Cambrils - Tarragona

Paso fuera de mi casa y lejos de mi familia una media mensual de 360 horas (15 días completos), contribuyo al fisco con un 40% de mi salario; entre impuestos directos, indirectos, tasas obligatorias y demás gravámenes, trabajo más de la mitad del año para el Estado. Pago un colegio a mis hijos, mientras financio un sistema de educación pública; me dejo un turrón en una póliza de sanidad privada, pero abono religiosamente mi correspondiente diezmo para que muchos puedan tener cuidados médicos. De lo segundo no me quejo (a pesar de que nadie me lo reconozca) y de lo primero no me quejaría si no fuese porque la educación pública consiste en meter a los niños en fábricas de ignorantes donde sólo se hace hincapié en su adoctrinamiento en un conjunto de paridas sin sentido.


Muchos están peor que yo. Se levantan a las 6 de la mañana, vuelven a casa cuando sus hijos se van a la cama, conviven con la cotidiana amenaza de perder su trabajo y hacen encaje de bolillos para que el fruto de su sacrificio vital les permita llegar a fin de mes.

Y otros, de número creciente, están aún peor. Han perdido su trabajo y conservan escasas esperanzas de conseguir otro.

Todos, de alguna manera, ponemos un montón de dinero para que vosotros, que sois muchos, os alimentéis de nuestra pasta.

Porque vosotros, incompetentes ejecutivos de la nada, mediocres gobernantes de nuestro Estado central, vivís de nuestro dinero. Sois parte un elefantiásico entramado de Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales, y parásitos varios que contáis con un ejército de asesores, viajáis en coche oficial y reserváis Clase Preferente en vuestros viajes privados, con mi dinero. A cambio, resultáis totalmente incapaces de resolver nuestros problemas, no garantizáis nuestra seguridad ni dentro ni fuera de España, no nos protegéis del desempleo, ni prestáis servicio alguno. Sólo se os ocurren normas para coartar nuestra libertad, para vigilarnos, atemorizarnos y decidir qué es bueno para nosotros. Tomáis posesión de nuestra vida pública, privada y de nuestro dinero para complicarnos la vida, y parís normativas orientadas a seguir siendo necesarios, a no permitirnos deshaceros de vosotros.

Por si fuese poco, inventáis problemas inexistentes, enfrentáis a la sociedad reabriendo debates cerrados, legisláis para cuatro, y tenéis la jeta de pagar un sueldo a majaderas de manual sin el menor sentido el ridículo que nos hablan de “acontecimientos planetarios”. Todo con mi dinero.

Vosotros, prebostes de alguno de los diecisiete gloriosos mini-estados autonómicos, también vivís de mi pasta. Unos subidos a cuentos imposibles como la fábula de Aitor, otros mitificando a unos segadores de hace cuatrocientos años. Los demás, a rueda de éstos, os habéis montado un chiringuito de consejerías, direcciones, subdirecciones, patronatos, embajadas y demás máquinas de gastar. Con mi dinero, claro está. Usáis la pasta que yo gano trabajando para fomentar la insolidaridad y sembrar el odio a España; reclamáis la parte que vuestros inverosímiles derechos históricos os adjudican para poder aumentar la pléyade de vuestros deudos, para comprar votos con empleos a dedo. Vivís en la reivindicación permanente que haga andar a una bicicleta que se caería si parara. Vosotros, garrapatas, no resistiríais el mínimo ejercicio de competencia para la obtención de un puesto de trabajo en el ámbito privado, vuestro único mérito es haber medrado en la estructura de un partido político. Y ahora, vivís de mi dinero.

