VERSOS - CON MOTIVO DE LA NAVIDAD CENA DE NAVIDAD Cuando te sientes alegre esta noche a celebrar la feliz Nochebuena, en una mesa adornada y tan llena de esos manjares que harás buen derroche, sin dirigirte siquiera un reproche que te produzca sentir esa pena de que haya gentes que no tendrán cena, ten por seguro que harás de alimoche. Rapacidad es esa triste figura aunque no quieras pensar en tal cosa, ni te hace mella. La vida es muy dura, has de pensar y la noche rebosa amor divino, contento y ternura; sí, amig@ mí@ y también es piadosa. EL NIÑO DE LA PATERA Vivió la pobre Balumba en tierras del Senegal, vivió, pero vivió mal, aunque alegre como rumba un día vivió feliz cuando a un baile la invitaron y fue donde la obligaron a cometer un desliz, desliz que le fue agradable, pero luego trajo cola, pues la dejaron muy sola ya que se esfumó el culpable. El tiempo se iba pasando y dentro de ella notaba cómo su vientre engordaba mientras iba trabajando. Pensando en lo que naciera de angustia se estremecía, pues su niño viviría lo mismo que ella viviera. Hasta que dijo: ¡ni hablar, que emigraré si es preciso!, adquiriendo el compromiso de salir de aquel lugar y agarrando su dinero, el dinero que había ahorrado por lo mucho trabajado y con gesto firme y fiero, se fue decidida al puerto donde encontró una patera y pidió se la admitiera, así fue y el cielo abierto vio al tiempo que ya pagaba y subía entre mucha gente, con otro mundo en la mente, el mundo en el que soñaba, que muy pronto encontraría como todos esperaban, que por eso se arriesgaban con singular valentía, que el mar era peligroso, no eran muchas las viandas y si muy listo no andas es posible que el acoso de peces depredadores terminen con la aventura que parece tan segura en boca de sus autores, transportistas y negreros, que mercan con la ilusión de las gentes y que son el final de sus dineros. Panda de gentes sectarias que a los incautos recluta y que conocen la ruta que lleva hasta las Canarias, en donde con mucha suerte y el tiempo les acompaña, ya están libres en España tras escapar de la muerte. Antes de llegar a tierra hace aguas la patera y todos tienen que ir fuera, mas el que puede se aferra a alguno de los maderos para tratar de flotar, a ver si pueden llegar a la playa los primeros y así desaparecer antes que la policía los coja, que ya está el día casi rompiendo a nacer. Pero la pobre Balumba apenas sabe nadar y no ha podido agarrar los maderos y su tumba piensa que ya tiene abierta, pero con toda entereza saca fuerzas de flaqueza y se dirige, y acierta, a un escollo no lejano donde la llevan las olas y allí permanece a solas en esfuerzo sobrehumano, tratando de no caer de nuevo a merced del mar y así poder esperar que llegue el amanecer, que más fácil le será pensar en la solución y que llegue la ocasión en que alguien la verá. Piensa en el niño que lleva y que pronto va a nacer y para que pueda ser sus oraciones eleva al Dios que lo puede todo y siente en su corazón que obtendrá la salvación, pues Dios ya encontrará el modo. Por el esfuerzo cansada es vencida por el sueño, aunque puso buen empeño en no caer derrumbada. Cuando ya se despertó lo hizo encima de una cama y fue porque alguien la llama y aunque no la conoció la dedica una sonrisa y al tenerla ya a su lado pregunta quién la ha salvado y la enfermera, sin prisa, dijo que fue Salvamento que por allí vigilaba y exhausta la rescataba falta de conocimiento. Tanta sangre había perdido que no se había dado cuenta de que de manera lenta el niño habían extraído y ya del todo despierta al niño llorando escucha y piensa que por su lucha encontró esta puerta abierta, que la pena mereció pelear con tanta firmeza y de nuevo calla y reza hasta que ya se durmió. El guardia de Salvamento que había salvado su vida, en buscarle la salida tan sólo tardó un momento y la dijo: ya os vendréis a mi casa tú y el niño y tendréis ese cariño, que los dos os merecéis. Quizás fue casualidad, pero Balumba alumbró el mismo día en que nació JESÚS, en la NAVIDAD. RECIBAMOS ASÍ AL NIÑO JESÚS Zambombas, almireces, panderetas, tocad con más ardor que en otros días, pues viene ya, según las profecías y ese alegre sonar de las trompetas que los ángeles tocan y Profetas habían anunciado, ese Mesías, al que aquí donde hacemos poesías debemos recibir como poetas. Escribamos, pues ésa es la verdad, que llega el Niño Dios como un hermano para darnos justicia y caridad, al tiempo que nos lleva de la mano y ofrece, generoso, Su amistad, por que así le sintamos más cercano. TE ESTAMOS ESPERANDO, NIÑO JESÚS. No demores, Chiquitín, que te estamos esperando, nos tienes que decir cuándo llegarás aquí por fin y de uno al otro confín tu llegada anunciaremos y todos juntos vendremos con los Reyes incluidos a recibirte con ruidos de las zambombas que haremos. Vendrán también los pastores que te traerán leche y queso y los ángeles un beso especial, por que