Cambrils - Tarragona

Una cosa es un accidente fortuito, y otra muy distinta la negligencia, o el desprecio por la vida ajena, mediante la contratación de vehículos no aptos, pagar por ellos como si lo fueren, y asegurarse unos dividendos por ello, y lo verdaderamente terrible, y que no tiene nombre, hágalo quien lo haga, es meter en esos vehículos que no han tenido ni tienen la opción de elegir viajar en ellos, sino que como borregos se les mete en un transporte, y se les envía de acá para allá.

Seguro que las responsabilidades de vidas ajenas, que no son su sangre, hacen lo mismo con sus familiares? O con ellos mismos? Yo estoy convencido de que no, ellos piensan que son de mejor carne, de más alta estirpe, y los que no son de su familia son prescindibles, como cucarachas que después de ser usadas en un laboratorio, se desechan en una papelera o en el cubo de la basura, ¡Ahí va la 456!

Les alcanzarán los reales conseguidos (si los consiguieron) para acallar conciencias o lo que de ellas quede? O será que jamás tuvieron de eso que nos diferencia del resto de los animales?

Veo a un Trillo defender su postura despóticamente, a gritos como una verdulera, con o sin razón, veo a unos familiares que lloran la muerte prematura de sus hijos, hermanos, sobrinos o primos, veo a unos jueces que se demoran en tomar el caso y ventilarlo en tiempo prudente, con lo cual se pierden en la memoria de las gentes partes de las tragedias, se cicatrizan heridas cerrándose en falso, y los hechos se difuminan en el tiempo, como se ensombrece la justicia, y no debería ser cuestión de partidos políticos, sino de personas humildes, que son siempre quien aporta las víctimas.

El desprecio y manipulación del que es débil en esencia y en lo monetario, desde las esferas del poder político como SECTARIO, ¿Quién retorna a esos seres sus vidas? Los posibles chanchullos fabricados por los que tienen en sus manos la posibilidad de negros negocios, jugando con vidas ajenas?

Sería un consuelo que. Sin importar a que partido político, o político-religioso, se consiga la verdad, que quien haya lucrado para si o para otro con vidas y dolor humano, haciendo que la negligencia impere, puedan y deban pasarse el resto de sus vidas entre rejas, pero recordándoseles siempre que están ahí por ser asesinos, pero no cualquier asesinato fortuito, sino bien meditado y retorcido, por tanto también ha de ser meditada, muy bien meditada la sentencia, si hubiere lugar, es necesario para ejemplo de los siguientes sátrapas, que quieren enriquecerse a través de la vida y la muerte, pero no de ellos, sino de los ajenos, esos que no tienen importancia, esos que son prescindibles, esos que tienen para los autores el valor nada mas que el que llene sus carteras.

Puede alguien con un poco sentido común, con un poco de decencia vender por unas sucias monedas, la vida y el dolor de sus congéneres? La respuesta es NO, sin embargo se cometen esos actos de una manera casi impune, yo sigo creyendo en la eficacia de la Ley del Talión, rápida, quirúrgica y disuasoria…

O los errores de un personaje a micrófono “cerrado”, pero siempre lo cazan = “”Lo que nos conviene es que haya tensión””, ¡¡Buenas razones para manejar un país!!