¿Y qué decir de vosotros? Sabandijas de los sindicatos de clase. Liberados del trabajo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber. ¿Cuántos sois? Sólo en Madrid, 3200; sólo en Madrid vuestro chollo nos sale a los contribuyentes por 77 millones de euros. ¿Para qué? Para que tengáis el uniforme, el mono o la bata sin estrenar. Para que viváis de una novela en la que sois los únicos personajes, porque no representáis a nadie, sin acudir a vuestro puesto de trabajo. No tenéis afiliados, no defendéis nada, firmáis condiciones laborales de miedo para vuestros presuntos representados, cobráis un canon por los ERE´s, o lo que es lo mismo, sangráis al currito en concepto de “asesoramiento” cuando le ponen en la calle; os dedicáis a hacer política, calláis cuando miles de currantes pierden su empleo por no molestar a otros chupones de vuestra cuerda, y ejercéis la protesta asimétrica según quien gobierne. No valéis para nada, no arregláis nada, no solucionáis nada, no defendéis a nadie, algunos habéis conseguido llevar tan lejos vuestros tejemanejes que acabáis de directivos en vuestras empresas…y vivís de mi pasta.

Y no me olvido de vosotros. Engreídos “creadores”, apoteósicos mediocres del arte presunto, vividores del mérito subvencionado y subvencionable. Vosotros también vivís de mi pasta. Os señaláis la ceja para apoyar sin disimulo a quien os ha puesto en casa, alimentáis vuestra vida regalada de mis impuestos, y además me insultáis. Si no voto al partido que os gusta, podéis llamarme “hijodep,,”; si no comulgo con el Gobierno que os pone el pesebre pedís que se me encierre en un cinturón sanitario; si voto a quien no os mola, me llamáis asesino…todo eso después de que este hijo de p..a, asesino y carne de sanidad progre os haya dado de comer con su dinero, a cambio de que produzcáis bodrios infumables que tratan de ganar una guerra 70 años después o que sólo sirven para que alguno pueda liberarse de sus complejos, algunos sexuales.

Habéis conseguido que todo hijo de vecino sea considerado delincuente preventivo y tenga que pagaros cada vez que se compra un teléfono móvil, una impresora, un ordenador…Habéis forzado la máquina de quien tanto os debe como para permitiros reclamar el tributo a quien se bautiza, hace la comunión, se casa o baila en la plaza del pueblo; cualquier día nos sangraréis en nuestro entierro. Vosotros, bucaneros de la creación de medio pelo, no venderíais ni uno sólo de vuestros estofados en el mercado privado, no conseguiríais financiación ni para la décima parte de vuestras piltrafas. La inmensa mayoría de los que vivís de mi contribución y de sirlarme, no seríais capaces de engañar a un inversor para que sufragase las medianías que nos colocáis. Vivís del cuento, y encima os ponéis chulos mientras me metéis la mano en la cartera. Firmáis manifiestos para los que no tenéis la menor legitimidad ni altura moral, y os auto designáis como el “mundo de la cultura”; entregáis rosas por la Paz a los asesinos, os vestís de palestinos entre playa y casino, y no tenéis una puñetera palabra para los que cayeron muertos de un tiro en la nuca, sin poder oler esas rosas que entregabais, mientras pagaban vuestros saraos y se retrataban cada vez que compraban un CD.

Todos vivís de mi pasta y sois muchos, cada vez más. Y nosotros cada vez menos.

El Gobierno se va de vacaciones. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, partió ayer tarde, justo después del Consejo de Ministros de Semana Santa, rumbo a la residencia oficial de Doñana, propiedad de Patrimonio Nacional del Estado, para descansar junto a su familia hasta el sábado o el domingo. No hay ninguna previsión en la agenda del jefe del Ejecutivo para lo que resta de semana. El siguiente acto programado es la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, a la que asistirá en calidad de secretario general de los socialistas y que no tendrá lugar hasta el próximo lunes por la mañana.

No son las primeras vacaciones de Semana Santa que Zapatero escoge para su descanso la residencia oficial de Doñana. Tampoco es la primera vez, en lo que va de año, en la que el presidente del Gobierno descansa con su familia en esta propiedad. Los pasados 19, 20 y 21 de marzo, Zapatero aprovechó el Consejo de Ministros celebrado en Sevilla y un acto con empresarios también en la capital hispalense para alojarse todo el fin de semana en Doñana.

Los demás integrantes del Gobierno también se van de vacaciones. Algunos las comenzaron ayer y otros tendrán que esperar a hoy para iniciarlas, puesto que tienen algún compromiso programado. Pero ningún miembro del Ejecutivo tiene actividades planeadas desde mañana al domingo.

