UN CHISTE, QUE ES DOMINGO Estaban en la barra de un bar tomando unas copas varias personas y se iban yendo poco a poco, hasta que al final quedaron sólo dos, que también hicieron ademán de marcharse, cuando se fijaron a la vez en dos portafolios que habían quedado olvidados. Ambos sabían que no eran suyos, pero la avaricia les pudo y haciéndose una seña cómplice, agarraron cada uno el que tenía más a mano y se fueron. Se despidieron y en el deje de su hablar, notaron que uno era andaluz (de Lepe, precisamente) y el otro castellano (madrileño, por cierto) Al cabo de un año, se encontraron por casualidad en otro bar y se reconocieron y el de Lepe preguntó al madrileño qué tal le había ido y éste le dijo que de maravilla, que su maletín estaba lleno de billetes de 500 euros y una hemorragia de diamantes, una verdadera fortuna y de las grandes, para acabar pronto; también le comentó que se compró una mansión en Miami y otra en la Costa Esmeralda, en la isla de Cerdeña. así como un yate y un avión particular, etc, etc. Al de Lepe se le pusieron los ojos cuadrados de envidia y gimoteando le dijo que él, al contrario, tuvo la mala suerte de que su maletín contuviera un montón de letras y pagarés, por unos importes verdaderamente cuantiosos, a lo que el madrileño le preguntó qué había hecho entonces y el de Lepe le contestó ¿pues qué iba a hacer, sino pagar esa deuda? Para ello, tuve que vender todas mis propiedades y ya he conseguido liquidar casi la mitad. Qué mala suerte tuvo el de Lepe, pobrecillo. |