ANÉCDOTAS CARPEÑAS - EL TÍO CASAÑA No sé si la pena vale sacar este sucedido que tenía en el olvido, pero ya veo que me sale. Fui con Aurelio el barbero una tarde de verano paseando, que es muy sano y la salud es lo primero. Llegamos casi hasta el río, a una tierra que su tía por “el Granujo” tenía si en mi memoria me fío. Paramos a descansar muy cerca de unas higueras y las palabras primeras que pudimos escuchar fueron una invitación a probar algunos higos cual si fuésemos amigos, señalando un buen montón de esta fruta en una cesta y yo me senté a su lado y entre bocado y bocado oí cosas como ésta: “Cartagena me da pena y Murcia me da dolor”… prosiguiendo este señor y yo llena que te llena. Yo en Cartagena estudiaba y el hombre quiso que viera que él también, a su manera, su saber me demostraba. Y mientras él peroraba yo comía sin recato, por lo que al cabo de un rato la cesta se vaciaba. El hombre cuenta se dio y de mí la iba alejando, pero yo me iba acercando hasta que me la quitó, pero ya casi vacía y es que el hombre, el tío “Casaña” se dio mucha menos maña que el hambre que yo tenía. A Juan “Cartucho” conté el encuentro que tuvimos su abuelo y yo y nos reímos casi siempre que me ve. Cristino Vidal Benavente. |