“No hay nada previsto en la agenda”. Ésa fue la respuesta que más repitieron los portavoces de todos los ministerios, cuando fueron consultados ayer por este diario por la agenda de sus respectivos máximos responsables.

“Sin cobertura”

“¿Te refieres a los actos de la semana que termina este miércoles, verdad?, porque luego vienen las vacaciones...”, respondieron en la cartera de Sanidad. En otros departamentos prefirieron contestar con evasivas, por ejemplo, en el ministerio de la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y titular de Economía, Elena Salgado, donde aseguraron que “no hay actos con cobertura mediática...”. “No sé si se va de vacaciones o se quedará trabajando, pero en cualquier caso forma parte del ámbito privado”, explicaron.

Hubo otros más claros: “Sí, imagino que se va de vacaciones, pero no lo sé seguro”, dijeron sobre el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves.

Lo mismo ocurre con José Blanco, responsable de Fomento. Todos sus actos terminan hoy y no se reanudarán hasta el lunes.

Por su parte, la ministra Chacón participará hoy en una videoconferencia con militares destinados en Kabul (Afganistán) y, acto seguido, iniciará sus vacaciones.

Los otros ministerios contactados por este diario no ofrecieron ningún tipo de respuesta. En cualquier caso, ningún miembro del Gobierno ha anunciado su aparición entre hoy y el lunes de la próxima semana.

Excepción

La única excepción la constituye la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que ayer, tras la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros partió rumbo a Nueva York, donde asistirá a una conferencia sobre la recuperación de Haití organizada por Naciones Unidas en su sede.

Tras su participación en la reunión de la ONU, la vicepresidenta se desplazará el jueves a Puerto Príncipe, la capital haitiana, para visitar los proyectos de cooperación puestos en marcha por España tras el terremoto que devastó el pasado mes de enero el país caribeño.

Finalmente, De la Vega volverá a Madrid a media tarde del viernes, donde no tiene actos programados hasta el lunes. La relajación que el Gobierno exhibirá esta Semana Santa contrasta con la hiperactividad que demostró el año pasado en las mismas fechas.

Zapatero utilizó el Consejo de Ministros de aquella semana para comunicar oficialmente la primera crisis de Gobierno de su segunda legislatura. Elena Salgado ascendió a vicepresidenta segunda, Manuel Chaves entró como vicepresidente tercero y José Blanco como titular de Fomento. El objetivo de la remodelación fue, según Zapatero, impulsar la aplicación de medidas contra la crisis económica.

Contraste

Para dar ejemplo, el presidente del Gobierno comunicó que renunciaba a sus vacaciones en Doñana y que pasaría la Semana Santa trabajando en su despacho de Moncloa. Sin embargo, este año, a pesar de que los indicadores económicos son al menos igual de negativos que hace 12 meses, Zapatero no ha sacrificado sus vacaciones.

La anécdota de la Semana Santa de 2009 la protagonizó Manuel Chaves, que, pese a la exigencia de Zapatero, fue pillado paseando por las playas de Isla Antilla (Huelva).

El Gobierno reaccionó convocando para los días posteriores reuniones en Madrid de los tres vicepresidentes, en las que se debían abordar las primeras medidas contra la crisis del nuevo Gabinete. Pero de las reuniones sólo trascendieron imágenes. Los tres vicepresidentes no emitieron ningún documento ni profundizaron en las cuestiones tratadas en dichos encuentros.

Zapatero también obligó a los nuevos ministros (José Blanco, Ángel Gabilondo, Trinidad Jiménez y Ángeles González-Sinde) a quedarse en Madrid trabajando para ponerse al tanto de sus responsabilidades. Por su parte, Carmen Chacón pasó las vacaciones junto a su familia en Canarias y Bibiana Aído, en Turquía. Este año podrán viajar todos los ministros.

Fuentes de Moncloa consultadas ayer por este diario comentaron que, en principio, no está previsto que ningún miembro permanezca de guardia, por si ocurre algún imprevisto. Las mismas fuentes explicaron que esa decisión sólo se adopta en caso de ausencias prolongadas del jefe del Gobierno y recordaron que Zapatero estará fuera unos días y que permanecerá en territorio nacional, a una hora de avión de Madrid.