no llores y todos de mil amores cantaremos día y noche, haciendo hermoso derroche de tan inmensa alegría y luego pondrá María su sonrisa como broche. Sabemos que serás bueno, trabajador y obediente, muy amigo de la gente a la que jamás ajeno serás y traerás muy lleno el corazón de dulzura, tanta, que darás hartura a quien a ti se acercase y de la misma libase como si fuese miel pura. VUELVE DIOS A NACER Vuelve Dios a nacer una vez más para hacernos saber que es nuestro hermano y vivir con nosotros al compás cual si fuera también un ser humano. De Jesús, bueno fuera que su ejemplo nos sirviera a los hombres de esta tierra, para hacer de la misma como un templo donde nunca cupiese odio ni guerra. Este Niño que llega en Navidad a la postre será quien nos predique el sublime valor de la bondad por que el mundo la entienda y la practique. Esperemos henchidos de esperanza en que fuerte nos cale su enseñanza. YA TAÑEN LAS CAMPANAS Ya tañen las campanas a porfía y avisan la llegada de ese Rey que viene a apacentar la que es Su grey naciendo de una Virgen, que es María, radiante de hermosura y alegría, por cumplir lo que en Ella es una ley, pariendo en un pesebre, mula y buey testigos, por cumplir la profecía. Sucede cada año el ritual y el mundo lo celebra con fe ciega, porque el hombre es un ser espiritual sensible a tanto Amor como le llega, para hacer de cordón umbilical sintiendo la grandeza de esa entrega. CELEBREMOS LA NAVIDAD Es tiempo de jolgorio y de alegría, de abrazos y de buenas intenciones, de ternura en la letra de canciones en honor de Jesús y de María. Cantemos todos juntos a porfía llevando nuestra voz a los rincones de todo el mundo. Válidas razones tenemos para hacerlo en demasía. Nace el Niño Jesús en este día, así que a levantar los corazones llevándolos al sol desde la umbría y hagamos que renazcan ilusiones como antaño en el mundo se veía. Sacad los mazapanes y turrones. MILAGRO EN BELÉN Cuando nace Jesús, todo es ternura, todo canta y también todo reluce y en el cielo una estrella nos conduce al Portal de Belén, todo en albura. Es María, su Madre, con dulzura, quien Le trae a este mundo y se produce el ser Virgen y madre y de tal cruce Le vendrá la exclusiva de ser pura. Nace Dios en pesebre, buen ejemplo que debiéramos todos ver muy claro y andar con humildad nuestro sendero, pues pudiendo nacer en áureo templo, eligió que una cuadra fuera el faro que expandiese su Luz al mundo entero. OTRA NAVIDAD Estaba la ciudad engalanada y el centro era un auténtico hervidero de gente, que soltaba su dinero en tiendas de comida preparada. La lluvia que cayó de madrugada caía lentamente al sumidero y cerca de ese fétido agujero había una persona recostada. Era un hombre mayor, que prorrumpía en sollozos pidiendo “una ayudita”, mas la gente ni oía ni veía a quien con tal dolor se desgañita y ajena por completo, proseguía, lejana a los lamentos de la cuita. EL NACIMIENTO DE JESUS María no puede más y se dirige a José, diciéndole “ahora te vas y yo aquí me quedaré y cuando encuentres posada vienes corriendo a buscarme, que ya me encuentro pesada y allí tendrás que llevarme, a algún lugar apropiado en donde pueda nacer el niño que ya he llevado nueve meses en mi ser”. José salió prontamente como María había mandado y preguntaba a la gente si supiera de algún lado donde poder descansar, que su mujer se encontraba tan a punto de alumbrar que esta noche lo esperaba. Nadie le daba razón de dónde se encontraría una simple habitación donde alumbrase María. Se volvía desesperado donde estaba su mujer, pero cuando hubo pasado un buen rato llegó a ver un establo en un recodo y pensó que les valdría, que éste sería el mejor modo de evitar la noche fría. A María fue a buscar y la trajo a este cobijo: “aquí podrás alumbrar”, cuando llegaron le dijo. Y en el pesebre que había, de testigos mula y buey, el Niño Jesús nacía. Así vino al mundo EL REY. EL NACIMIENTO GITANO Viven aquellos gitanos en una humilde cabaña con el techo de espadaña, hecho con sus propias manos y adobe es el material que en las paredes había, así que la estancia es fría y más cuando el vendaval azotaba fuertemente trayendo gélida nieve o aguacero cuando llueve, que en este tiempo es frecuente. La Navidad se acercaba y aunque nos parezca extraño la familia, cada año, esta fiesta celebraba con bastante devoción, con desbordante alegría, en inmensa algarabía, pues muchos chiquillos son. Construyeron un belén y como burro tenían a su lado lo ponían, que allí lo encontraban bien y al buey lo sustituyeron por la cabra que allí estaba, que gustosa se prestaba cuando vio que la escogieron. La bendición dio aquel día el más anciano del grupo y ese gran honor le cupo porque así siempre se hacía. Con la mesa bendecida y con ganas de comer, no pararon de beber y disfrutar la comida. De alegría fue un derroche y pusieron tanto empeño, que se olvidaron del sueño por cantar toda la noche. |