Cambrils - Tarragona

Escribió y estrenó más de 150 obras, aunque el mundo del teatro le recordará siempre por su genial y eterna “Venganza del don Mendo”. De él dijo Valle Inclán estas definitorias palabras: “Quítenle a su teatro el humor, desnúdenle de caricatura, arrebátenle su ingenio satírico y facilidad para la parodia, y seguirán a un monumental autor de teatro” y Federico Carlos Sainz de Robles lo calificó como el Lope de Vega del siglo XX. Pero eso no le sirvió de nada cuando se desataron las pasiones en 1936, porque un día de noviembre fue detenido y encarcelado en la cárcel checa de San Antón y otro día, fue arrastrado y fusilado en Paracuellos del Jarama, tras ser humillado y torturado por el único delito de ser de derechas, católico y monárquico. Ese día era Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa, presidida por el general Miaja, un joven de 21 años llamado Santiago Carrillo. Dice, que el bueno de don Pedro (ese día cumplía 57 años) cuando vio inevitable su muerte les dijo a sus verdugos: “Me podéis quitar todo, la familia, la libertad, mis bienes y la vida. Pero ¿sabéis lo que no me podréis quitar jamás? ¡El miedo horrible que tengo ahora mismo!” Muñoz Secas fue uno de los casi 10.000 asesinados aquellos días terribles de finales de 1936.

Yo añado, ni Carrillo ni el general Miaja figuraban en la famosa lista del imparcial y justo “superstar” Garzón, ni tampoco sería recordado en el "boletín socialista".

Muñoz español.