COSAS DEL PUEBLO - EL ENTORNO DEL RÍO Verdes praderas hay río abajo y las chorreras propias del Tajo. Baja muy bajo en el estío, éste es el Tajo, éste es mi río. Hay muchas flores en primavera con sus olores en la ribera. Tú nunca vieras tierra más rica, que las riberas hasta Malpìca. Del Carpio no eres si no has pasado, seas lo que fueres, al otro lado. Bajo sus aguas nadan los peces y a las piraguas ganan con creces. Un ave canta bajo la fronda; es por la Santa Virgen de Ronda. Aquí a la orilla Madrigalejos y Quintanilla allá a lo lejos. De aquella casa que es tan bonita nadie se pasa, pues es la ermita. Va caminando, sus huellas marca, ya va llegando hasta la barca. Cuando yo pase al otro lado vuelve a tus base, que ya he pasado. El agua suena como murmullo, siendo serena como un arrullo. Si fuera mío, si mío fuera, nunca este río yo lo vendiera. Al río contigo yo le agasajo, cuando te digo Carpio de Tajo. A quien quisiera le desafío que un río tuviera como mi río. Allá hay encinas y monte bajo por las colinas que pasa el Tajo. Tienes la huerta, tienes los prados y el agua abierta por todos lados. Al río venía si me petaba y me metía cuando sudaba. La barca llora todo el día entero y es porque añora a su barquero. En todas partes tu agua se loa y la repartes hasta Lisboa. Las aguas vienen, luego se van, no se detienen ¿adónde irán?. En el río quedo por ti a la espera entre Toledo y Talavera. El Tajo anega y en ello insisto toda la vega, que yo lo he visto. Como carpeño, cariño mío, mi primer sueño es para el río. Nunca hubo puente y esto nos marca, y así la gente pasó en la barca. Riegas olivos, riegas trigales, chopos altivos y hasta maizales. Tal como era mi mente guarda a la calera, en Cabeza Parda. Cuando encontramos la Torrecilla siempre exclamamos: ¡qué maravilla!. Dicen que el Tajo no es nuestro sólo y él por lo bajo: “yo soy del bolo”. Ropa lavada con agua buena ¡pues ahí es nada “l’Arroyo Cena”!. En el recuerdo vives conmigo, nunca te pierdo mi río amigo. Pespunteando el valle abajo va susurrando el Río Tajo. Para que te hinches de contar cantos ven a Barrinches, ya verás cuántos. Decían los viejos que hasta el Granujo hubo aparejos que el Tajo trujo. Cristino Vidal Benavente. |