anciano. Y toda ofendida se puso a hacer calceta. Entonces el anciano empezó a mirar por todos los rincones, por todas las esquinas, por detrás de las puertas, de las macetas... Abría las ventanas y miraba hacia fuera buscando algo, las volvía a cerrar. Abría todos los cajones, todos los armarios, buscaba y rebuscaba, miraba y remiraba, sacaba la ropa, la volvía a meter…, la ancianita ya no aguantaba más y levantándose le gritó. ¡¡ Pero bueno, se puede saber que es lo que estás buscando tan desesperadamente!! Y el anciano más relajado le contestó: Ya está ya lo he encontrado. Buscaba TU VOZ. Gracias por leerme luismgon |