Versos - HERMOSÍSIMA MIRADA La vi cuando en la iglesia dirigía la vista hacia la Virgen que allí había y al ver tan hermosísima mirada, se me quedó la mía embelesada, pues era tan divina, cielo santo, que me quedé prendido de su encanto, mas luego hacia su boca puse el ojo y desde ese momento ya es mi antojo, que unos labios carnosos y granates tienen que los rubíes más quilates y al mirarla otra vez, fue su figura la que me llenó el alma de locura, aumentando el deseo de tener entre mis brazos siempre tal mujer. Desde entonces tan sólo en ella pienso y siento que mi amor sigue en ascenso. Si Dios quisiera por ventura darme un premio, le diría que un adarme de ella fuera bastante y me sobrase, pues con eso tan sólo, al cielo entrase. Cristino Vidal Benavente.
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