La historiografía oficial die que el gobernante murió tres días después de ser herido por bala EL PAÍS
Rafael Fraguas Madrid 11 FEB 2013
Marcas de correas en torno a todo el cuello, incluido el rastro metálico de la hebilla del correaje. Este es el dato forense que mejor explica las novedades descubiertas, hasta hoy desconocidas, en torno al asesinato, supuestamente con armas de fuego, del laureado general y presidente del Gobierno de España Juan Prim i Prats, acaecido en Madrid hace ahora 142 años, en la nevada tarde del 27 de diciembre de 1870. Tal es la última y principal revelación obtenida por una denominada Comisión Prim, que desde el departamento de Criminología de la Universidad privada Camilo José Cela, de Villanueva de la Cañada cerca de Las Rozas, se propuso tiempo atrás resolver las densas incógnitas que durante casi siglo y medio han rodeado aquel luctuoso suceso.
La antropóloga forense María del Mar Robledo; el criminalista Francisco Pérez Abellán, director del departamento universitario; el doctor en Derecho Orlando Tadeo Gómez y el fotógrafo científico griego Ioannis Koutsurais, miembros de la comisión investigadora, creen haber resuelto las principales incógnitas de aquel magnicidio. Y ello gracias a la aplicación de los más recientes avances tecnológicos del examen forense al cadáver momificado del general-presidente, custodiado en excelente estado de conservación en Reus, la localidad natal del laureado militar. Allí fue sometido a un exhaustivo análisis, concluido ahora, de cuyos resultados se informó este lunes en una conferencia registrada en la sede universitaria.