Layna - Soria

El alcalde y la primavera
Había un lugar remoto de cierto país, que su alcalde un hombre diminuto por su mentalidad, solo hablaba con sus vecinos en la primavera, y lo hacía de tal forma que: Solía buscar en el campo las flores mas bellas jamás vistas, y se las regalaba solamente aquellas señoras que el sabia que sus maridos aplaudían todas sus decisiones por desafortunadas que fueran, pero cuando la primavera se acercaba al verano, solo encontraba los frutos de las flores que él había dejado y el encanto se rompía por lo que tenía que esperar otra primavera para hacerse con la voluntad de sus convecinos.