Layna - Soria

En los días de primavera de mi infancia los niños solíamos dedicarnos con un interés fuera de lo normal en buscar nidos , conocíamos toda clase de pájaros y guardábamos con especial interés el secreto de los que podíamos encontrar, que no corrían mucha suerte dado las visitas que hacíamos en la mayoría de las veces inoportunas.
Otra de las virtudes que sabíamos era como cazar los “aviones “volando disponíamos dos trozos de teja o lositas finas y entre ellos poníamos un papel con agujero en el centro que flotaba en el aire para que al buscarlo el avión se metiera dentro impidiéndole volar y de esta manera caer al suelo y cogerlo (yo nunca case ninguno aunque lo intente montones veces en lo alto de la torre).